La proporción de consumo final bruto de energía proveniente de fuentes renovables en la Unión Europea en 2020 fue del 22,1% según Eurostat, una cifra que supera en dos puntos los objetivos previstos. Solo Francia no ha alcanzado la meta planteada



Convertirse en el primer continente climáticamente neutro del mundo para 2050 es el principal objetivo del Pacto Verde Europeo, el ambicioso paquete de medidas que busca impulsar la transición verde sostenible. Por eso, uno de sus principales ejes es la energía: si la proporción de energía renovable fuera ganando terreno a modelos contaminantes como el carbón o el gas, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea (UE) sería un reto asumible. Además, permitiría la diversificación del suministro de energía y una menor dependencia de los volátiles mercados de combustibles fósiles, al tiempo que estimula el empleo en la UE, a través de la creación de puestos de trabajo en nuevas tecnologías «verdes».
Por el momento, Europa parece avanzar en la buena dirección. La proporción de consumo final bruto de energía proveniente de fuentes renovables en la Unión Europea (UE) en 2020 fue del 22,1 %, es decir, dos puntos porcentuales por encima del objetivo del bloque comunitario, según ha informado este miércoles la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
«Este es un logro importante y un hito en el camino de la UE hacia la neutralidad climática para 2050», ha agregado este organismo en un comunicado. De hecho, todos los Estados miembros de la UE cumplieron con sus metas nacionales para 2020, a excepción de Francia, que se quedó en 19,1% y a 3,9 puntos de su objetivo. Un incumplimiento galo que podría desembocar en un futuro en un expediente por parte de la Comisión y en alguna hipotética sanción.
Eso sí, aunque Francia es la única que ha suspendido, lo cierto es que hay países que tampoco hubieran cumplido con sus objetivos de no haber recurrido a las denominadas “transferencias estadísticas”, que permiten que un país que logra holgadamente con sus metas pueda vender sobre el papel una parte de su potencia renovable a otro con dificultades. Según los datos facilitados por Eurostat, en 2020 los países compraron alrededor de 22,2 millones de MWh para cumplir los objetivos, con Países Bajos protagonizando la mayoría de las transacciones y Bélgica, Irlanda, Luxemburgo y Eslovenia por detrás.
En cualquier caso, la cuota de energías renovables en toda la UE se ha más que duplicado entre 2004 y 2020, pasando del 9,6% al 22,1%. Según Eurostat, «este desarrollo positivo ha sido impulsado por los objetivos legalmente vinculantes para aumentar la proporción de energía procedente de fuentes renovables promulgada por la Directiva 2009/28/CE sobre la promoción del uso de energía procedente de fuentes renovables». Aun así, también reconocen que, en el año analizado, la pandemia de COVID-19 y su efecto en la disminución del consumo de combustibles fósiles, especialmente en el transporte, jugó un importante papel.
España mejora pero no lidera
Dentro de los datos difundidos por Eurostat, España se situó en el 21,2% y superó holgadamente el objetivo del 20% fijado en la normativa. Una cifra que sitúa a nuestro país en la parte alta de la tabla de potencia renovable en la UE, aunque todavía lejos de las asombrosas cifras que dejan países como Suecia (60,1%), Finlandia (43,8%) y Letonia (42%). Mientras tanto, en el otro lado de la horquilla encontramos países como Malta (10,7%), Luxemburgo (11,7%) y Bélgica (13%).


En cuanto a la penetración de los diferentes tipos de renovables, el crecimiento generalizado durante el período de 2009 a 2019 refleja en gran medida una expansión de tres de las principales fuentes de energía renovable en toda la UE, principalmente la energía eólica, pero también la energía solar y los biocombustibles sólidos (incluidos los residuos renovables). En 2020, las fuentes de energía renovables representaron el 37,5% del consumo bruto de electricidad en la UE, frente al 34,1% en 2019. Esto significa que, por primera vez en la historia, el club comunitario consumió más electricidad de generación renovable que fósil, ya que esta supuso el 37%.
En concreto, la energía eólica e hidráulica representaron más de dos tercios de la electricidad total generada a partir de fuentes renovables (36 y 33 %, respectivamente). El tercio restante de la electricidad generada provino de energía solar (14%), biocombustibles sólidos (8%) y otras fuentes renovables (8%). La energía solar es la fuente de mayor crecimiento: en 2008 representó el 1%. Esto significa que el crecimiento de la electricidad a partir de la energía solar ha sido espectacular, pasando de solo 7,4 TWh en 2008 a 144,2 TWh en 2020.
