LEAF, una coalición público-privada para salvar los bosques tropicales

LEAF, una coalición público-privada para salvar los bosques tropicales

Estados Unidos, Reino Unido y Noruega han lanzado una coalición con grandes empresas multinacionales para recaudar 1.000 millones de dólares en inversión pública y privada este año que ayuden a proteger los bosques tropicales y reducir las emisiones de la deforestación.


Las alianzas y la colaboración entre distintos actores son una de las bases sobre las que se asientan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Una estrategia que está recogiendo sus frutos, ya que a lo largo de estos últimos meses se están multiplicando las iniciativas público-privadas que buscan impulsar la lucha climática a través de planes que incentivan los recortes de emisiones y los criterios de buen gobierno. En este sentido, Estados Unidos, Reino Unido y Noruega acaban de lanzar una coalición con grandes empresas multinacionales para recaudar 1.000 millones de dólares en inversión pública y privada este mismo 2021 que ayuden a proteger los bosques tropicales y reducir las emisiones de la deforestación.

La coalición, anunciada el jueves durante la cumbre climática convocada por el presidente estadounidense, Joe Biden, se llamará LEAF, siglas en inglés que significan «hoja», pero también «reducir las emisiones mediante la aceleración del financiamiento forestal» y tiene como objetivo catalizar inversiones para la protección de los bosques «a una escala nunca antes vista». Para lograrlo, cuentan con el compromiso de de empresas internacionales líderes como Amazon, Airbnb, Bayer, BCG, GSK, McKinsey, Nestlé, Salesforce y Unilever, aunque los impulsores de LEAF esperan atraer a más inversores en los próximos meses.

«Este es un ejemplo innovador de la escala y el tipo de colaboración que se necesita para luchar contra la crisis climática», aseguró en la presentación de la iniciativa John Kerry, enviado especial del presidente estadounidense para asuntos climáticos. Una innovación que también se demuestra según la Administración Biden en que la iniciativa estará liderada por Emergent, una organización estadounidense sin ánimo de lucro que se desempeñará como coordinadora administrativa de LEAF a pesar de que es el Gobierno norteamericano el principal impulsor del proyecto.

En un comunicado, la coalición ha explicado que su principal objetivo es de ayudar a las naciones forestales a avanzar más rápidamente para poner fin a la deforestación y lograr sus planes climáticos. En este sentido, la idea es que cualquier territorio que se comprometa con la protección de sus bosques tropicales recibirán fondos a cambio de reducir las emisiones de la deforestación y la degradación forestal en función de los indicadores de desempeño. Para ello, LEAF se ha comprometido a involucrar en el proyecto a los pueblos indígenas y las comunidades locales que viven en áreas elegibles para financiamiento.

“Los bosques tropicales son indispensables para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, y han recibido mucha menos atención y financiación de la que merecen. La coalición LEAF da un primer paso crucial para cambiar eso», ha asegurado la primera ministra noruega Erna Solberg.

Los bosques, claves para las emisiones

Según un estudio de 2017 publicado en Nature Climate Change, una cuarta parte de las reducciones de emisiones planificadas por los países para 2030 dependían del potencial de secuestro de carbono de los bosques. A pesar de esto, los bosques representan aproximadamente el 3% de los fondos destinados a reducir las emisiones, por lo que existe un amplio margen de mejora en este sentido que precisamente quiere impulsar la coalición LEAF.

El hecho de que la iniciativa se centre en los bosques tropicales tampoco es casual. Y es que, en todo el mundo, estas áreas clave para la biodiversidad y el equilibrio de carbono en la atmósfera están gravemente amenazadas: solo entre 2019 y 2020, la pérdida de bosque tropical primario aumentó en un 12%, según datos de la Universidad de Maryland. En total, se han talado en un solo año 4,2 millones de hectáreas de bosques primarios tropicales húmedos, lo que supone un área equivalente al tamaño de los Países Bajos.

deforestación
La deforestación pone en peligro los objetivos de conservación de biodiversidad.

En este triste ránking Brasil fue, con mucho, la mayor fuente de tala de bosques, seguido de la República Democrática del Congo, Bolivia e Indonesia. Durante el primer año de Gobierno de Jair Bolsonaro, las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado un 9,6% en Brasil, convirtiéndose en el sexto país más contaminante del mundo, datos que se deben principalmente a la deforestación del Amazonas, que ha representado el 44% de las emisiones del país en 2019. Es más, en este país las emisiones del uso de la tierra han crecido un 64%, a pesar de que la ley establece como objetivo reducir la tala de árboles en un 80% en 2020.

Para intentar no solo frenar sino invertir esta tendencia, los pagos de LEAF a los territorios que se acojan a su programa se basarán en reducciones de emisiones vinculadas a la reducción de los niveles de deforestación o degradación entre 2022 y 2026. En cualquier caso, antes de que se realicen los pagos, los resultados se verificarán utilizando el Estándar de Excelencia Ambiental Redd+ respaldado por la ONU, conocido como Árboles, que incluye salvaguardas ambientales y sociales.



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