Zonas de bajas emisiones, la gran revolución urbana

Zonas de bajas emisiones, la gran revolución urbana

Los alcaldes de Albacete, Alicante, Irún y Málaga participan en un debate sobre la implantación de las zonas de bajas emisiones en las ciudades y coinciden en los beneficios que estas van a producir a los ciudadanos y en la necesidad de la colaboración pública-privada para ponerlas en marcha


A partir de diciembre de 2023, los ayuntamientos españoles que tengan más de 50.000 habitantes deberán crear en los centros urbanos las denominadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), de acuerdo con la Ley de Transición Energética y Cambio Climático y con la directiva europea que obliga a todos los países a realizar estos cambios urbanos.

Esta obligación legal tiene como objetivo mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación acústica en beneficio directo de los vecinos y además combatir el cambio climático, gracias a la reducción de gases de efecto invernadero. La implantación de las zonas de bajas emisiones va a implicar profundos cambios en la movilidad y una reestructuración del espacio público que puede generar mayores espacios para el disfrute ciudadano.

Estas son algunas de las conclusiones de la jornada Hacia la ciudad cero celebrada en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) y organizada por la Cátedra Vectalia Movilidad, la Asociación de Transporte Urbanos Colectivos (ATUC) y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en colaboración del Ayuntamiento de Alicante, la Generalitat Valenciana y la Universidad de Alicante.

Durante la jornada se presentó una guía recién elaborada por la Asociación de Transporte Urbanos Colectivos (ATUC), en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), para servir de orientación a los ayuntamientos españoles para una eficaz implantación de las Zonas de Bajas Emisiones. El libro aporta propuestas para la mejora del transporte sostenible, la reducción de emisiones y la incorporación de tecnologías avanzadas para lograr todos estos objetivos

Para Miguel Ruiz, presidente de ATUC, estamos ante un momento de una profunda revisión «de las políticas municipales en movilidad urbana y desarrollo de políticas urbanas sostenibles», que van a contar con el impulso además de los fondos Next Generation.

Debate entre alcaldes

Durante la jornada se realizó un debate en el que participaron los alcaldes de Albacete, Alicante, Málaga e Irún, cuatro ciudades que, por su población, deben poner en marcha antes de finales del año que viene las zonas de bajas emisiones. Todos ellos coincidieron en la oportunidad que supone esta obligación emanada de la legislación europea y estatal para llevar a cabo una renovación de la movilidad urbana en beneficio del bienestar de los ciudadanos.

También compartieron la impresión de que es necesaria la implicación de todos los agentes sociales y la colaboración pública-privada para llevar a cabo los cambios rápidos que hay que implementar y que traerán sin duda no solo un cambio en la movilidad sino también de la habitabilidad y salud de las ciudades, mejorando en el uso y disfrute de los espacios públicos.

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, se mostraba rotundo en la defensa de las zonas de bajas emisiones como una oportunidad para las ciudades.

“La implantación de la ZBE es un compromiso irrevocable e irrenunciable. Hay que creer en ello y en el ayuntamiento lo tenemos muy claro desde hace tiempo. Hay que hacer ver a todos que este es el futuro: peatonalización, calmado de tráfico, implantación de la ciudad de 30 kilómetros, fomento del transporte público, que incluye vehículos con energías alternativas…», decía Barcala.

«Ahora hay que alinear a todos los actores porque las administraciones públicas no podemos abordar solas todo lo que viene y necesitamos la aportación de los agentes privados y toda la sociedad”.

En el mismo sentido se manifestaba el alcalde de Albacete, Emilio Sáez: «Difícilmente las administraciones vamos a poder desarrollar todo lo que marca la estrategia europea sin alianzas con lo privado y confiando en empresas expertas que cuentan con conocimiento y tecnología».

Para el regidor albaceteño, es necesario «hacer pedagogía para que todas las ciudades y ciudadanos entiendan que esto es una obligación que marcan las leyes europeas y del Estado español». En su opinión, hay que dejar clareo «que no se va contra el coche», que se sigue necesitando, pero hay que corregir situaciones y recuperar la ciudad para los ciudadanos.

Emilio Sáez destacó los cambios realizados en Albacete en los últimos años, que han recuperado para los peatones buena parte del centro, creando zonas peatonales que además de ofrecer espacio para el disfrute ciudadano son un motor para la economía, el comercio y la hostelería.

Un momento del debate de la jornada Ciudad Cero con los alcaldes de Irún, Málaga, Alicante y Albacete, de izquierda a derecha.
Un momento del debate de la jornada Ciudad Cero con los alcaldes de Irún, Málaga, Alicante y Albacete, de izquierda a derecha.

La reivindicación del espacio público para las personas y no solo para las coches fue una de las ideas esgrimidas por José Antonio Santano, alcalde Irún y presidente de la Comisión Transporte de FEMP. «Tenemos que tener en cuenta que los coches permanecen parados el 97% del tiempo y a menudo ocupando espacio público. Nos hemos acostumbrado durante el siglo XX y el comienzo del XXI a asumir que la ciudad era para los coches, pero no es así, la ciudad es para las personas«, afirmó.

Irún fue pionera en tomar medidas paera calmar el tráfico, recordó el alcalde, pues ya en 2013 recortó la velocidad a 30 kilómetros en toda la ciudad, algo que en su momento contó con la oposición de parte de la opinión pública, pero que ahora ha demostrado ser algo positivo y aceptado por todos.

Para seguir trabajando en las mejoras de movilidad, Santano afirmó que además de planificación y tecnología es necesario el concurso de todos, las alianzas y la colaboración público privada.

Otra ciudad adelantada en la recuperación del espacio público es Málaga, cuyo centro histórico es un caso conocido de renovación urbana. Su alcalde, Francisco de la Torre, afirmaba durante el debate: «Con la peatonalización del centro que se llevó a cabo creamos un espacio de convivencia, una ciudad atractiva para los malagueños, porque es en beneficio de los ciudadanos para lo que se llevan a cabo medidas como la creación ahora de zonas de bajas emisiones».

«En el año 2030 queremos que Málaga esté en cero contaminación [neutra en emisiones]. Es un esfuerzo grande en inversión, pero vale la pena en hacerlo, concluyó el regidor malagueño.

Incertidumbre sobre el reglamento

Los cuatro alcaldes que participaron en el encuentro de #CiudadCero, regidores de Albacete, Alicante, Málaga e Irún, coinciden en que a dos meses de concluir el año, falta aún un real decreto del Gobierno que desarrolle la ley que «abra la puerta» a los ayuntamientos para que puedan establecer las correspondientes ordenanzas reguladoras de las ZBE en cada una de las ciudades.

El alcalde de Alicante ha exigido al Ejecutivo central que desarrolle el reglamento de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático que fija la implantación de las ZBE en urbes de más de 50.000 habitantes antes del 31 de diciembre de 2023, que amplíe el plazo para no dejar a nadie fuera y que lo haga con la participación de los consistorios.

En su intervención, Barcala ha recordado que la FEMP, de la que es vocal de su Junta de Gobierno, acordó la semana pasada solicitar al Ejecutivo central «el desarrollo del reglamento de la Ley, para que aporte concreción y criterios de actuación, y que para ello cuente con la participación de los ayuntamientos»

Ahora mismo, «el ritmo al que avanzamos en la implantación de las ZBE en los distintos municipios es muy dispar (…) hay quien ya ha desarrollado proyectos y está recibiendo fondos para ejecutar las obras de aplicación de las zonas y hay quien no ha empezado aún. Cuando tenemos un horizonte de solo un año para completar, estamos viendo que hay una imposibilidad material», ha dicho Barcala en declaraciones previas a los periodistas que recoge, Efe.

Por su parte, el alcalde de Irún ha manifestado a los medios de comunicación que se necesita «un tiempo mayor para la implantación de las ZBE» y ha subrayado que «hay una voluntad expresa de todos los ayuntamientos», con independencia de su color político, de «llevar esto adelante»: el establecimiento de estas zonas en los municipios.

«A su vez, el alcalde de Málaga ha manifestado que entre «todos» debemos ganar el «reto» al que «estamos enfrentados»: tener ciudades sostenibles en general, lo que abarca la movilidad, la eficiencia energética, la eliminación de los residuos de una «manera inteligente y sostenible», y la dotación de flotas de autobuses para el transporte urbano híbridos, eléctricos y de hidrógeno, entre otros aspectos.

Mientras, su homólogo de Albacete ha resaltado que son «una obligación y no una opción» las cuestiones relativas, por ejemplo, a los planes de movilidad sostenible, la implantación de las ZBE y el fomento de carriles-bicis interconectados, del uso de coches eléctricos y de las estrategias de eficiencia energética.



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