La plitidepsina, un fármaco sintético basado en una sustancia producida por una especie de ascidias del Mediterráneo, se ha convertido en el tratamiento más prometedor contra el virus SARS-CoV-2. Los científicos afirman que es 100 veces más efectivo que el remdesivir



Los océanos aún guardan muchos secretos y los científicos siguen recurriendo a ellos a la hora de buscar soluciones a los retos más acuciantes de la humanidad, entre ellos la pandemia del coronavirus que asola el planeta. Un estudio publicado en Science este lunes analiza la efectividad de un nuevo tratamiento que podría convertirse en el antiviral más potente contra el nuevo coronavirus: la plitidepsina.
Se trata de un fármaco sintético desarrollado por la empresa española Pharmamar basado en una sustancia producida por una especie de ascidias del Mediterráneo, unos animales invertebrados y hermafroditas que viven anclados a piedras o muelles. Los científicos que firman el estudio publicado, liderados por el virólogo español Adolfo García-Sastre, del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, señalan que este fármaco es unas 100 veces más potente que el remdesivir, el primer antiviral aprobado para tratar la covid que hasta ahora no ha demostrado una eficacia contundente.
En el estudio , los investigadores comparan los efectos de este fármaco con los del remdesivir en dos modelos de ratones infectados con el SARS-CoV-2. Los resultados muestran que la plitidepsina reduce la replicación del virus unas 100 veces más y que además combate la inflamación en las vías respiratorias.
El fármaco, probado ya como terapia contra el cáncer, no ataca directamente al virus, sino que bloquea una proteína humana conocida como eEF1A necesaria para que el virus se replique. Estos resultados prometedores abren la puerta a la utilización de la plitidepsina frente a otros virus, como el de la gripe, ya que el mecanismo de replicación es común en el desarrollo de otras enfermedades. Además, como la terapia no va dirigida al virus sino a inhibir una proteína del paciente, el tratamiento sería también efectivo frente a las variantes mutadas del SARS-COV-2 que puedan aparecer.
Los estudios sobre esta molécula continuarán para profundizar en sus efectos y determinar en qué momento de la infección sería más efectiva su administración. Pero sin duda es una gran noticia que ha sido acogida con esperanza por el sector científico y sanitario.
