Tras la antesala de El Tiemblo, Ávila vuelve a arder con un incendio que en dos días ha arrasado más de 20.000 hectáreas, convirtiéndose en el mayor incendio de España de la temporada 2021. Las llamas han obligado a desalojar a miles de personas y amenazan todavía varios municipios



Decir que agosto está siendo un mes negro para Ávila adquiere tintes sombríos dado el devenir de los acontecimientos, porque precisamente allí el humo, las llamas y las cenizas están transformando los paisajes naturales de la provincia en poco más que tapiz grisáceo lleno de desolación y tristeza.
El Tiemblo fue el primero en caer en esa espiral, que en estos momentos se están llevando por delante miles de hectáreas en todo el mundo. En esta ocasión, eran las seis de la tarde cuando un fallo eléctrico incendió el pasto cercano al embalse de la localidad, una zona llena de vegetación olvidada que pronto hicieron saltar las alarmas.
Aquel ejemplo de por qué hay que insistir en el cuidado y en el valor de nuestros montes se saldó con aproximadamente 800 hectáreas. Pero el espíritu de esa pesadilla no se exterminó allí, como ocurrió con sus llamas, sino que en apenas una semana se trasladó hacia dos localidades donde se materializó esa particular crónica de muerte anunciada.
Entre Cepeda de la Mora y Navalacruz, las llamas nacidas en un coche a las 11 de la mañana y que no se aplacaron a tiempo se extendieron por la cuneta de la carretera. Los vídeos del suceso son testigos de la velocidad de aquellas llamas que arrasaban todo a su paso y que, para la tarde del sábado, ya dieron a luz a uno de los peores incendios del fin de semana.


Durante esa misma madrugada, el incendio se había extendido hasta superar las 8.000 hectáreas, dejando atrás el pasto y los matorrales para empezar a devorar arboles de mayor tamaño e, incluso, infraestructuras humanas en las localidades cercanas.
El domingo Ávila amaneció con un incendio de nivel 2 que superaba las 10.000 hectáreas y seguía avanzando sin control hacia zonas tan icónicas de la región como el Puerto de Navalmoral, poblado con los molinos que decoran la Sierra de la Paramera que ahora ardía en llamas.
Jesús Martín, alcalde de Solosancho y diputado provincial, no pudo contener las lágrimas en una rueda de prensa al describir la «durísima» noche que han vivido los vecinos de la zona y señalar que se «ha quemado nuestra sierra», dijo, al tiempo que aseguraba que “estaban viviendo momentos de tensión, de pánico y de angustia”.
? Declaración de NIVEL 2 a las 5.00 horas en el #IFNavalacruz, #Ávila, por el riesgo que entraña para los bienes distintos a los de naturaleza forestal.
Se procede a la evacuación de los vecinos de Villaviciosa y Robledillo, anejos de Solosancho. pic.twitter.com/XGzX7zgYjh
— Naturaleza Castilla y León (@naturalezacyl) August 15, 2021
Numerosos medios de extinción se sumaron a los esfuerzos de los efectivos ya desplegados en la zona, que se elevaban hasta el medio millar, como el convoy gallego de bomberos forestales, que llegó durante la madrugada del domingo, o las brigadas de voluntarios de los territorios cercanos de El Tiemblo, Navaluenga, Sotillo de la Adrada, Burgohondo y Arenas de San Pedro.
Para la madrugada del lunes, la N-403 sirvió como la primera línea de batalla con la retirada de los medios aéreos, que cedían el relevo a los terrestres. El imperativo era evitar que las llamas avanzasen hacia el interior del valle del Amblés y el Alberche por ese foco, algo que consiguieron bien entrada la noche: «Hemos conseguido parar una parte importante del frente en la N-403», anunció la Unidad Militar de Emergencia (UME) en su cuenta de Twitter.
ACTIVO. #NIVEL2 de peligrosidad.#BomberosAv se encuentran realizando ataque directo a las llamas en el alto de Navalmoral próximos a la #AV900. pic.twitter.com/nZMO0wnoFY
— Emergencias Ávila (@EmergenciaAvila) August 15, 2021
Evolución favorable
“El ataque al frente que se hizo ayer noche en la N-403 contiene el #IFNavalacruz y ralentiza su avance. Seguimos trabajando sin nuevas evacuaciones y mejores condiciones climatológicas. Mucha tarea por delante en cola, cabeza y flancos», comunicó por su parte José Francisco Hernández Herrero, delegado territorial de la Junta, a través de las redes sociales.
Para él, el incendio, que hoy superaba las 20.000 hectáreas, ha sufrido una evolución favorable, sobre todo tras ese ataque y la tregua de que van a dar las temperaturas tras el final de la ola de calor que ha afectado a la mayoría de España. El foco está puesto ahora en el flanco sur del incendio, que amenaza a alguna de las poblaciones cercanas, como Villarejo, que se está defendiendo con estrategias de fuego técnico.


En este sentido, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, afirma que «existe cierto control del perímetro. Hay estabilización de la que se escapa un tramo en el flanco norte y dos en el sur, donde intervienen ahora los medios aéreos». De hecho, afirma que si el viento no cambia, se podría dar por estabilizado, aunque habría que esperar más tiempo para darlo por controlado y autorizar así el regreso de los más de 1.000 vecinos que tuvieron que ser desalojados de sus casas.
? Imágenes de ataque directo en el flanco sur del #IFNavalacruz, la zona más sensible del incendio, donde están concentrando sus esfuerzos los medios aéreos y terrestres. pic.twitter.com/lC348x4ebt
— Naturaleza Castilla y León (@naturalezacyl) August 16, 2021
En la actualidad trabaja en las labores de extinción un dispositivo integrado por medio millar de personas y un total de 16 medios aéreos procedentes de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Extremadura y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Asimismo, siguen trabajando para controlar el incendio más de un centenar de efectivos de la UME.
Por su parte, el incendio de El Raso, en Candeleda, pudo reducir su nivel de peligrosidad el domingo hasta el nivel 1, no sin insistir en que, “a pesar de su control, no hay que confiarse”. El sábado, la Junta declaró este incendio también de Nivel 2 y solicitó la presencia de la UME, que durante la madrugada del domingo no cesaron en sus labores de extinción.
A pesar de las buenas noticias, el incendio ya se ha ganado un hueco en las mentes de los abulenses que hacía décadas que no vivían algo así. El humo que levantó el incendio y que llegó incluso a los Pirineos es una de las muchas imágenes que recordarán y que utilizarán para lanzar una advertencia, porque ni Ávila ni sus montes ni pueden ni quieren tener el privilegio de seguir estando olvidados como ha ocurrido hasta ahora. No si no quieren que esta rica tierra a menos de una hora de la capital termine teñida de negro el resto de su historia.
