Líderes mundiales, científicos, empresarios, autoridades sanitarias y actores de la cadena de valor agroalimentaria de todo el mundo se comprometieron este jueves a impulsar la transformación de los sistemas alimentarios para acabar con el hambre y salvar al planeta



Representantes de todo el espectro social del mundo se han dado cita este jueves en la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, convocada en 2019 por el Secretario General de las Naciones Unidas y celebrada en el marco del debate de alto nivel de la Asamblea General con el objetivo de diseñar medidas encaminadas a producir alimentos más saludables y asequibles para toda la población mundial con métodos menos dañinos para el medio ambiente.
Un encuentro en el que se han comprometido a urgir el diseño de nuevas medidas y estrategias para crear sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos mediante alianzas de los distintos sectores económicos con los agricultores, las comunidades indígenas y todos los actores de la cadena que va desde la producción hasta la ingestión de los alimentos.
Sistema alimentarios que redunden en salud y bienestar para todos, que sean capaces de satisfacer la demanda mientras protegen al planeta y que cimenten de la prosperidad de los miles de millones de personas que trabajan en el sector de la alimentación
Guterres ha destacado los absurdos del sector alimentario de la actualidad, en el que millones de personas pasan hambre y miles de millones más no tienen los recursos para comprar comida saludable, mientras un tercio de la comida que se produce se va a la basura. Además, hay miles de millones de personas con sobrepeso u obesidad y cientos de millones por debajo de un peso sano.
Finalmente ha añadido que para empeorar una situación que ya era grave, llegó la pandemia de COVID-19 y agudizó las desigualdades, mermó las economía y empujó a millones de personas más al hambre y la pobreza extrema.
“Debemos construir un mundo en el que haya alimentos saludables y nutritivos disponibles y asequibles para todos, en todas partes”, ha sentenciado.
Pero esto, no debe ser a costa de la naturaleza, ha recalcado, refiriéndose al papel de los sistemas alimentarios en el calentamiento de la Tierra al producir un tercio de la emisiones de gases de efecto invernadero, además de ser responsables del 80% de la pérdida de biodiversidad.


En este sentido el presidente de Naciones Unidas ha delineado tres prioridades para la transformación de los sistema alimentarios: que redunden en salud y bienestar para todos, que sean capaces de satisfacer la demanda mientras protegen al planeta y que cimenten de la prosperidad de los miles de millones de personas que trabajan en el sector de la alimentación.
“Las dietas nutritivas y diversas a menudo son demasiado costosas o inaccesibles, lo puede llevar a que la gente tome malas decisiones o que no tengan ninguna opción. Insto a los gobiernos y las empresas a trabajar juntos para aumentar el acceso a dietas saludables y a estimular nuevos comportamientos”, ha apuntado.
De la guerra con el planeta, ha insistido en que es imprescindible terminarla y los sistemas alimentarios pueden ayudar a construir esa paz.
Héroes olvidados
Con respecto a los trabajadores del sector alimentario, el Secretario General recordó que no sólo están en el campo, sino en el transporte de la comida, su venta en el mercado o su entrega en las casas.
Enfatizó que fueron esas personas quienes se encargaron de mantener activa la producción y distribución de alimentos durante los confinamientos y limitaciones impuestos por la pandemia.
“Estos hombres y mujeres han sido los héroes olvidados de los últimos 18 meses. Con demasiada frecuencia, estos trabajadores están mal pagados, incluso explotados”, recalcó Guterres.
Para cambiar esta situación, añadió, hace falta reevaluar el enfoque de los subsidios agrícolas y el apoyo al empleo para los trabajadores de esa industria.
Colaboración público-privada para cambiar los sistemas alimentarios
Guterres ha exhortado a formar alianzas entre los sectores público y privado y la sociedad civil en su conjunto. “Necesitamos que la gente se involucre y sea el centro de nuestros sistemas alimentarios: familias, pastores, trabajadores, pueblos indígenas, mujeres, jóvenes”, listó.
“Cambiar los sistemas alimentarios no sólo es posible, es necesario”
La Cumbre sobre Sistemas Alimentarios ha servido de foro para exponer y poner en marcha las medidas que propulsarían el avance hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cada uno de los cuales depende hasta cierto punto de que se adopten sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos.
Las estrategias parten del entendido de que un sistema alimentario abarca a todas las personas y todos los procesos involucrados en el cultivo, la cría o la elaboración de alimentos y su ingestión final, desde los agricultores hasta los recolectores de frutas y los cajeros de los supermercados, o desde los molinos de harina hasta los camiones refrigerados y las instalaciones de compostaje del vecindario.
Las discusiones para desarrollar las medidas comenzaron hace un año y medio en 148 países y contaron con la participación de más de 100.000 personas de una amplia gama de la sociedad.
Entre los propósitos de esas provisiones están crear conciencia de la necesidad de que las sociedades en su conjunto trabajen unidas para cambiar la producción y consumo de alimentos, y elaborar principios que orienten a los gobiernos y otras partes involucradas hacia la transformación.
Las propuestas planteadas se aglutinan en cinco vías de acción:
- Garantizar el acceso a alimentos sanos y nutritivos para todos
- Adoptar modalidades de consumo sostenibles
- Impulsar la producción favorable a la naturaleza
- Promover medios de vida equitativos
- Crear resiliencia ante las vulnerabilidades y tensiones
