El sector ganadero reivindica la labor de la ganadería extensiva durante todo el año para luchar contra los incendios forestales. Un ‘ejército’ de 15 millones de efectivos que puede eliminar el 90% del combustible vegetal que acumulan los montes y alimenta al fuego



España afronta su segunda ola de calor del verano con el consiguiente agravamiento del riesgo de incendios forestales que en lo que va de año ya han quemado casi tantas hectáreas como en todo 2021, según datos del Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (EFFIS) y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
La superficie arrasada en este primer semestre multiplica por cinco la media de los últimos años y solo en el último mes, en España se han quemado más de 62.800 hectáreas, con Sierra Bermeja, en Málaga, y la Sierra de la Culebra, en Zamora como focos principales.
Para combatir este drama que se repite con más intensidad y frecuencia cada año el sector agroganadero quiere poner en valor «un cuerpo de élite rural con más de 15 millones de efectivos» para evitar y prevenir los incendios forestales acabando con el combustible vegetal que acumulan los bosques españoles por falta de gestión.
Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) quieren reivindicar la importante labor de pastores/as y ganadería extensiva para la prevención de incendios en el medio rural. “Apostar por el consumo de carne y leche de ganadería extensiva contribuye a evitar incendios”, afirma Ángeles Santos, ganadera extensiva y responsable en la Comisión Ejecutiva de COAG.
El pastoreo durante todo el año puede llegar a reducir hasta el 90% del “combustible forestal” en bosques, sotobosques y montes bajos
Las cabras adultas se alimentan con 1,5 a 2,5 kg diarios de hierba seca (entre 350 y 1500 g de hojas y brotes de matorrales), mientas que las ovejas adultas en pastoreo pueden consumir de 2 a 3 kg de materia seca diaria (matorral y especies leñosas).
Las labores de pastoreo convierten a los ganaderos y ganaderas en vigilantes permanentes, al tiempo que contribuyen a limpiar el monte de material combustible, sobre todo en zonas de difícil acceso. Igualmente, la acción del ganado controlada por los pastores/as mantiene además las áreas cortafuegos, provocando discontinuidades en las masas forestales que impiden la propagación de los incendios.
“Gracias al ganado, no sólo se previenen incendios, sino que, cuando ocurren, son más pequeños y más fáciles de controlar. Si estas zonas están gestionadas, las maniobras de extinción se podrán hacer de forma más segura”, ha precisado Santos.
«El pastoreo de ovejas y cabras no es que sea la mejor forma de prevenir incendios, es que es la más sostenible»
Además, la presencia del ganado en el monte tiene muchos beneficios ambientales, ya que favorece la biodiversidad, contribuye a la dispersión de semillas, mejora la estructura del suelo y reduce la erosión y la desertización.
Todo ello, sin olvidar su contribución al desarrollo rural sostenible y a la fijación de población en el medio rural. Y no sólo eso, la acción desbrozadora de la ganadería ovina y caprina permite transformar en carne de calidad, rica y sabrosa, un recurso que de otra forma supone un peligro medioambiental.
“El pastoreo de ovejas y cabras no es que sea la mejor forma de prevenir incendios, es que es la más sostenible. Gobierno y Comunidades Autónomas no pueden reducir la gestión de incendios a una estrategia reactiva, circunscrita a los meses de verano y a extinguir los incendios que se producen. Es vital que durante todo el año se adopten medidas preventivas implicando a todos los segmentos de la sociedad. Y, para ello, necesitamos un apoyo decisivo a la ganadería extensiva y al pastoreo, a las denominadas ovejas-bomberas, un cuerpo de élite rural con 15 millones de efectivos ”, ha subrayado la responsable de COAG.
