Sostenibilidad y salud, ejes de la Semana Europea de la Movilidad - EL ÁGORA DIARIO

Sostenibilidad y salud, ejes de la Semana Europea de la Movilidad

Arranca la Semana Europea de la Movilidad bajo el lema “Por tu salud, muévete de forma sostenible”, con el foco en la sostenibilidad, la seguridad, y la salud física y mental vinculada con las formas de desplazarse de manera sostenible por la ciudad


20 años han pasado ya desde que la Comisión Europea puso el foco en la movilidad urbana como un aspecto decisivo para el desarrollo sostenible de una ciudad, con especial preocupación por la calidad del aire y el impacto que esta contaminación tiene sobre la salud de los urbanitas. De hecho, la mayoría de las personas considera que la congestión del tráfico es la principal causa del deterioro de las condiciones de vida en nuestras ciudades.

De ahí que las autoridades comunitarias hagan un llamamiento cada año desde 2000 para sensibilizar, tanto a los responsables políticos como a los ciudadanos, sobre las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche en la ciudad, tanto para la salud pública como para el medio ambiente, y los beneficios del uso de modos de transporte más sostenibles como el transporte público, la bicicleta y los desplazamientos a pie.

Este año la Semana Europea de la movilidad se celebra en toda Europa del 16 al 22 de septiembre, realizando actividades para promocionar la movilidad sostenible y fomentando el desarrollo de buenas prácticas y medidas permanentes; además, el 22 de septiembre se celebra ¡El día sin coches!, origen de esta iniciativa europea, que pretende encontrar nuevas soluciones a los problemas asociados al aumento del tráfico en las ciudades.

El tema elegido por la Comisión Europea para la campaña de este año 2021 es “Movilidad sostenible, saludable y segura” y el lema de la campaña es «Por tu salud, muévete de forma sostenible«.

España líder en participación

La nueva estrategia de movilidad pretende abordar los desafíos del sector para 2030.

España, desde hace muchos años, lidera la participación en la Semana Europea de la Movilidad.

El año pasado de las 2.945 ciudades europeas participantes 531 ciudades fueron españolas, con 1.890 medidas permanentes presentadas. Estas medidas permanentes son un criterio impulsado por la coordinación española, desde el año 2001 para dar credibilidad y corresponsabilidad al proyecto.

Hay que destacar, como en otras ediciones, la participación de la sociedad civil, organizaciones sociales, instituciones y empresas, que realizan durante la SEM, actividades relacionadas con la movilidad sostenible para concienciar a los ciudadanos en sus áreas de influencia, sobre el beneficio individual y colectivo del cambio de comportamiento a la hora de elegir un modo de transporte no contaminante.

En esta línea resalta el apoyo a las Mobility Action, que son buenas prácticas sobre movilidad en empresas, organizaciones sociales e instituciones (no ayuntamientos), iniciativa que ha sido promovida por la coordinación española y difundida a toda Europa.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, un año más, como coordinador nacional del proyecto europeo, es el responsable de la difusión y promoción de esta iniciativa, que se enmarca en las políticas que está llevando a cabo, tanto en materia de calidad del aire, cambio climático, economía circular, y sostenibilidad local.

Hacia una nueva movilidad

El pasado mes de julio la Comisión Europea propuso objetivos climáticos más ambiciosos que, si se logran, encaminarán las políticas de clima, energía, transporte e impuestos de la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990.

Lograr estas reducciones de emisiones en la próxima década es crucial para que Europa se convierta en el primer continente climáticamente neutro del mundo para 2050 y haga realidad el Pacto Verde Europeo.

Reconociendo que las emisiones del transporte representan el 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la UE, la Comisión se ha fijado el objetivo de alcanzar una reducción del 90% en las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte para 2050. Tal objetivo requerirá cambios significativos en todo el sector del transporte.

Centrándose específicamente en furgonetas y coches, la Comisión ha propuesto la reducción del 55% de las emisiones de los automóviles para 2030, del 50% de las emisiones de las furgonetas y cero emisiones de automóviles nuevos para 2035.

movilidad sostenible

También se promueve el crecimiento del mercado de vehículos de cero y bajas emisiones. En particular, la Comisión busca garantizar que los ciudadanos tengan la infraestructura que necesitan para cargar estos vehículos.

Además, a partir de 2026, el transporte por carretera estará cubierto por el comercio de emisiones, poniendo precio a la contaminación, estimulando el uso de combustibles más limpios y reinvirtiendo en tecnologías limpias.

Menos coches hacen ciudades más respirables

La masiva utilización de combustibles fósiles en los vehículos que nos transportan es la causa principal de la mala calidad del aire que respiramos en nuestras ciudades.

Además del CO₂, los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas (PM) son contaminantes atmosféricos altamente nocivos para la salud. Su incidencia es especialmente preocupante en los núcleos urbanos, donde su concentración es elevada. De hecho, en la mayoría de las ciudades se superan constantemente los valores marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Agencia Europea del Medio Ambiente asocia a la contaminación atmosférica provocada por el uso de combustibles fósiles más de 400.000 muertes prematuras en Europa y más de 30.000 en España. Sin olvidar los problemas de salud generados por los niveles de ruido.

Tal y como detalla la Agencia Europea del Medio Ambiente en algunos de sus informes, la cantidad de esos gases que emanan de los motores de los vehículos se cuentan por millones de toneladas y solo en el 2017 fueron responsables de aportar el 27% de los gases de efecto invernadero lanzados por los 28 países de la Unión Europea.

“Si se eliminan las emisiones marítimas y de la aviación internacional, ese porcentaje se sitúa en el 22%, es decir, casi una quinta parte del total es producido por el transporte por carretera”, destacan en un informe sobre contaminación de los vehículos por carretera.

“De entre todos los vehículos que circulan por carretera, los coches son los principales contaminadores, responsables del 60,7% del total de las emisiones del transporte en carretera de Europa”, añade la AEMA.

Revertir esta situación es un reto que requiere concienciación y actuaciones urgentes. Para lograrlo, entre otras medidas, España apuesta por la implementación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).

Las restricciones a la movilidad que acompañaron la gestión de la pandemia demostraron cómo la ausencia de vehículos y la reducción drástica de la movilidad convirtió las principales ciudades en lugares mucho más seguras, saludables, respirables y habitables.

Esa lección junto con la oportunidad que suponen los Planes de Recuperación, Transformación y resiliencia financiados con los fondos europeos Next Generation abren una ventana de oportunidad para transformar nuestra forma de movernos por las ciudades mucho más sostenible.

A través de los fondos de recuperación se está impulsando gran parte de la transición hacia una economía neutra en carbono donde el modelo tradicional de movilidad también debe transformarse.

En este sentido el Gobierno ha priorizado como primer Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), el del coche eléctrico y conectado, que movilizará unos 24.000 millones de euros en los próximos años en inversión pública y privada.

El desarrollo del PERTE prevé una inversión total de más de 24.000 millones de euros en el periodo 2021-2023, con una contribución del sector público de 4.300 millones de euros y una inversión privada de 19.700 millones de euros, para impulsar al vehículo eléctrico con el que el gobierno considera que el sector “puede aumentar hasta un 15% su peso en el PIB para 2030”.

El objetivo no es otro que crear en España el ecosistema necesario para el desarrollo y fabricación de vehículos eléctricos y conectados a la red, un avance que podría convertir a nuestro país en uno de los centros europeos de la electromovilidad.

La creación de empleo generada por el PERTE podría alcanzar los 140.000 puestos de trabajo y la contribución al PIB se situaría entre el 1% y el 1,7%. En este sentido, el presidente ha explicado que el PERTE del vehículo eléctrico contribuirá en cualquier caso a que la creación y consolidación de puestos de trabajo sea de calidad y a largo plazo, ya que todos los proyectos que se aprueben contendrán una pata formativa para asegurar la cualificación y recualificación de los trabajadores. Además, se va a formar a cientos de miles de jóvenes a través de los nuevos programas de FP dirigidos a este sector, así como a través de los programas de cualificación digital, que se financiarán con los fondos europeos.


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