Las sesiones del Foro Económico Mundial en Davos abordan la necesidad urgente de un futuro sostenible, y aunque el agua como temática brilló por su ausencia, los temas de un desarrollo ligado a la economía verde se posicionaron como narrativa principal en el encuentro económico



El Foro Económico Mundial 2022 continúa celebrándose en Davos, Suiza. La cita anual donde políticos, empresarios y activistas lleva desde el lunes siendo escenario de mesas redondas y amplificador de discursos. El Foro llevaba dos años sin celebrarse presencialmente debido a la pandemia y es ahora que todos los involucrados intentan abordar temas sociopolíticos y por supuesto, económicos. Este año el medioambiente, cambio climático, economía circular y la necesidad de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible han acaparado buena parte de las sesiones.
Aunque la temática centrada únicamente en el agua ha brillado por su ausencia como tema central, en casi todas las mesas se ha hablado de la emergencia hídrica. Y por supuesto, la energía verde ha sido una temática recurrente y prioritaria en Davos 2022. Desde políticos hasta empresarios las promesas climáticas destacan en los debates y discursos del Foro Económico Mundial 2022.
El martes durante su discurso, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, declaró tajantemente que: «La crisis climática no puede esperar». Von der Leyen admitió que si bien Europa afronta una urgencia por dejar atrás los combustibles fósiles debido a la invasión de Rusia a Ucrania, la presidenta dijo que la Unión Europea ya ha fijado su rumbo hacia la neutralidad climática.
Von der Leyen afirmó que el «Pacto Verde Europeo ya es ambicioso». Pero que con la propuesta de REPowerEU presentada la semana pasada Europa invertirá 300.000 millones de euros para «eliminar gradualmente los combustibles fósiles rusos y acelerar la transición ecológica». La presidenta de la Comisión Europea también recordó que «casi una cuarta parte de la energía que consumimos en Europa ya proviene de fuentes renovables». Aún así Von der Leyen prometió frente a los distintos actores políticos, empresariales y activistas que esa cuota alcanzará hasta el 45% en 2030.


El presidente de España, Pedro Sánchez, también acudió a Davos. Sánchez, que ya ha participado dos veces en el Foro Económico Mundial, hizo coincidir su intervención con la aprobación este martes del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) sobre chips y microconductores. El anuncio de la inversión gubernamental de más de 12.000 millones de euros por parte de Sánchez en Davos se hizo a la vez que el presidente español tenía en la agenda reuniones con los consejeros delegados de cuatro empresas de referencia en el sector de microchips: Intel, Qualcomm, Micron y Cisco.
Sánchez también aprovechó la oportunidad para explicar dónde pretende invertir los fondos europeos y destacar el crecimiento en energías renovables en España. El presidente de Gobierno presumió que el 50% de la energía producida en España es verde y anunciar una inversión gubernamental de 30.000 millones en este rubro.
El cambio climático se frena en casa
Además de la participación de Pedro Sánchez en el Foro Económico Mundial, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, Teresa Ribera, también participó en una mesa de debate. La sesión, titulada La acción climática empieza en casa se llevó a cabo la mañana de este miércoles y fue moderada por Helena Leurent, directora de Consumers International. Además de Ribera, participaron Alejandro Daly del proyecto Bogotá Hub, Shireen El Khatib directora ejecutiva de Majid Al Futtaim (una sociedad de cartera emiratí) y la directora de sostenibilidad de Unilever, Rebecca Marmot.
La mesa, que tenía como objetivo dar claridad a los consumidores de cómo lograr empoderar a los ciudadanos para que vivan, compren, coman y jueguen de formas que sean mejores para el planeta. Además de mostrar las vías estratégicas para la descarbonización del lado de la demanda.
Ribera, quien portaba un pin en la solapa con el símbolo de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, se presentó en la mesa diciendo que lleva más de 20 años trabajando en temas medioambientales y de sostenibilidad. «Me gustaría decir que este debate es muy importante ya que debemos saber todos hacia dónde vamos a ir», dijo Ribera.
La ministra pidió a los activista ambientales que no se queden en la protesta, sino que también lleguen a las mesas con propuestas y añadió que la gente joven no debe desalentarse. «Los ciudadanos deben estar informados como consumidores y actores de cambio», dijo contundentemente la ministra.
Ribera explicó que en su opinión los cambios se enfrentan a cuatro barreras principalmente: hay una gran zanja entre los titulares y las acciones. «Te encuentras que cuando vas a implementar, convencer a la ciudadanía de los cambios al estilo de vida no es tan fácil». Esto según Ribera explicó, se debe a la segunda barrera que es una falta de conocimiento.
Ribera también arguyó que se tiene que cambiar el pensar que «prosperar es sinónimo de crecer ya que se quedan atrás los límites de la sostenibilidad». Además agregó que: «Necesitamos asegurarnos que la gente se beneficie de los cambios casi de forma inmediata, de otra manera será muy difícil convencer al consumidor» La última barrera para la ministra es buscar la equidad y las oportunidades dignas para todos. Ribera expresó que existe una necesidad de desarrollar alternativas no porque no hay opción, si no porque es para mejorar.
Aunque el agua es primordial para un futuro económico, sostenible y medioambiental las mesas y debates sobre el tema en Davos se redujeron a una única sesión. El miércoles, intervinieron en la mesa el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte; Poul Due Jensen, presidente de la empresa de bombas hidráulicas Groundfos; Elizabeth Wathuti, activista de la iniciativa Green Generation; el director ejecutivo de Coca-Cola, James Quincey, y el ministro de Singapur Tharman Shanmugaratnam.
El debate titulado Un futuro de agua potable tuvo una duración de 45 minutos y abordó la importancia de concienciar a la población sobre el valor del agua, además de cómo las acciones para frenar la emergencia climática están intrínsecamente ligadas con el agua. Wathuti pidió a las empresas que apoyaran las iniciativas ciudadanas a menor escala y que predicaran con el ejemplo. Rutte por su parte habló de cómo los gobiernos, incluido el suyo, deben hacer del agua un tema prioritario en la agenda, cuestión que Shanmugaratnam secundó.
Por su parte Quincey habló de lo necesario que es que los gobiernos encuentren soluciones a microescala con respecto al agua y dijo que «aunque el tema no sea tan sexy como llegar a Marte, las empresas debemos priorizar también el asunto». Due Jensen quiso hacer énfasis en que la tecnología para lograr la accesibilidad al agua potable y el cuidado de la misma ya existe, solo falta la voluntad empresarial y gubernamental para emplearlas. Due Jensen puso de ejemplo un programa de Groundfos en el que se ha provisto a comunidades de una bomba hidráulica capaz de extraer y purificar el agua subterránea.
