El informe Frontiers del PNUMA señala tres retos ambientales emergentes: los grandes incendios forestales, la contaminación acústica y la alteración de los ritmos biológicos y de las estaciones por el calentamiento global



El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) pide en su más reciente informe que se preste «mayor atención» a cuestiones como los incendios forestales, que suceden cada vez con más virulencia, la contaminación acústica en las ciudades, que es una amenaza para la salud pública, y la alteración de los ritmos biológicos y de las estaciones debido al calentamiento global.
El PNUMA plantea esos frentes en la cuarta edición de su informe Frontiers, cuya primera edición vio la luz en 2016 y estuvo dedicada a alertar sobre el riesgo de enfermedades zoonóticas, toda una premonición de lo que cuatro años después ocurrió con la pandemia de coronavirus.
La edición de 2022 de este informe se titula Noise, Blazes and Mitmaches (Ruido, llamas y desajustes) y señala tres fenómenos emergentes a los que se debe prestar atención: incendios, contaminación acústica y fenología, es decir, el acompasamiento entre el clima y el comportamiento de plantas y animales.
El PNUMA señala que su objetivo es identificar y llamar la atención sobre los nuevos acontecimientos de interés ambiental y, para ello, su informe Frontiers señala problemas ambientales y soluciones para dar respuestas efectivas y oportunas.
«Algunos problemas pueden ser de índole local, de relativo pequeño impacto en la actualidad, pero pueden tener el potencial de convertirse en un problema de preocupación regional o global si no se abordan con anticipación», indica el organismo de Naciones Unidas.


Incendios más virulentos
Los incendios forestales representan el problema ambiental emergente con mayor visibilidad en el informe Frontiers 2022, y se prevé que se intensifiquen en los próximos años y décadas.
Las alteraciones humanas de los paisajes a través de la tala, la deforestación, la expansión agrícola, la introducción de especies invasoras, el desarrollo urbano y rural y el manejo inadecuado de los incendios han interferido con los regímenes naturales de incendios, señala el PNUMA. «Como resultado de la deforestación y la fragmentación de los bosques, los incendios forestales ahora alcanzan áreas como los bosques tropicales húmedos, donde rara vez se propagaban en el pasado», añade.
Los fenómenos meteorológicos extremos conducen a temporadas de incendios más largas y aumentan la probabilidad de que estos ocurran, añade el PNUMA. El informe también se refiere a los llamados incendios de sexta generación, aquellos que son capaces de generar su propia dinámica.
Por ejemplo, algunos de ellos generan tormentas eléctricas que expanden el alcance del siniestro. «Las tormentas eléctricas generadas por incendios están ocurriendo con mayor frecuencia en Australia, Europa y América del Norte en las últimas décadas», remarca el informe.


Contaminación acústica
La exposición a largo plazo a la contaminación acústica es un problema ambiental importante y creciente que afecta la salud mental y física de todos los grupos de edad, afirma el PNUMA en su informe. No solo causa trastornos del sueño, molestias y dolores de cabeza, sino que también se entiende cada vez más como un factor de riesgo que puede contribuir al desarrollo de hipertensión, enfermedad coronaria, diabetes y daño auditivo irreversible.
Solo en Europa, la exposición prolongada al ruido contribuye a 12.000 muertes prematuras y 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica, señala el PNUMA. En Nueva York, por ejemplo, el 90% de los usuarios del transporte público está expuesto a niveles de ruido superiores al límite recomendado, que es de 70 dB.
Las soluciones que propone el PNUMA tienen que ver con la planificación urbana. Aboga por aumentar la vegetación en calles, puesto que las plantas absorben la energía acústica y dispersan el ruido, y aboga por emplear otras soluciones basadas en la naturaleza, como los tejados verdes.
Además, el PNUMA insta a pacificar el tráfico urbano. En ese sentido, el informe explica: «Las medidas indirectas, como la reducción del espacio disponible para la conducción gracias al aumento de carriles bici, puede disminuir el ruido del tráfico automotor. A su vez, las zonas de bajas emisiones fomentan la movilidad eléctrica, lo que reduce el ruido y mejora la calidad del aire».


Fenología
Décadas de calentamiento global han causado alteraciones en la interacción de las especies con su entorno y los ritmos de las estaciones del año, lo que ocasiona desajustes que modifican el ecosistema. Por ejemplo, algunas aves ahora tienen sus polluelos en el nido cuando el suministro de alimentos ya está disminuyendo, por lo que disminuye su éxito reproductor.
«Se han detectado alteraciones fenológicas debido al cambio climático antropogénico en muchos momentos del ciclo de vida, desde la reproducción hasta la migración, o desde la brotación de las hojas a la floración y la fructificación. Estos desequilibrios fenológicos son cada vez más comunes», indica el PNUMA.
El informe muestra multitud de ejemplos de estos desajustes, extraídos de investigaciones científicas en todo el mundo. Como muestra, uno de ellos: «Más de 1.200 años de observaciones marcan la fecha de floración del cerezo en Japón como el comienzo de la primavera, generalmente durante el mes de abril. Desde 1900, la floración ha avanzado progresivamente a finales de marzo».
1. El capítulo «Escuchar las ciudades: de entornos ruidosos a paisajes sonoros positivos», llama la atención sobre la contaminación acústica y sus impactos a largo plazo en la salud física y mental, junto con las medidas que se pueden implementar para crear paisajes sonoros positivos y restauradores en las zonas urbanas.
2. El capítulo «Los incendios forestales con el cambio climático: un tema candente», analiza el papel del cambio climático y la influencia humana en los regímenes cambiantes de incendios forestales en todo el mundo, los impactos de los incendios forestales en el medio ambiente y la salud humana y las medidas que pueden ayudar a prevenir, responder y desarrollar resiliencia ante los incendios forestales.
3. El capítulo «Fenología: el cambio climático interfiere en el ritmo de la naturaleza», analiza cómo el cambio climático está alterando los patrones del ciclo de vida de las especies de plantas y animales, sus consecuencias y la necesidad de abordar este problema restaurando la conectividad ecológica y la diversidad biológica y, lo que es más importante, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
