La Organización Mundial del Turismo aboga por un modelo que equilibre las necesidades de las personas, el planeta y el desarrollo de las comunidades acogedoras y sentencia que «el turismo será sostenible o no será»



La Organización Mundial de Turismo (OMT) ha presentado esta semana su proyecto «One planet» para la recuperación responsable del sector turístico tras la covid-19, basada en la sostenibilidad y en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), mejorando la resiliencia del turismo, «equilibrando las necesidades de personas y el planeta y la prosperidad».
Para la OMT ahora la actividad turística «cobra más importancia de nunca como impulsor de paz y de derechos como la justicia, la igualdad y la inclusión«, con aspectos esenciales para la industria como la gestión del agua y los residuos, la economía circular, los plásticos y la digitalización.
En la Cumbre Internacional de Destinos Sostenibles que se ha celebrado esta semana en Palma de Mallorca, la representante de la Oficina del secretario general de la OMT, Bel Oliver, ha asegurado que el turismo sostenible es el que respeta los derechos humanos y el medioambiente.
Según Oliver, los actuales son «tiempos difíciles y llenos de incertidumbre», para el turismo, después de que con la pandemia, la actividad descendiera un 73% en 2020 y un71 % en 2021. Ha recordado que, en mayo de 2020 el 76% de todos los destinos del mundo estaban completamente cerrados.


«Estamos logrando superar la pandemia y esperamos la recuperación gradual para este año«, ha dicho, si bien ha advertido de que depende de factores como la guerra de Ucrania porque «sin paz no hay turismo» y ha apoyado el llamamiento a la paz y a resolver las disputas por medios pacíficos.
Oliver ha remarcado que la pandemia ha hecho más evidente la necesidad de priorizar en las políticas la sostenibilidad, la digitalización y la gobernanza participativa en la gestión de los destinos turísticos y la profesionalización del factor humano.
«La conexión digital tiene que ser también emocional entre turistas y quienes les acogen», ha señalado.
Con el objetivo «indispensable» de la mejora de la calidad de vida de los residentes, la OMT ha diseñado acciones encaminadas a reforzar las fortalezas del modelo y corregir las debilidades, en clave de sostenibilidad social, económica y medioambiental en toda la cadena de valor turística para hacer la industria más resiliente.
“El turismo sostenible es el que respeta los derechos humanos y el medioambiente”
La OMT recomienda seis líneas de actuación para la recuperación; actuar sobre la salud pública, la inclusión social, la conservación de la biodiversidad, la economía circular, la gobernanza y las finanzas.
Benidorm se ha mostrado en la cumbre como adalid del turismo sostenible por un modelo que ha logrado reducir el consumo de agua un 18% en los últimos 25 años, mientras su población crecía un 40% y las pernoctaciones aumentaban un 26%, ha asegurado este jueves en Palma su alcalde, Antonio Pérez.
Durante la Cumbre de Destinos de Turismo Sostenible, que organizan la Fundación Mallorca Turismo y la Organización Mundial de Turismo (OMT) el alcalde de Benidorm, Antonio Pérez ha resaltado la sostenibilidad del modelo “vertical” de la localidad para un turismo responsable en el que el consumo del agua y los residuos son la clave.
Pérez ha destacado que Benidorm fue el primer destino en la Red DTI y en obtener la certificación UNE 178501, y ha detallado que de todos los parámetros que se miden, el nivel más alto en cumplimiento lo tiene en sostenibilidad.
La población residente de Benidorm es de 70.450 habitantes, pero, según Pérez, la localidad nunca baja de las 150.000 personas, ni siquiera en pandemia, y hay momentos del año en los que alcanza las 400.000. En este sentido ha puesto en valor cómo la ciudad ha reducido el consumo de agua un 18% en los últimos 25 años, mientras su población crecía un 40% y las pernoctaciones aumentaban un 26%. Hidraqua es la empresa encargada de la gestión de agua en la ciudad.


El alcalde ha subrayado que la localidad alicantina es líder en pernoctaciones en la península, con 16.259.600 en 2019, «en un pequeño territorio de 38 kilómetros cuadrados de superficie», que alberga 65.000 plazas hoteleras reguladas y que lleva a gala «la verticalidad».
Ha explicado que la localidad tiene un 61 % de superficie protegida; en ella, el 70 % de los desplazamientos son a pie y tiene 134 kilómetros de carriles bici.
El alcalde de Benidorm ha reivindicado el papel del gestor público, en un destino turístico que practica la «turismofilia» y que aplica cuatro ejes: gobernanza, innovación, accesibilidad y sostenibilidad.