La economía digital puede tener un efecto transformador en el desarrollo sostenible y empoderar a los ciudadanos, tanto en calidad de contribuyentes como de inversores, según Naciones Unidas



La financiación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, que busca alcanzar un futuro mejor para las personas y el planeta, requiere de entre 5 y 7 billones de dólares anuales, según los cálculos proyectados en 2018 por el máximo responsable de la Organización de Naciones Unidas.
Alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 requiere una financiación de entre 5 y 7 billones de dólares anuales, según los cálculos de Naciones Unidas
La economía digital puede tener un efecto transformador en el desarrollo sostenible y empoderar a los ciudadanos, tanto en calidad de contribuyentes como de inversores, asegura el informe de Naciones Unidas, que ha examinado los riesgos y beneficios de esta herramienta.
Cinco beneficios de la digitalización
El Equipo de Tareas de Naciones Unidas destaca cinco oportunidades catalizadoras para aprovechar la digitalización y armonizar la financiación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Armonizar los ingentes recursos financieros que fluyen a través de los mercados mundiales de capital con los ODS.
- Aumentar la eficacia y la rendición de cuentas de la financiación pública, que representa una parte considerable de la economía mundial.
- Canalizar los ahorros domésticos agregados digitalmente hacia la financiación para el desarrollo a largo plazo.
- Educar a los ciudadanos para que aprendan a vincular sus gastos de consumo con los ODS.
- Potenciar la financiación que se destina al sector de las pequeñas y medianas empresas, un importante generador de empleo y de ingresos.
El informe, en el que ha participado un equipo de expertos, dirigido por el Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Achim Steiner, e integrado por figuras de alto nivel del sector tecnológico, financiero y organismos de la ONU, detalla la respuesta de miles de millones de personas alrededor del planeta que recurren a las herramientas digitales en el uso de actividades diversas como trabajar, socializar y gestionar sus finanzas.
A la vez destaca que nos encontramos ante “una oportunidad histórica de aprovechar la digitalización para lograr que los ciudadanos, los reales propietarios de los recursos financieros del mundo, asuman el control de la financiación para garantizar que satisfaga sus necesidades actuales y futuras”.
El efecto acelerador de la COVID-19
Desde el inicio de la crisis de COVID-19, la demanda de servicios de comunicación de banda ancha se ha disparado, y algunos operadores experimentaron un aumento de hasta un 60% en el tráfico de Internet en comparación con antes de la crisis
Steiner, autor del informe, destaca, para la comunicación de Naciones Unidas, el efecto acelerador de la pandemia. «Las situaciones que preveíamos que sucederían en los próximos años, han sucedido en semanas. La pandemia ha permitido a los gobiernos ver la importancia de superar las limitaciones tradicionales, e identificar y atender a los más vulnerables».
Varios ejemplos de ello incluyen las transferencias digitales de dinero en efectivo, que han ayudado a millones de personas en Pakistán, la conexión a la banda ancha de internet en las escuelas y las actualmente habituales reuniones virtuales de los gobiernos y parlamentos, añadió.
Al mismo tiempo, insiste en la importancia de reestructurar el sistema financiero subrayando el hecho de que los billones de dólares en inversiones que circulan por todo el mundo provienen en última instancia de la gente común.
«Los ciudadanos son los dueños de esta riqueza, que se compone de pensiones y ahorros. El Equipo de Tareas quiso recuperar la noción de que el ciudadano está en el centro de la economía. Los ciudadanos necesitan una mayor transparencia, y tener voz y voto en lo que respecta a las cotizaciones de sus pensiones. Además de los beneficios para los inversores también necesitamos ver los logros para el público. Las finanzas digitales constituyen una gran oportunidad para que los ciudadanos se involucren porque es una forma de abordar los grandes desafíos como el cambio climático».
Nuevo récord de velocidad en transmisión de datos por Internet
Un nuevo récord mundial de velocidad de transmisión de datos por Internet ha sido lograda por ingenieros de UCL (University College London), superando en un quinto la marca anterior.
Trabajando con dos empresas, Xtera y KDDI Research, el equipo de investigación dirigido por la doctora Lidia Galdino (Ingeniería Electrónica y Eléctrica de la UCL) logró una velocidad de transmisión de datos de 178 terabits por segundo (178.000.000 megabits por segundo), una velocidad a la que sería posible descargar toda la biblioteca de Netflix en menos de un segundo.
El récord, que duplica la capacidad de cualquier sistema actualmente implementado en el mundo, se logró mediante la transmisión de datos a través de una gama de colores de luz o longitudes de onda mucho más amplia que la que se usa normalmente en la fibra óptica.
La infraestructura actual utiliza un ancho de banda de espectro limitado de 4,5 THz, con sistemas comerciales de ancho de banda de 9 THz entrando en el mercado, mientras que los investigadores utilizaron un ancho de banda de 16,8 THz.
El nuevo récord, demostrado en un laboratorio de la UCL, es un quinto más rápido que el récord mundial anterior que ostentaba un equipo en Japón y está cerca del límite teórico de transmisión de datos establecido por el matemático estadounidense Claude Shannon en 1949.