La práctica de invertir en compañías o fondos que apuntan a obtener rendimientos financieros, al mismo tiempo que logran un impacto ambiental positivo, está ganando más popularidad que nunca entre los grandes inversores, según una encuesta realizada por Morgan Stanley



La sostenibilidad se abre paso en los mercados financieros. Un 80% de los grandes inversores, incluyendo instituciones estatales, aseguradoras y fondos de pensiones, han integrado factores ambientales, sociales y de buen gobierno en sus carteras para mitigar riesgos, lo que supone diez puntos porcentuales más que hace dos años, según una encuesta elaborada por Morgan Stanley. Un progreso limitado que aún así indica que algo está cambiando en el mundo de las finanzas.
Por ahora, solo un 15% de los encuestados considera «activamente» incluir inversiones sostenibles en sus porfolios, aunque cerca de seis de cada diez grandes inversores prevén que llegue un momento en el que solo asignen inversiones a gestores con un enfoque formal de Inversión Socialmente Responsable (ESG, por sus siglas en en inglés). Esto es, empresas que no solo consideran la rentabilidad en sus operaciones, sino también el impacto social o medioambiental de las mismas.
«Muchos inversores han identificado que el potencial de rentabilidad de las inversiones sostenibles es un factor clave para su integración, y en consecuencia prevén que en un futuro los inversores se limitarán solamente a realizar asignaciones a gestores con enfoques sostenibles«, ha explicado Audrey Choi, directora de sostenibilidad y directora ejecutiva del Instituto para la Inversión Sostenible de Morgan Stanley.
Muchos de estos inversores enfocan actualmente la composición de sus portfolios desde un punto de vista temático, dentro de los cuales el 88% busca abordar temas ambientales. El cambio climático, las soluciones hídricas, los residuos plásticos y la economía circular son los principales problemas ambientales que tratan de abordar. Entre las cuestiones sociales, la igualdad de género y la educación son las principales prioridades.
Falta de herramientas
Sin embargo, saber concretamente qué inversiones cumplen con los requisitos de sostenibilidad se revela como uno de los mayores problemas de estas nuevas estrategias de inversión. Casi un tercio de los inversores carecen de herramientas adecuadas para evaluar las inversiones en función de sus objetivos de ESG, por lo que Morgan Stanley cree que los gestores «pueden desempeñar un papel clave en la presentación de informes y la educación en la integración de inversiones con factores ESG».
«La mayoría de los inversores encuestados creen que las compañías que integran criterios ESG pueden ser mejores inversiones a largo plazo, pero siguen necesitando mejores informes y datos para evaluar sus inversiones con esos criterios», ha afirmado Ted Eliopoulos, vicepresidente de Morgan Stanley Investment Management.
Actualmente, la integración de factores ESG sigue siendo el enfoque más común para la inversión sostenible. Con este modelo, los inversores encuentran estrategias de inversión sostenible de alta calidad tanto en renta variable cotizada (78%) como en renta fija (69%). En total, un 45% de los inversores sostenibles de renta fija invierten activamente en bonos o en fondos de bonos considerados ‘verdes’ o sostenibles.
