El borrador del plan con respecto a las energías renovables de la Comisión Europea muestra la ambición del bloque para terminar con la dependencia de los combustibles fósiles. La UE apostará por la energía solar como principal alternativa



La Comisión Europea quiere doblar la capacidad de energía solar instalada en la Unión Europea, hasta los 300 gigavatios (GW) en 2028, como parte de sus planes para dar un nuevo impulso a las energías renovables y desconectarse de la energía fósil importada desde Rusia. Así consta en el borrador del plan REPower EU, que el Ejecutivo comunitario presentará el 18 de mayo adelantado por el portal francés Contexte.
Aunque todavía está sujeto a modificaciones, en el documento Bruselas propondrá elevar el objetivo de energías renovables para 2030 desde el 40% fijado en la actualidad hasta el 45%, lo que supone pasar de una capacidad instalada actual de 511 GW a los 1.236 GW al final de la década. Este plan respondería al reclamo hecho en abril por varios países del bloque, incluida España.
En este contexto, la energía solar fotovoltaica es «una de las tecnologías más rápidas para desplegar» y «podría acelerar la retirada gradual de las importaciones fósiles en pocos años», destacan las autoridades comunitarias. «Por esa razón la Comisión establece en REPower EU el objetivo de tener instalados más de 300 GW de fotovoltaica solar para 2028, el doble del nivel actual», señala el texto, que irá acompañado de una Estrategia Solar que incluirá acciones para cumplir dichas metas.
Un elemento de esta estrategia es una Iniciativa Europea de Techos Solares, que si se implementa por completo, agregaría 17 TWh de electricidad después de su primer año de implementación (un 17 % más que las proyecciones actuales de la UE) y, para 2025, generaría 42 TWh de electricidad adicional, según la filtración. Cabe recalcar que la Comisión Europea no ha emitido ningún comentario con respecto a la filtración del documento, en línea con la política europea en estos casos.
El plan
Como parte de la estrategia se propone combinar el despliegue solar con la renovación de techos, instalar energía solar en todos los edificios públicos aptos para 2025 y tener al menos una comunidad de energía renovable en cada municipio con una población de 10,000 o más para 2025. Según el sitio web Euroactiv, Bruselas impulsará el despliegue «descentralizado» de paneles solares en el bloque permitiendo la producción de electricidad «usando todo el espacio disponible en los techos de edificios residenciales, públicos, comerciales e industriales».
Además, la Comisión Europea está considerando hacer que la instalación de energía solar en la azotea sea obligatoria para todos los edificios nuevos, aunque esto todavía está en discusión, y quiere limitar los procedimientos de autorización para la energía solar en la azotea en edificios existentes a tres meses.
La estrategia también propone una Asociación de Habilidades de la UE para la energía renovable para garantizar que haya suficientes trabajadores capacitados para implementar las energías renovables. Y se lanzará una Alianza de la Industria Solar Europea para establecer una cadena de valor solar resiliente impulsada por la innovación en Europa.
Otras energías renovables
Además, en el documento Bruselas sugiere a los Estados miembro que aceleren la integración de bombas de calor a gran escala y de energía geotérmica y solar térmica. Con el foco en el desarrollo y modernización de sistemas de calor «que puedan reemplazar a los combustibles fósiles» en los sistemas de calefacción individual «especialmente en zonas y ciudades densamente pobladas».
Por otro lado, el plan energético que la Comisión presentará insta a reforzar las cadenas de suministro en el ámbito de la energía eólica para acelerar «drásticamente» el despliegue de esta fuente renovables y fortalecer así la «competitividad global» de la industria «aún más». Por último, el Ejecutivo comunitario sostiene que la bioenergía «puede contribuir a reemplazar los combustibles fósiles importados desde Rusia», incluido el gas natural, siempre que se refuercen las «salvaguardas» para asegurar que es obtenida de manera sostenible. Las autoridades comunitarias esperan, por ejemplo, un crecimiento «moderado pero firme» de la biomasa hasta 2030.
