Durante el mes de diciembre, la localidad gallega verá como el entorno que rodea a su punto limpio se reforesta y sanea con 840 ejemplares de cinco especies arbóreas que, además, protegerán la biodiversidad y darán dar oportunidades laborales a personas en riesgo de exclusión



La localidad alicantina de Pego sufrió en el 2015 un importante incendio que arrasó más de 1.700 hectáreas de monte. Sin embargo, el verdadero punto de inflexión vino un año después de la mano la Fundación Aquae y la gestora del agua Hidraqua cuando transformaron la catástrofe en una oportunidad por recuperar y cuidar lo verde.
Así, con el proyecto Sembrando Oxígeno iniciaron la repoblación de ocho hectáreas de la región con 5.000 árboles autóctonos que un lustro después han capturado unas 30 toneladas de dióxido de carbono, y las estimaciones apuntan a que llegará a compensar cerca de 150 toneladas en los próximos 30 años.
Y al igual que ocurre con los árboles, las semillas de este proyecto no solo germinaron en Alicante, sino que se extendieron a lo largo y ancho de la geografía española, llegando hasta Galicia, donde Sembrando Oxígeno ha realizado su última actuación.
En concreto, la iniciativa plantará en la localidad orensana de Muíños 840 árboles nobles durante el mes de diciembre con el fin de sanear y restaurar forestalmente el entorno del Punto Limpio de recogida de residuos del municipio.
“Esta es la primera acción llevada a cabo en la comunidad gallega por Fundación Aquae y contará con el apoyo de la Sociedade Provincial de Augas e Medio Ambiente, AquaOurense, del ayuntamiento de la localidad y de la diputación orensana”, destacan desde la Fundación Aquae.
La repoblación forestal, que se realizará con técnicas de bajo impacto ambiental, afectará a una superficie de unos 12.000 metros cuadrados del paraje conocido como Monte Torrente. Se plantarán 840 ejemplares de cinco especies distintas: 240 robles melojo (Quercus pirenaica), 200 nogales (Juglans regia), 200 castaños (Castanea sativa), y 200 majuelos (Crataegus monogyna), sin superar las 600 plantas por hectárea.


Además de recuperar la vegetación arbórea perdida en más de 10.000 metros cuadrados de superficie forestal degradada, las finalidades de la plantación incluyen proteger el suelo, fomentar la biodiversidad y crear masas forestales mixtas capaces de hacer frente a los efectos del cambio climático y evitar potenciales desastres naturales. Consecuencia última de esta reforestación será la absorción de alrededor de 200 toneladas de dióxido de carbono en los próximos 30 años.
Asimismo, la plantación de Muíños pondrá de nuevo en práctica uno de los fines de Sembrando Oxígeno: dar oportunidades laborales a personas en riesgo de exclusión. En esta ocasión, la Fundación Aquae y AquaOurense se apoyarán en ASPAMADIS, Centro Especial de Empleo integrado en CEGASAL, referente en la promoción de iniciativas empresariales sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es promover el empleo de personas con discapacidades y en riesgo de exclusión social e incorporarlos a la actividad económica, social y empresarial de Galicia. Serán ellos quienes completen las tareas de sembrado del nuevo bosque gallego.
Desde la Fundación adelantan que a la iniciativa en Muíños se sumará en breve una nueva plantación de árboles en el término municipal de Beneixama (Alicante). Con ella se recuperarán más de 15.000 metros cuadrados de superficie forestal del paraje de El Puntal, lo que permitirá absorber 76 toneladas de CO2 durante las tres próximas décadas.
La reforestación de Beinexama, promovida por Hidraqua y Fundación Aquae, con la colaboración del ayuntamiento de la localidad, contempla la plantación de 800 árboles de cuatro especies autóctonas nobles.
Desde 2015, Fundación Aquae ha compensado más de 800 toneladas de dióxido de carbono y ha reducido en más de un 83% su indicador de huella de carbono. Estos datos son resultado de las acciones de Sembrando Oxígeno, proyecto que viene realizando reforestaciones año a año en diversas comunidades autónomas, recuperando masa forestal y repoblando zonas devastadas por incendios.
Tan solo en 2020 se plantaron 1.550 árboles autóctonos –con Hidralia en Manilva (Málaga) y con Aquona en el paraje de La Candeleda (Zamora)– que permitirán absorber 255 toneladas de CO2 en las tres próximas décadas.
