La Water Footprint Network acaba de anunciar la traducción al castellano de su publicación de referencia sobre huella hídrica, que ya está disponible para descarga gratuita y permitirá a las empresas españolas establecer una visión completa y actualizada de este indicador de uso de agua dulce



Los actuales ritmos de producción y consumo no permiten garantizar la disponibilidad de agua en un futuro, y más teniendo en cuenta el actual contexto de cambio climático. Por ello, las entidades deben comenzar a interesarse en conceptos como el de huella hídrica, un indicador que permite saber el gasto en agua que tiene cualquier proceso productivo y es por la tanto vital para preservar un recurso que promete ser escaso en el futuro. En este sentido, el manual The Water Footprint Assesment Manual – Setting the global standard, que es la publicación de referencia de la Water Footprint Network en la que se establece una visión completa y actualizada de la norma mundial sobre la evaluación de la huella hídrica, puede facilitar el proceso para las entidades españolas con el lanzamiento de su traducción al castellano, que ya está disponible para descarga gratuita.
El documento, de 228 páginas, contiene extensa información sobre cómo realizar el cálculo de la huella hídrica para procesos y productos individuales, así como para consumidores, naciones y empresas. Con ejemplos detallados de cómo calcular las huellas hídricas verde, azul y gris, el manual describe cómo evaluar la sostenibilidad de la huella hídrica agregada dentro de una cuenca hidrográfica o la huella hídrica de un producto específico. Además, el manual también ofrece orientación sobre estrategias de respuesta para el agua en el ámbito de la industria, las comunidades y la naturaleza.
Es decir, que gracias a este indicador, es posible evaluar el consumo total de cada persona, producto y servicio y medir su evolución, analizándolo desde el punto de vista de la sostenibilidad y la eficiencia en la gestión de los recursos hídricos. Algo absolutamente necesario en vista de las proyecciones de escasez de agua lanzadas por los científicos, que desvelan la necesidad de comenzar nuestro proceso de adaptación a esta nueva realidad y cumplir con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Agenda 2030, que están estrechamente relacionados con el agua y precisan por tanto alcanzar la huella hídrica neutral.


Para la Red de Huella Hídrica, alentar para el cumplimiento de esa meta serviría para crear conciencia sobre la población, a la par de que ayudaría a estimular medidas que reduzcan nuestro uso de agua e impulsen el reparto justo del recurso hídrico. Sin embargo, son conscientes de que se trata de un término “engañoso”.
“En muchas ocasiones se puede reducir el consumo de agua a través de mecanismos como la reutilización. Sin embargo, algunas actividades como el cultivo de alimentos siempre necesitarán agua, incluso habiendo optimizado al máximo los procesos de producción. La idea de llegar a la huella hídrica neutral, por ejemplo en la alimentación, no debe pasar por anular completamente el uso del agua, sino por el de ahorrar agua siempre y cuando sea posible”, argumentan desde la Red de Huella Hídrica.
Los españoles tienen una de las huellas hídricas más altas del mundo, ya que aunque directamente solo consumimos 128 litros por persona y día, el consumo indirecto de agua dulce asociado a los productos y servicios que usamos eleva nuestra huella diaria a 6.700 litros por persona, debido principalmente a que la producción de alimentos concentra más del 70% del consumo nacional.
