Cuero vegano, una alternativa sostenible y sin crueldad

Cuero vegano, una alternativa sostenible y sin crueldad

Ropa, calzado, cinturones y bolsos, sofás, asientos de automóvil, el cuero se encuentra en todas partes. Sin embargo, convertir la piel de un animal en cuero es un proceso, en la mayoría de los casos, cruel hacia los animales y que, además, afecta al medio ambiente ya que requiere una gran cantidad de agua y de productos químicos altamente tóxicos. ¿Quieres saber qué alternativas tienes?


La mayoría de las personas cree que el cuero es simplemente un «residuo» de la industria cárnica y que si no lo usamos se desperdiciará. Un concepto erróneo muy común. La realidad es que gran parte del cuero que se vende proviene de animales sacrificados prioritariamente por su piel. Y la mayoría de estos animales soportan tratos crueles durante el proceso.

El problema no se limita a las materias primas. Los químicos utilizados en el tratamientos de las pieles de animal son extremadamente contaminantes y la utilización de recursos escasos como el agua es ingente. La situación se agrava en los países en desarrollo, principales productores de cuero, donde existe menos regulación y control en lo relativo a gestión de residuos, vertidos y gestión del agua.

¿Qué alternativas tengo al cuero?

El progreso tecnológico alcanzado en los últimos años permite contar con varias posibilidades válidas que hacen innecesario el uso de prácticas crueles con los animales y el medio ambiente. Las alternativas son infinitas y desde El Ágora te enseñamos algunas de ellas:

Fibras vegetales

Esta es una de las alternativas más extensas. Su tacto y apariencia son muy similares al cuero animal, pero carece de todas esas cualidades negativas atribuidas al uso de piel animal.

Piñatex es un tejido natural a partir de la fibra de hoja residual de piña | Foto: Piñatex
Piñatex es un tejido natural a partir de la fibra de hoja residual de piña

Uno de los ejemplos más conocidos es el de la diseñadora textil Carmen Hijosa que utiliza las fibras obtenidas de las hojas que desechamos de la piña (Piñatex) que, mediante unos procesos de producción patentados, se extraen sus fibras de celulosa para conformar un material muy parecido a la piel animal. Todo esto sin la necesidad de utilizar ni tierra, ni agua, ni ninguna clase de recurso adicional, más allá de los dedicados al cultivo de unas piñas destinadas al consumo.

Unas fibras con una calidad que nada tiene que envidiar al cuero tradicional y que tras su extracción «lo que queda, que es lo que se llama la biomasa, la parte orgánica nutritiva, está casi preparada y es muy fácil de convertir en un fertilizante orgánico, en compost” explica Hijosa, «mi responsabilidad como diseñadora es una gran responsabilidad, ya que tengo que usar estas reservas naturales de la mejor manera y usar lo mínimo posible”.

Otro ejemplo es Desserto, una fibra poco conocida (aprobada por la organización Personas por el Trato Ético de los Animales PETA) hecha del árbol de nopal o más conocido como cactus de higo chumbo. La piel vegana de nopal es un textil que se caracteriza por tener gran elasticidad, resistencia, maleabilidad y transpirabilidad. Además, es completamente ecofriendly, pues es biodegradable y está libre de tóxicos, PVC y sulfatos.

La hoja de teca es también una alternativa viable para rehusar la piel animal. Estas fibras permiten la elaboración de un material ligero, antibacteriano, resistente al agua y libre de crueldad animal, pero con la misma apariencia. PETA ha reconocido al cuero de teca como un material vegano y su origen es 95% natural.

Otra opción son las manzanas, las fibras de uva, la piel de coco o las fibras de la mazorca de maíz.

Corteza de árbol

El cuero ecológico de corcho Simaru imita el aspecto del cuero animal, pero no la crueldad que este material conlleva, ni el impacto medioambiental que genera sobre el planeta ya que es biodegradable y reciclable. Se trata de una fina lámina que se obtiene de corteza del alcornoque mediterráneo. Esta acumulación corchosa de esta especie vegetal no es más que tejido muerto, por lo que no es necesario talar árboles para obtenerlos ni dañarlos durante el proceso.

Cuero de hongo

Los hongos tienen un enorme potencial para producir tejidos sintéticos sostenibles y renovables parecidos al cuero
Los hongos tienen un enorme potencial para producir tejidos sintéticos sostenibles parecidos al cuero

Los hongos, aunque suene sorprendente, son una alternativa rentable, social y ambientalmente sólida al cuero bovino ya que tienen cierta similitud en color y suavidad, más concretamente, con la piel de serpiente y lagarto. Un material biodegradable cuya producción y obtención es infinitamente más fácil que la piel de una vaca, ya que los hongos crecen, por ejemplo, en los subproductos agrícolas y forestales de bajo costo de algunos productos como el serrín. Estos sirven como materia prima para el crecimiento del micelio fúngico, que constituye una masa de estructuras tubulares alargadas que, en un par de semanas, se pueden recolectar y tratar física y químicamente.

Algodón encerado orgánico

Esta alternativa está confeccionada con algodón y tratado con una mezcla de ceras. Es un material que consigue un efecto muy similar a la piel y con excelentes propiedades ya que es transpirable, resistente al viento e impermeable. El algodón es un cultivo vegetal que, aunque no implica el sufrimiento de un animal, si no se cultiva de una manera sostenible crea un impacto muy grave en el medio ambiente, especialmente por las grandes cantidades de agua que requiere tanto en su cultivo como en el procesado posterior.

Los cultivos de algodón convencional reciben un 25% de los insecticidas utilizados en todo el mundo y un 10% de los pesticidas, con el consiguiente efecto dañino. Mientras que para el algodón orgánico no se utilizan insecticidas, ni pesticidas, ni fertilizantes químicos. Además, se favorecen los ciclos naturales de la tierra y no se añaden sustancias tóxicas en los procesos de hilado y producción.

Cuero vegetal de té

El cuero vegano de té de kombucha es un material 100% biodegradable

Utilizando el té de kombucha y mediante un proceso de fermentación en el que intervienen bacterias y azucares se consigue crear de forma casera un material 100% biodegradable muy parecido al de la piel. Con este cultivo obtienen una gruesa capa, en su mayoría agua, que al secarse se convierte en algo parecido a una lámina de cuero vegetal flexible que puede ser cortado o cosido perfectamente de la forma habitual. Al tratarse de un material orgánico no se utilizan químicos para su coloración. En su lugar, emplean diversos métodos como la oxidación ferrosa o tintes provenientes de frutas y verduras para obtener diferentes acabados. El problema es que todavía no ha conseguido resolver su resistencia al agua, por lo que no se puede lavar o mojar bajo la lluvia.

Tejidos reciclados

Esta es una muy interesante alternativa ya que cada vez generamos más residuos y, por regla general, la reutilización de estos materiales (dependiendo de la energía y agua consumidas en este proceso) es mejor que la fabricación de un uno nuevo, especialmente si se trata de materiales de origen plástico. Algunos ejemplos son los tejidos que se hacen a partir de botellas de plástico PET, desechos del café o, incluso, los tetrabrick (tetra-cuero).

Ya sabes, al comprar cualquier producto, lee siempre la etiqueta y apoya a las empresas éticas que se preocupan por su impacto en el planeta. El fin del uso del cuero y las pieles está muy cerca y está en tu mano.



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