Varios fondos de inversión que suman cerca de 4 billones de dólares en activos piden a Brasil que detenga la deforestación de el Amazonas advirtiendo que la pérdida de biodiversidad y las emisiones de carbono representan un «riesgo sistémico» para sus carteras. Si no se pone remedio, amenazan con retirar su dinero del país



El mundo de las finanzas se revuelve contra la destrucción del Amazonas. Un total de 29 inversores de nueve países diferentes, que gestionan activos valorados en unos 3,7 billones de dólares (3,2 billones de euros), han remitido una carta abierta a las autoridades brasileñas para que revisen sus políticas de preservación de la selva amazónica y detengan su deforestación. De no hacerlo, los inversores amenazan con retirar su dinero del país latinoamericano, ya que la pérdida de biodiversidad y las emisiones de carbono representan un «riesgo sistémico» para sus carteras.
Uno de los más beligerantes es el fondo noruego Storebrand, que ha avisado de que la deforestación en el país está aumentando dramáticamente en los últimos tiempos, lo que implica una «intensa presión» para las poblaciones indígenas que viven en el Amazonas y conlleva un enorme riesgo financiero. «La deforestación y la pérdida de diversidad natural no es solo un problema ambiental, sino que tarde o temprano tendrá importantes consecuencias económicas y afectará negativamente a los mercados financieros«, subraya Storebrand.
La situación del pulmón del planeta no es buena. Los ambientalistas advierten que 2020 está en camino de ser el año más destructivo para la mayor selva tropical del mundo, con incluso más pérdidas de masa forestal que las provocadas por los devastadores incendios que llegaron a desencadenar una protesta mundial el año pasado. De hecho, a pesar de que es probable que el confinamiento de muchos países por la pandemia de coronavirus se traduzcan en un descenso sin precedentes recientes de las emisiones de carbono del mundo, el aumento de la deforestación en la Amazonía podría aumentar la contribución anual de Brasil al calentamiento global.
Y es que la tendencia en lo que llevamos de año empeora los datos del precedente. Un total de 829 kilómetros cuadrados en la Amazonía brasileña, 14 veces el área de Manhattan, se han perdido por la deforestación solo en mayo, según datos satelitales del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil. Esto implica una subida del 12% con respecto al año pasado, y el peor mayo desde que comenzaron los registros en agosto de 2015.
Aviso a Bolsonaro
En el corazón de la polémica se encuentra el presidente ultraderechista del país, Jair Bolsonaro, un escéptico del cambio climático, al que los activistas locales le acusan envalentonar a los responsables de la deforestación con llamados a legalizar la agricultura y la minería en tierras protegidas. Recientemente, el presidente ha reaccionado a las críticas enviando al Ejército a proteger zonas de la selva contra la deforestación, pero a lo largo de su mandato ha limitado la financiación de las agencias de protección ambiental de su país e incluso a llegado a tildar de «falacia» la realidad de la devastación del Amazonas.
Los fondos de inversión que firman la carta consideran que el Gobierno de Brasil está aplicando una política que fomenta una mayor deforestación y la ocupación de los pueblos indígenas. En concreto, los inversores denuncian que las nuevas leyes que facilitan la privatización de la tierra y amenazan los territorios de los pueblos indígenas representan, según, Storebrand, una «amenaza importante» para la selva tropical brasileña, lo que implica riesgo para los inversores.
Por otro lado, los fondos han indicado que, al tomar decisiones de inversión, también evalúan el riesgo de invertir en empresas en un país con clima político inestable, por lo que también se añade un riesgo político que Brasil debe abordar y trabajar de manera conjunta con las empresas para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. En la carta, Storebrand y el resto de los inversores solicitan una reunión con los representantes de las embajadas del país «lo antes posible».
