El Relator que Podemos colocó en la ONU, denunciado

El Relator que Podemos colocó en la ONU, denunciado

El Relator que Podemos colocó en la ONU, denunciado

Pedro Arrojo, Relator para el derecho humano al agua y al saneamiento, fue denunciado antes de llegar a Naciones Unidas por sus relaciones con los líderes del “genocidio del amianto”, una conexión que, al igual que su pasado político, ocultó para conseguir su actual puesto



Pedro Arrojo Agudo, flamante Relator de Naciones Unidas para el derecho humano al Agua y al Saneamiento, y exdiputado de Podemos en el Congreso, no solo ocultó datos de su trayectoria política para lograr su puesto en Naciones Unidas. También olvidó sus discutibles conexiones con el amianto, por las que fue denunciado ante la Comisión de Derechos y Garantías del partido apenas unos meses antes de ser elegido como diputado.

En concreto, fue en abril de 2015 cuando Francisco Puche, miembro de Podemos y representante legal de la formación morada en Málaga, puso en conocimiento de la mencionada Comisión la relación que Arrojo había desarrollado durante más de una década con los líderes del ‘genocidio del amianto’. En concreto, el ahora Relator había sido socio-líder en España de la Fundación Avina, una entidad filantrópica creada por Stephan Schmidheiny, el mayor magnate del amianto del mundo, condenado por un tribunal de Turín a 18 años de cárcel como responsable de más de 3.000 muertes por el desarrollo de sus proyectos con este material cancerígeno, y que fue, precisamente, quien propuso a Arrojo como líder de la fundación en España.

Esta relación era algo absolutamente incompatible -señalaba Puche en su denuncia- con el Documento Ético acerca de la defensa de los Derechos Humanos que exige Podemos para la simple pertenencia como militante del Partido. Pero Arrojo, que llegó a ser candidato y diputado en el Congreso por la formación morada parecía ya entonces estar por encima de las reglas, incluso aunque fueran de su propia formación política. Daba igual el número de pruebas que se acumularan en su contra.

Arrojo se paseó de la mano y financiación del magnate del amianto por distintos países latinoamericanos

Y es que, según publicaba La Razón el pasado día 9 (“El dedazo de Podemos en la ONU: Pedro Arrojo fue designado como relator especial a pesar de su paso por el partido”), la Fundación Nueva Cultura del Agua, que Arrojo había fundado de forma simultánea a sus relaciones con Avina, ya fue denunciada públicamente por asociaciones ecologistas tras recibir al menos 100.000 euros de Avina para la consolidación de la oficina que tenía en Sudamérica, como el propio Arrojo reconoció.

Asimismo, la denuncia de Puche argumenta que “Avina con Arrojo organizan en Brasil un gran encuentro por una Nueva Cultura del Agua en América Latina” con el objetivo de “contribuir al desarrollo sostenible de América Latina fomentando la construcción de vínculos de confianza y alianzas fructíferas entre líderes sociales y empresariales, y articulando agendas de acción consensuadas”. Además, Arrojo se paseó «de la mano y financiación de Avina, por distintos países latinoamericanos dando el discurso de los derechos del agua (el agua como derecho humano, los 40 litros persona/día; el agua como derecho de ciudadanía, los 130 litros persona/día; y el agua para negocio”), como también denunciaron destacados ecologistas latinoamericanos como Boris Ríos.

Pedro Arrojo, Relator para el derecho humano al agua y al saneamiento

Estas circunstancias, ya de por sí graves, son aún más reprobables si se tiene en cuenta que ese discurso de Arrojo que financió el amianto es el mismo que el que, ahora como Relator de Naciones Unidas, ha tratado de recuperar y prodigar por los distintos foros en los que ha participado. El exdiputado ha seguido adelante con su punto de vista parcial e ideológico, incluso a pesar del rechazo generalizado de los representantes nacionales de los países miembros del Consejo de Derechos Humanos, que el pasado mes de septiembre instaron al Relator a que se centrase en trabajar en aquellos lugares donde el derecho humano no está garantizado.

Pedro Arrojo ocultó toda esta información para acceder a su puesto a Naciones Unidas, al igual que omitió detallar la actividad que había desarrollado como líder de Podemos en el Congreso. Todo ello con el más que probable objetivo de aparentar esa independencia que Arrojo para nada cumple, y que es requisito imprescindible para actuar como Relator de Naciones Unidas.

¿Cómo puede un Relator que no reconoce sus errores dar lecciones a nadie?

Una situación que resta aún más legitimidad a este importante cargo de la ONU, encargado en teoría de velar porque se cumpla el Derecho Humano al Agua y el Saneamiento, pero desde la llegada del español centrada en cuitas personales como la aversión por las empresas de Arrojo. La tarea real de su cargo parece de hecho imposible con su actual ocupante, que no solo ha evidenciado una enorme falta de visión y demostrado su nula capacidad de diálogo, sino que además ha probado su evidente falta de idoneidad para un cargo en el que se exige transparencia, independencia e imparcialidad.

¿Cómo puede un Relator qué no reconoce sus errores dar lecciones a nadie? A Arrojo poco le importaron los principios de la ONU, el Código Ético de Podemos, o la presunta financiación que a través de sus organizaciones había recibido de la ‘fundación del amianto’. Al líder de Podemos solo le importaba conseguir su puesto en el organismo supranacional y, una vez lo ha conseguido, su única prioridad parece ser conseguir que su discurso ideologizado dificulte el reto mundial de lograr un agua y un saneamiento seguro y accesible para todos.

Una auténtica desgracia para el planeta y sobre todo para todas las personas que sufren escasez de agua y han sido abandonados por un Relator al que solo le interesa el sillón y que va agotando, mes a mes, toda la credibilidad que podía tener.

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Denuncia de Francisco Puche, miembro de Podemos, contra Pedro Arrojo.


Se adhiere a los criterios de transparencia de

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