3.000 centros sanitarios de 18 países han asumido el compromiso público de reducir las emisiones a la mitad para 2030 y de alcanzar el nivel cero a más tardar en 2050. La huella climática del sector sanitario equivale al 4,4 % de las emisiones netas mundiales



La alianza Salud Sin Daño, que trabaja para reducir la huella ambiental de la asistencia sanitaria en todo el mundo, se ha unido al programa ambiental Race to Zero, campaña mundial respaldada por la ONU que reúne a actores no estatales (empresas, ciudades, regiones e instituciones financieras y educativas) para adoptar medidas rigurosas e inmediatas para reducirlas emisiones globales.
Cerca de 40 instituciones sanitarias una de todo el mundo, que representan colectivamente a más de 3.000 centros sanitarios de 18 países, han asumido el compromiso público de reducir las emisiones a la mitad para 2030 y de alcanzar el nivel cero a más tardar en 2050, acreditado por los estrictos criterios de participación en esta campaña global de ‘carrera hacia al cero’. Y se espera que en los próximos meses sigan incorporándose más entidades.
Las organizaciones sanitarias, que abarcan seis continentes, representan a diversas instituciones, como hospitales individuales, sistemas sanitarios privados y departamentos de salud provinciales. Estas instituciones sanitarias se unen a otros miembros de la campaña que suman casi 4.000 entidades de diversos sectores y abarcan más del 15% de la economía mundial y dos tercios de las emisiones mundiales. La campaña Carrera hacia el cero (Race to Zero), respaldada por las Naciones Unidas, es la mayor alianza fuera de los gobiernos nacionales comprometida con la reducción a la mitad de las emisiones mundiales para 2030, y con la consecución de un mundo sin emisiones de carbono, en línea con el Acuerdo de París.
Sector clave
La descarbonización del sector sanitario es fundamental para reducir las emisiones mundiales. Según un informe de Salud sin daño, la huella climática del sector equivale al 4,4 % de las emisiones netas mundiales, y la mayor parte procede de los combustibles fósiles utilizados en las operaciones de las instalaciones, la cadena de suministro y la economía en general.
Para guiar la descarbonización de la sanidad, Salud sin daño ha elaborado una hoja de ruta que demuestra cómo la aplicación de siete acciones de alto impacto puede reducir las emisiones del sector en 44 gigatoneladas a lo largo de 36 años, lo que equivale a mantener más de 2.700 millones de barriles de petróleo en el suelo cada año. Para lograr este impacto colectivo, Salud sin daño ofrece un conjunto de herramientas, recursos y plataformas de colaboración para que las instituciones sanitarias midan, gestionen y reduzcan su huella climática.
«Estamos encantados de que estas instituciones sanitarias se hayan unido a Race to Zero. Como sanitarios en primera línea de la emergencia climática, su liderazgo es fundamental para acelerar la transición hacia una economía más sana, más limpia y más resiliente con cero emisiones de carbono», señaló en el acto de adhesión Gonzalo Muñoz, paladín del clima de alto nivel de la COP25, alto representante de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático e impulsor de la campaña Race to Zero.
«Los héroes de la salud que nos están guiando en el camino de la recuperación de la crisis por la pandemia son los mismos que pueden ayudarnos a salir de la crisis climática. Están demostrando este liderazgo forjando soluciones climáticas para conseguir hospitales y personas sanas, y un planeta sano y más equitativo», señaló Sonia Roschnik, directora de Política Climática Internacional de Salud Sin Daño.
«Al unirse a la Carrera hacia el cero, estas instituciones sanitarias envían un fuerte mensaje de que la comunidad sanitaria forma parte de la solución. Así es como puede ser una recuperación saludable», concluyó María Neira, Directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.