Comprometerse con el planeta es la nueva normalidad - EL ÁGORA DIARIO

Comprometerse con el planeta es la nueva normalidad

Comprometerse con el planeta es la nueva normalidad

La mayor alianza climática mundial, ‘Race to Zero’, cumple un año celebrando el compromiso por la descarbonización de más de la mitad del PIB mundial. Asistimos a un cambio de rumbo del planeta que ya es la nueva norma y en el que todos sumamos



La crisis del coronavirus ha hecho darse cuenta a todos los países del planeta, empresas y sociedad civil de la necesidad de hacer frente al mayor reto que tiene la humanidad: mitigar y adaptarnos al cambio climático a través de una nueva forma de producir, consumir y vivir. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es el primer paso que está en nuestra mano para contener la subida de temperaturas que está sufriendo el planeta y no sobrepasar los 1,5ºC como se estipula en el Acuerdo de París, ni acercarnos al límite de 2ºC, que haría sucumbir a todos los ecosistemas.

En 2020, los compromisos de cero emisiones netas de carbono casi se duplicaron y nació la mayor alianza climática mundial y más ambiciosa de la historia, a parte de los Gobiernos, para ganar esta carrera contrarreloj. Se trata de Race to Zero’, una campaña global para reunir el liderazgo y el apoyo de empresas, ciudades, regiones e inversores para una recuperación saludable, resiliente y una economía carbono neutral, y que acaba de cumplir un año.

 

Una alianza que ha demostrado que aunar voluntades, sumar y no dividir, es el mejor camino para lograr el éxito ante el mayor reto que nunca antes hayamos tenido: salvar la humanidad y el planeta en el que vivimos. Una alianza que en un año ha conseguido reunir a 4.500 actores no estatales de toda la economía mundial en torno a un objetivo común: reducir a la mitad las emisiones para 2030 y llegar al ‘cero’ antes de 2050.

Entre las empresas implicadas no faltan las mayores compañías globales, que representan el 54% del PIB mundial, y, en total, el compromiso asumido cubre más de dos tercios de las emisiones mundiales.

En estos doce meses, a través de la alianza se han duplicado las compañías que cuentan con buenas prácticas ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), y se ha comprobado que las que ya habían comenzado a recorrer el camino de la sostenibilidad han mostrado una mejor evolución económica durante la crisis sanitaria, sin descuidar el impacto social y ambiental, aportando a la vez al cumplimiento de los ODS.

Si algo está demostrando la emergencia climática es la necesidad de colaboración pública-privada

Ante la urgencia de actuar y con la máxima ambición, las empresas han demostrado una vez más su poder tractor en las economías de todo el mundo y su influencia ha arrastrado también a los Gobiernos a aumentar sus objetivos nacionales de reducción de emisiones. Sin duda, si algo está demostrando la emergencia climática es la necesidad de colaboración pública-privada, de todas las instituciones, del mundo empresarial, de las administraciones locales, autonómicas, de las universidades… Todos debemos movilizarnos colaborativamente, a través de las alianzas, para sumarnos a un compromiso del que depende toda la humanidad.

En este año de ‘Carrera hacia el cero’, la colaboración y el compromiso con la carbononeutralidad, antes algo más excepcional, se está conformando como la ‘nueva normalidad’. Estamos asistiendo a un cambio de rumbo del planeta en el que se quedarán sin sitio los que no asuman como propio el reto, los que no sumen al proyecto y se queden anquilosados en posiciones obsoletas. Las empresas, siempre las primeras en escuchar y responder a los cambios, están liderando esta nueva senda, que todos deberemos recorrer.

Las empresas no solo tienen mucho que decir en mitigación. También están en primera línea de la adaptación

Y si, como se está demostrando, están siendo claves en la mitigación que propone ‘Race to Zero’, lo serán también en la adaptación. Y es que la carrera hacia un mundo en el que las personas puedan prosperar no termina con la mitigación del clima. Los esfuerzos para reducir las emisiones deben tener en cuenta los impactos del cambio climático que ya estamos sintiendo y ayudar a reducirlos, especialmente para los más vulnerables.

El empeño de las empresas también está liderando ‘Race to Resilience‘, la ‘Carrera hacia la Resiliencia’, la campaña que se lanzó en enero de este año para colocar la adaptación en pie de igualdad con la mitigación, catalizando un cambio radical en la ambición global y la acción sobre la resiliencia de los actores no estatales.

Al igual que en ‘Race to Zero’, la comunidad de actores no estatales se está intensificando en este año crucial de acción climática para impulsar más recursos para la adaptación y la resiliencia climática. Veintiún iniciativas dirigidas por actores no estatales son ahora parte de la Carrera hacia la Resiliencia, con más de 1.500 miembros, que operan en más de 80 países en cinco regiones.

Porque no solo es necesario reducir emisiones. Aunque consigamos llegar al ‘cero’, el cambio climático ya ha comenzado y tenemos que enfrentarnos a sus efectos: sequías, olas de calor, malas cosechas, eventos meteorológicos extremos… Y las empresas estarán de nuevo en primera línea para hacer frente a estos desafíos. Juntos. No hay otro camino.  


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