La inauguración este miércoles de Fitur, una de las ferias de turismo más importantes del mundo, busca relanzar la actividad de un sector que cada vez apuesta más por la sostenibilidad y la digitalización, en estrecha relación con el agua, como formas de asegurar el atractivo de los destinos



El turismo del futuro será sostenible o no será. La reciente pandemia de coronavirus ha servido de aviso al sector sobre la necesidad de adaptar sus actividades al contexto actual, donde la preocupación por el impacto ambiental y social es fundamental tanto para consumidores como para administraciones. Y es que, si los destinos turísticos han tenido que adecuar con paciencia sus entornos a las nuevas medidas y protocolos sanitarios que se han derivado del COVID-19, aun es más importante que logren integrar con éxito en sus modelos de negocio la adaptación y la mitigación del cambio climático.
“El turismo ha sido el sector más afectado por la crisis, así como toda la gente y los empleos que dependen de él. Han sido dos años muy duros, pero vemos que, en el futuro, tendremos que repensar totalmente el sector, y eso es también una gran oportunidad”, ha asegurado esta misma semana Zoritsa Urosevic, directora ejecutiva de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Sostenibilidad y digitalización en Fitur 2022
Sin embargo, esta oportunidad pasa por varias transformaciones fundamentales, en las que será vital apostar por la sostenibilidad y la digitalización. Dos piezas clave del turismo del futuro que estarán precisamente entre los grandes ejes temáticos de la Feria Internacional del Turismo, Fitur 2022, que arranca su 42ª edición este miércoles y se desarrollará en Madrid hasta el 23 de enero. Allí estarán representadas todas las Comunidades Autónomas y habrá también una importante presencia internacional con la participación de 107 países, de los cuales 70 asisten con representación oficial.


Muchos de ellos venderán sus bondades como destino “verde”. De hecho, según destacan los organizadores de Fitur, “a lo largo del evento tendrán un papel muy destacado aspectos relacionados con el desarrollo sostenible”, especialmente aquellos vinculados con la innovación, la tecnología y la transformación digital, imprescindibles para la transformación de los destinos turísticos. Solo así podrá el turismo “tener una verdadera posición de liderazgo como palanca de desarrollo económico y social, en un contexto clave de recuperación a nivel mundial”.
Eso sí, aunque la mayoría de los destinos hablan de transformaciones y promesas de futuro, lo cierto es que en España existen actualmente ejemplos muy claros de proyectos de sostenibilidad turística que pasan por la digitalización y son ya una realidad. En concreto, uno de los mayores exponentes de este turismo renovado es curiosamente la ciudad de Benidorm (Alicante), un clásico del sol y playa español que, a pesar de contar con apenas un 1% de la superficie total del litoral de la Comunidad Valenciana, se ha consolidado en los últimos años como el cuarto destino turístico nacional al tiempo que impulsa un modelo de gestión eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Dinapsis y la digitalización como clave
La experiencia de turismo sostenible Benidorm, que ya se empieza a vender como modelo de éxito para otras ciudades litorales, tiene una conexión muy estrecha con el agua. Y es que, desde el primer momento, el ayuntamiento se ha apoyado en Dinapsis, el centro de innovación para la gestión territorial sostenible que Hidraqua y el grupo Agbar pusieron en marcha en la ciudad alicantina, como palanca para impulsar su nueva imagen turística. El éxito de la apuesta es innegable: gracias a este hub, la urbe se convirtió en 2019 en el primer destino turístico inteligente certificado del mundo, además de obtener el premio “Ciudad Sostenible” de la Fundación Forum Ambiental
La alianza empieza por supuesto con el líquido elemento: gracias a la colaboración entre las autoridades municipales y Dinapsis, Benidorm se encuentra entre las ciudades más sostenibles del país en materia hídrica, como demuestra el hecho de que, en los últimos 25 años, pese a que la población se ha incrementado en un 44%, el suministro de agua se ha reducido un 18%. Para los expertos, este dato demuestra la gestión eficaz del agua que se viene realizando en este municipio, una gestión que debe convertirse en una “imagen de marca turística” para la ciudad.


Pero la labor de Dinapsis va mucho más allá de la gestión del agua para entrar de lleno en la mejora de la sostenibilidad turística. De hecho, Benidorm y el ayuntamiento vecino de Finestrat van a ser los dos primeros municipios de España que tengan una monitorización de indicadores ambientales centrada en el turismo.
En concreto, mediante sensores e imágenes satelitales se podrán controlar casi 200 parámetros ambientales, entre los que están el confort climático del municipio, la calidad del aire, las zonas verdes o la evolución de la línea de costa. “Gracias a ellos, podemos generar un mapa muy visual que permite a la administración entender mejor y más rápido cualquier problema” asegura el director de innovación del Hub Dinapsis Benidorm, Antonio Sánchez.
Según explica este experto, el objetivo final del proyecto es “ayudar a los ayuntamientos a procesar información para que ellos luego puedan tomar las mejores decisiones a nivel de gestión ambiental”. Además, el hub permite desarrollar otras iniciativas sostenibles mediante llamadas a la innovación y programas internacionales abiertos, del que han nacido hitos como el programa de puntos que premiará formas de transporte sostenible como andar o moverse en bicicleta. Es decir, con Dinapsis no solo se puede apostar por un turismo más “verde”, sino que además permite avanzar en el desarrollo sostenible de las localidades y mejorar su resiliencia, al reaccionar ante crisis climáticas de manera inmediata y coordinada para reducir la afectación a la ciudadanía.
“Los destinos turísticos deben ser sostenibles para poder asegurar su futuro como lugar donde vivir y visitar. Una palanca fundamental para asegurar esa sostenibilidad de los destinos debe ser disponer de datos reales que permitan la toma de decisiones de forma objetiva no en base a opiniones. Estos datos permiten el diseño de acciones de mejora de la gestión urbana, demostrando al ciudadano y el turista qué beneficios se producen por la ejecución de dichas acciones”, concluye Sánchez.
Canarias también busca ser referente
Aunque el de Benidorm es uno de los más antiguos y el que más ha apostado desde un primer momento por el turismo sostenible, lo cierto es que Dinapsis es una red de centros presente en toda España que se adapta a las necesidades concretas de cada territorio, desarrollando nuevas soluciones mediante la colaboración con terceros (startups, universidades, administraciones, centros tecnológicos, empresas, etc.). Además, los diferentes hubs establecen un contacto directo entre ciudadanía y empresas, vía los showrooms, donde se presentan todas las iniciativas y tecnologías vanguardistas desarrolladas junto con el ecosistema emprendedor de la región, con el objetivo de difundir la excelencia de la ciudad y el territorio.
En este sentido, Dinapsis Canarias es otro de los centros que más ha apostado por desarrollar modalidades de turismo sostenible que permitan evolucionar a este sector clave para las islas. En concreto, además de operar las instalaciones de tratamiento y depuración de aguas de forma remota y en tiempo real, garantizando el menor impacto ecológico de la gestión, los dos hubs canarios de esta red también se especializan en actividades dedicadas a mejorar la sostenibilidad de los destinos locales con estrategias de renaturalización, planes directores de infraestructura verdes y gestión inteligente de las zonas de baño como áreas turísticas de alta ocupación o necesidad de protección.


“En Canarias, disponemos de dos sedes Dinapsis ubicadas en Gran Canaria y Tenerife, que operan bajo las mismas directrices en materia de sostenibilidad, abarcando la geografía canaria para controlar y operar las instalaciones de manera eficiente, de forma remota y en tiempo real, garantizando el menor impacto ecológico de nuestra gestión. En esta línea, desde nuestras plantas de producción conservamos el recurso marino, en un justo equilibrio entre desalación y recursos subterráneos, como respuesta al desafío global de la escasez de agua”, explica Federico Cuyas, director de Dinapsis Canarias.
Su trabajo ha ayudado de hecho a abordar uno de los principales retos de Canarias: convertirse en un destino turístico inteligente, lo que exige invertir en destinos innovadores y en infraestructura tecnológica de vanguardia. “Desde Dinapsis brindamos soluciones medioambientales a los principales actores turísticos, ofreciendo servicios de automatización, supervisión y gestión remota de instalaciones a través de telelectura, sistemas SCADAS, herramientas de gestión de activos y mantenimiento o eficiencia hidráulica y energética. En esta línea estamos trabajando con grupos hoteleros y campos de golf, ayudándoles a disminuir su impacto medioambiental, entendiendo la digitalización como un medio para conseguir objetivos concretos, no como un fin en sí mismo”, apunta Cuyas.


Y es que, sin un cambio cultural que transforme la perspectiva e incorpore una visión sostenible de futuro que se base en la conservación de nuestro medio ambiente, la digitalización se podría convertir en un simple avance estético que no cumpla sus auténticas funciones como herramienta fundamental para lograr destinos turísticos más resilientes y sostenibles. Solo con proyectos concretos, como muestra el ejemplo de Dinapsis, la trasformación digital acabará siendo una realidad que transforme los procesos turísticos y los haga más sostenibles.
