La nieve y el frío agravan la crisis humanitaria en Afganistán

La nieve y el frío agravan la crisis humanitaria en Afganistán

Las tormentas y el frío de las últimas horas han congelado a Afganistán, agravando de este modo una situación delicada que venía arrastrando por la llegada de los talibanes al poder y una importante sequía que estaba dejando al país sin agua ni alimentos


El paso de una fría depresión ha puesto en jaque a muchas regiones de Oriente Medio y Asia Menor. Si bien también ha sido responsable de llevar copiosas nevadas a Egipto o Arabia Saudita, donde celebraban el manto blanco con bailes, también ha provocado tormentas cargadas de agua, granizo y nieve en países como Israel e, incluso, Afganistán.

En este último, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha anunciado que las condiciones climáticas han agravado una ya de por sí situación humanitaria delicada que empeoró notablemente tras la toma del poder por las fuerzas talibanes en agosto pasado y la posterior suspensión de la ayuda, junto con el congelamiento de activos por parte de muchos países y organizaciones internacionales.

A finales del mes pasado, el Consejo de Seguridad adoptó por unanimidad una resolución que despejaba el camino para que la ayuda llegara a los afganos que necesitaban desesperadamente apoyo básico, al tiempo que evitaba que los fondos cayeran en manos de los talibanes, una medida que el jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) acogió como un «hito”.

“Durante diciembre, nuestros socios humanitarios llegaron a proporcionar suministros básicos y alimentarios a siete millones de personas en el país. Además, se está brindando apoyo para la preparación al invierno, que incluye dinero en efectivo y artículos no alimentarios”, ha destacado Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU.

“Sin embargo, las fuertes nevadas y lluvias han afectado varias áreas en las últimas 24 horas, y la nieve ha interrumpido los vuelos desde y hacia el aeropuerto de Kabul. Se prevén más nevadas y temperaturas bajas en los próximos días”, ha añadido Dujarric en la conferencia de prensa diaria.

Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha expresado su continua preocupación por los millones de desplazados internos en Afganistán, mientras que la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) está ampliando su respuesta para difundir la asistencia oportuna para la preparación para el invierno, especialmente a las familias desplazadas más vulnerables.

En este sentido, ACNUR ha expresado que está proporcionando asistencia en efectivo de usos múltiples para satisfacer sus necesidades inmediatas de calor y seguridad. “El apoyo sostenido es fundamental”, ha tuiteado la agencia.

Al mismo tiempo, Ezatullah Noori, coordinador nacional de emergencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Afganistán, ha informado que esta es la tercera temporada de sequía en cinco años, lo que se presenta desastroso para la economía y las vidas afganas.

De hecho, el 22 de diciembre, en otra conferencia de prensa, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió que los niños en todo Afganistán son cada vez más vulnerables a las enfermedades debido a la combinación mortal de desnutrición creciente, una crisis alimentaria sin precedentes, sequía, interrupciones en los centros de salud y nutrición vitales, falta de acceso a y la mala calidad de los servicios de agua y saneamiento, y un clima invernal paralizante.

“Los niños que viven en regiones de gran altitud son especialmente vulnerables y necesitan asistencia urgente para poder afrontar este invierno, incluyendo ropa de invierno, mantas y combustible para calefacción”, advirtió.



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