El turismo celebra su Día Mundial con el foco puesto en su capacidad de garantizar un crecimiento inclusivo, en el que no se deje a nadie atrás cuando el mundo empiece a reabrirse de nuevo. El sector encara el futuro con un llamamiento urgente a todos los agentes interesados para que se comprometan con una década de acción climática del turismo en la COP26



El Día Mundial del Turismo, que se celebra cada año el 27 de Septiembre, se centra este 2021 en el Turismo para un Crecimiento Inclusivo, para celebrar la capacidad única del turismo de garantizar que no se deje a nadie atrás cuando el mundo empiece a reabrirse de nuevo y a encarar el futuro.
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto social y económico colosal. Economías desarrolladas y en desarrollo han sido golpeadas, y la peor parte se la han llevado los grupos marginados y las personas más vulnerables. La reactivación del turismo ayudará a impulsar la recuperación y el crecimiento, pero es esencial que los beneficios que se generen se distribuyan de manera amplia y justa. «Tenemos la oportunidad de ir más allá de las estadísticas de turismo y reconocer que, detrás de cada número, hay una persona», señalan desde la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Un reto mundial
Los miembros más vulnerables de la sociedad han sido los que más dificultades han tenido para enfrentarse a los efectos socioeconómicos de la pandemia. Además, los trabajadores y trabajadoras con baja remuneración, la juventud, las personas mayores, las comunidades indígenas y las personas con distintas capacidades, también tienen menos posibilidades de contar con recursos u oportunidades para superar la adversidad. La OMT quiere poner en valor con el lema de este año el deber de todos los agentes turísticos de garantizar que, cuando vuelva el crecimiento, mejore de verdad la vida de las personas.
La OMT está plenamente comprometida con la Década de acción de las Naciones Unidas cuyo objetivo es cumplir los objetivos globales, y resalta el papel del sector en una recuperación inclusiva. El turismo tiene una capacidad singular de asegurar que no se deje a nadie atrás, con gran implicación en los avances de los ODS especialmente en los objetivos 1 (fin de la pobreza), 5 (igualdad de género), 8 (trabajo decente y crecimiento económico) y 10 (reducir las desigualdades).
Para que la reactivación y el crecimiento del turismo sean lo más inclusivos posible, la OMT se centra en tres esferas, alianzas, sensibilización y futuro.
La importancia del turismo nunca ha estado más clara. Es hora de que el sector tenga un mayor papel en otros aspectos de la agenda del desarrollo. Sumándose a la reforma de las Naciones Unidas para fortalecer el apoyo que brindan a los países, las alianzas con otros organismos del sistema, como son el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización Internacional del Trabajo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y ONU Mujeres, así como con organizaciones internacionales, son clave para garantizar que los beneficios que genera el turismo se perciban fuera del propio sector y ayuden a impulsar un mayor progreso.
Hay que seguir avanzando en la sensibilización acerca de la importancia del turismo como motor de desarrollo al máximo nivel político. En este sentido, el Día Mundial del Turismo de 2021 ofrece una oportunidad a los gobiernos de todo el mundo de promover el papel del turismo en el crecimiento inclusivo y buscar la forma de seguir avanzando.
En cuanto al futuro hay que desplegar el potencial del ecosistema turístico y su extensa cadena de valor, así como facilitar las inversiones, son formas de lograr un crecimiento más inclusivo y sostenible en nuevas áreas, inclusive para comunidades tradicionalmente marginadas. Además, se tratará de expandir el acceso a la educación turística y ofrecer formación específica para el sector para brindar a todos y todas la oportunidad de beneficiarse del futuro crecimiento del turismo
La Declaración de Glasgow: una década de acción climática en el turismo


De cara a la celebración, el próximo mes de noviembre de la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas para el cambio climático, la COP26, la Organización Mundial del Turismo acaba de lanzar la Declaración de Glasgow sobre la Acción Climática en el Turismo. Una Declaración, redactada de forma colaborativa por un grupo de destacadas organizaciones, que se convierte en un llamamiento urgente a todos los agentes interesados para que se comprometan con una década de acción climática en el turismo.
Los signatarios de la Declaración de Glasgow sobre la Acción Climática en el Turismo se comprometen a actuar ahora y a acelerar la acción climática para reducir las emisiones globales del turismo al menos a la mitad en la próxima década y alcanzar un valor cero tan pronto como sea posible antes de 2050. En particular, cada signatario se comprometerá a preparar un plan concreto de acción por el clima, o un plan actualizado, en el plazo de doce meses desde la firma. Los planes estarán alineados con las vías propuestas de medición, descarbonización, regeneración, colaboración y financiación, que acelerarán la capacidad transformadora del turismo.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) advierte de que las emisiones del turismo correspondientes al transporte podrían aumentar, según las previsiones, en un 25% para 2030 con respecto a los niveles de 2016
La Declaración, que se presentará oficialmente en la Conferencia sobre Cambio Climático (COP26) en noviembre, señala que “una transición justa a un valor cero antes de 2050 solo será posible si el turismo, al recuperarse, acelera la adopción de modalidades de producción y consumo sostenibles y redefine nuestro éxito futuro para considerar no solo el valor económico, sino más bien la regeneración de los ecosistemas, la biodiversidad y las comunidades”.
Zurab Pololikashvili, secretario general de la OMT, ha destacado que “todos reconocemos que el turismo tiene un papel importante que desempeñar. Es altamente vulnerable al cambio climático y contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, a la vez que está bien situado para contribuir a la adaptación. Pero ninguna organización puede afrontar el reto por sí sola. Por eso necesitamos trabajar juntos con urgencia, con un enfoque coherente en todo el sector, para acelerar el cambio y, por lo tanto, animo a los agentes del turismo a suscribir la Declaración de Glasgow sobre la Acción Climática en el Turismo”.
Jeremy Smith, cofundador de Tourism Declares a Climate Emergency, ha insistido en que “todos en el turismo tienen una función que desempeñar a la hora de abordar la emergencia climática. Es hora de que los grandes actores del sector se unan para acelerar la acción climática, ya sean aerolíneas, hoteles, cruceros, ferris, trenes o empresas de automóviles, operadores y agencias de viajes, organismos gubernamentales e instituciones, asociaciones, consorcios, donantes y entidades financieras o círculos académicos. Resulta crucial que trabajemos hoy todos juntos para transformar el impacto climático del turismo, su competitividad, sostenibilidad y resiliencia”.
La necesidad de contar con un enfoque coherente en todo el mundo respecto a la acción climática en el turismo ha quedado clara, especialmente gracias al estudio sobre las emisiones de CO2 llevado a cabo por la OMT y el ITF y presentado en la COP 25 de la CMNUCC en diciembre de 2019. Ahí se mostró que las emisiones del turismo correspondientes al transporte podrían aumentar, según las previsiones, en un 25% para 2030 con respecto a los niveles de 2016, cuando el escenario de ambición actual es muy distinto.
En 2020, se adoptó la Visión de One Planet para una recuperación responsable del sector turístico, con el objetivo de que, al salir de la crisis, el sector fuera más fuerte y más sostenible. La acción climática es un elemento central de esa Visión, que reclama el seguimiento y la información sobre las emisiones de CO2 del turismo, la promoción de la introducción de metas con base científica, la aceleración de la descarbonización de las operaciones turísticas y la participación del sector turístico en la eliminación del carbono.
La Declaración de Glasgow sobre la Acción Climática en el Turismo conjuga las últimas investigaciones y los conocimientos expertos a nivel mundial para galvanizar la acción climática.
España invierte 2.000 millones en turismo sostenible
España cuenta con una nueva Estrategia de Sostenibilidad Turística en Destino, que sentará las bases de un nuevo modelo turístico para transformar los destinos de acuerdo a criterios sostenibles alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ‘España Puede’.
Conscientes de que el futuro del turismo será sostenible o no será, en los próximos tres años se invertirán más de 1.900 millones de euros en nuestros destinos turísticos para reforzar su sostenibilidad en su triple dimensión: medioambiental, socioeconómica y territorial.
Desde nuestros destinos de sol y playa más internacionales a los pueblos del interior, pasando por las grandes ciudades y destinos urbanos con identidad turística, el objetivo es transformarlos en verdaderos polos de innovación y atracción turística más resistentes frente a retos como el cambio climático y la digitalización, y que contribuyan a diversificar nuestra oferta y desestacionalizar la demanda para atraer a un turista de mayor gasto.
La Estrategia de Sostenibilidad Turística en Destinos responde a dos objetivos generales. En primer lugar, apoyar a los destinos turísticos españoles, cualquiera que sea su escala y el tipo de demanda al que responda, en un proceso de transformación que los conduzca a convertirse en polos de innovación turística capaces de integrar en su oferta la sostenibilidad medioambiental, socioeconómica y territorial, y de desarrollar estrategias de resiliencia frente a los nuevos retos del ecosistema turístico, desde el cambio climático, hasta la sobredemanda turística o las crisis sanitarias y de seguridad.
El segundo objetivo es alcanzar una mayor cohesión territorial, no solo relacionando la oferta y los destinos de cada territorio, sino creando conexiones entre los destinos de distintas regiones. En este sentido, la Estrategia de Sostenibilidad busca un desarrollo equilibrado del potencial turístico en el conjunto del territorio, al tiempo que pretende consolidar vínculos de solidaridad en el interior de las comunidades, de manera que contribuyan a la solución de problemáticas comunes.
El resultado final será un cambio de modelo a través de la mejora del capital natural turístico que tendrá mucho que decir en materia de reducción de emisiones, mejora en la gestión de agua y desechos, mejora de los ecosistemas y actuaciones de prevención y mitigación del cambio climático.
