Europa ha aprobado, en el marco del programa LIFE, un paquete con más de 290 millones de euros de financiación para proyectos de acción sobre la naturaleza, el medio ambiente y el clima, entre los que destacan 37 iniciativas españolas que recibirán más de 60 millones de euros



El programa LIFE es el instrumento de financiación de la UE para el medio ambiente y la acción climática. Ha estado en funcionamiento desde 1992 y ha cofinanciado más de 5.500 proyectos en países de dentro y fuera de la UE. Ahora, un año más, la Comisión Europea ha aprobado un paquete de inversión de más de 290 millones de euros para 132 nuevos proyectos dentro del marco del programa.
Según explican en un comunicado, esta financiación de la movilizará una inversión total de 562 millones de euros que ayudarán a Europa a “convertirse en un continente climáticamente neutro para 2050, encaminarán la biodiversidad europea hacia la recuperación para 2030 y contribuirán a la recuperación ecológica de la UE posterior al Covid-19”.
Este es el primer lote de proyectos seleccionados en el nuevo período de programación 2021-2027, que prevé un aumento de la financiación de casi un 60%
En concreto, este paquete de inversión financiará 39 proyectos de apoyo a la implementación de las Directivas de Hábitats y Aves de la UE, así como a la Estrategia de Biodiversidad de la UE para 2030. Tienen un presupuesto total de 249 millones de euros, de los cuales la UE pagará 134 millones de euros.
Se cuentan entre ellos iniciativas para restaurar los bosques mediterráneos a orillas del Tajo, para preservar los ecosistemas del Pirineo, para mejorar la «conectividad ecológica» en el Camino de Santiago o la biodiversidad de los olivares y proteger el humedal conquense de la Laguna del Hito o la alondra de Dupont.
Junto a estos, Europa tambien aportará aportarán 78 millones de euros a 45 proyectos LIFE de medio ambiente y eficiencia de recursos. En este caso, 13 de esos proyectos tendrán firma española, vinculados a la reutilización de tintas para la industria cerámica, la evaluación del riesgo ante la exposición a nanopartículas en plantas industriales, cargar acuíferos con aguas residuales o gestionar el riesgo de inundaciones en el Ebro y para eliminar sustancias químicas de los caudales.
También se invertirán fondos comunitarios en reducir el ruido submarino en el Puerto de Cartagena, en estudios sobre biorremediación para descontaminar vertederos inoculando hongos o para reutilizar la salmuera procedente de la desalinización, entre otros.


Desde el punto de vista de la gobernanza e información ambiental, ocho serán los proyectos que recibirán fondos europeos, entre ellos una iniciativa para obtener mejor información que permita recuperar las poblaciones de conejos ibéricos, que han caído un 90% en los últimos 70 años.
En el epígrafe de adaptación al cambio climático se destinarán fondos comunitarios a cinco proyectos españoles para mejorar la resiliencia de los bosques y de los vertederos, proteger las zonas costeras de Canarias de inundaciones, reforzar los sistemas agroforestales y eliminar los vertidos de las plantas de tratamiento de aguas en áreas urbanas en caso de inundaciones, así como para adaptar al cambio climático los bosques de pino carrasco.
En total, 17 proyectos en Europa se beneficiarán de estas ayudas que ascienden a casi 30 millones de euros para “mejorar la adaptación de los bosques a los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento de las capacidades de adaptación climática de la infraestructura sanitaria europea”.
Por último, recibirán fondos europeos cinco proyectos con sello español en materia de mitigación del cambio climático relativos a la recuperación de los cultivos de chopos de La Vega de Granada, el uso de residuos cárnicos para generar hidrógeno renovable como combustible, la recuperación del calor residual de la fabricación de hierro y acero, la mejora de la sostenibilidad de los sistemas de aire acondicionado o el recorte de emisiones en la agricultura.
«Las crisis interconectadas del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación son los desafíos que definen nuestro tiempo. Para abordarlos, necesitamos una transformación profunda de nuestras sociedades y economías», declara el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, quien subraya que los proyectos LIFE son un ejemplo de «impacto sobre el terreno».
