Esta semana, el sindicato UGT enviaba una carta a la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica reclamando que el ciclo integral del agua tenga derecho a recuperar el equilibrio económico del que dependen 40.000 empleos directos. Para ello, solicitaba medidas estructurales que permitan al sector recuperarse tras la pandemia del coronavirus y conservar los empleos. En el Día Internacional del Trabajo entrevistamos al Gustavo Vargas, responsable estatal de agua de FICA-UGT, quien nos explica la situación provocada por la pandemia.
PREGUNTA.- ¿Cuál es la percepción de los trabajadores de los sacrificios que ha habido que hacer para adaptar las tareas a las condiciones de seguridad que impone el Covid-19?
RESPUESTA.- Los trabajadores del sector de agua desde el pasado día 14 de marzo, momento que se decretó por parte del gobierno el estado de alarma, hemos asumido una responsabilidad mayor si cabe, porque una de las encomiendas para superar la crisis del Covid-19 es higiénico-sanitaria, por lo tanto el ciclo integral del agua se vuelve más fundamental si cabe, una responsabilidad por la vía sanitaria, por la especial necesidad de higiene, a la vez que para seguir garantizando que el agua salga del grifo, como siempre para cubrir las necesidades básicas.
En muchas ocasiones por el hábito y garantía de que el agua llega al grifo de cada hogar con la calidad y presión correcta la ciudadanía en general no repara en el trabajo y gran esfuerzo que supone que sea así, Yo siempre digo que nosotros, los trabajadores del sector, somos invisibles, pero en realidad tenemos una responsabilidad enorme 24 horas al día los 365 días al año, pero más ahora en que tener o no tener agua de calidad disponible puede suponer estar en riesgo o no de contraer la enfermedad.
Y esa responsabilidad los trabajadores del sector la hemos asumido mucho más allá de la obligación, la hemos asumido con el compromiso que implica ocuparse de un servicio público esencial.
“Los trabajadores del sector parecemos invisibles, pero en realidad tenemos una responsabilidad enorme 24 horas al día los 365 días al año”
P.- ¿La relación con las empresas en este nuevo escenario ha sido fácil o ha habido algunas discrepancias?
R.- La verdad es que no han existido grandes discrepancias con la mayoría de las empresas; no se puede decir con todas, pero sí con la inmensa mayoría. La mayoría inmensa de las empresas públicas y privadas se han volcado y han puesto por delante de cualquier tipo de interés la salud de los trabajadores y hacer lo que fuese necesario para garantizar el agua de calidad para el conjunto de los usuarios. En definitiva, garantizar que el ciudadano tenga agua en su casa exponiendo a los trabajadores lo menos posible.
Nosotros, como UGT, a través de los comités de empresa en los que tenemos representación, de las secciones sindicales o coordinadoras de grupos hemos mantenido reuniones periódicas con cada empresa y hemos intentado pactar las mejores condiciones de seguridad y laborales de los trabajadores en estos momentos. Y en muchísimos casos en común acuerdo con las empresas.
“La mayoría inmensa de las empresas públicas y privadas se han volcado y han puesto por delante la salud de los trabajadores y garantizar agua de calidad para los usuarios”
P.- ¿Qué opinas de la actitud de las empresas en relación a los nuevos vulnerables que esta crisis está provocando?
R.- Los nuevos vulnerables son los trabajadores y trabajadoras que, de una forma inesperada y casi de un día para otro, se han quedado sin recursos. Por lo tanto, desde la UGT pedimos y exigimos considerar que, al igual que ocurre con los que ya eran vulnerables antes de esta crisis del coronavirus, la solidaridad debe funcionar y no se les pueda cortar el agua de ninguna manera como derecho humano y servicio esencial.
Consideramos que deben ser los servicios sociales de cada administración, como mejores conocedores y gestores más próximos a la ciudadanía, los que atiendan las necesidades de estas personas, aplicando los principios de justicia social, desde la federación entendemos que los principios de justicia social y solidaridad que se aplican en estas circunstancias excepcionales deben incluir entre los beneficiarios a los colectivos de trabajadores perjudicados por la pandemia, dejando fuera a las rentas altas o a los que no han sufrido ningún tipo de recorte en sus ingresos para que estos principios alcancen plena efectividad y repercutan en los verdaderos desfavorecidos.
“Hemos pedido que se excluya a las empresas del ciclo integral del agua de la posibilidad de hacer ERTEs por su condición de actividad esencial”
P.- ¿Cómo plantea la UGT la vuelta al trabajo, la desescalada?
R.- No sabemos cuándo se podrá volver a la normalidad; ya estamos viendo que es muy difícil. Dependerá de la evolución de la epidemia en cada lugar. En cualquier caso, en la vuelta a la normalidad habrá que primar la salud de los trabajadores y evitar que pase después lo que hemos sabido evitar, por lo menos en el sector, hasta ahora. Este es un servicio esencial que se presta en continuo, y por lo tanto hay que tomarse la vuelta con calma.
Hará falta un consenso con todos los actores del sector e incluso intentar regularla en convenio colectivo para generar una obligatoriedad de cumplirla para todos. Hay que planear una vuelta sin riesgos, garantizando la salud de todos los trabajadores y trabajadoras y cada uno de los puestos de trabajo, para evitar la crisis económica que va a dejar la crisis sanitaria.
“Hará falta consenso, en la vuelta, para evitar la crisis económica que va a dejar la crisis sanitaria”
P.- Ya ha pasado un mes y medio de estado de alarma y las consecuencias de la crisis en el sector ya pueden valorarse como una fuerte reducción del consumo a causa del parón de la industria y el turismo y como un estrés laboral y productivo que parece que durará aún algún tiempo. ¿Cuáles son los riesgos para los trabajadores en este escenario?
R.- Desde la UGT FICA mostramos una gran preocupación por la práctica paralización de sectores tan importantes como el industrial y el turístico, lo que va a suponer una caída del consumo, ya que son grandes consumidores de agua. Hay gran preocupación por saber cómo quedará el futuro de muchos puestos de trabajo y de las condiciones laborales de los mismos, tanto en empresas públicas y las subcontratas que trabajan para ellas como en privadas o mixtas.
Ya hay algunas, tanto públicas como privadas, que hablan de descolgarse del convenio de aplicación, que tanto nos costó conseguir después de la anterior crisis económica y que tiene como virtud importante que es plurianual y da estabilidad al sector. También en algunas empresas se ha empezado a hablar de ERTEs, y ahí la UGT va a estar en contra.
“Hay gran preocupación por saber cómo quedará el futuro de muchos puestos de trabajo y de las condiciones laborales de los mismos”
¿Cómo se puede superar la nueva situación crítica sin afectar al empleo?
Como ya hemos explicado, hemos pedido al Ministerio de Transición Ecológica que se modifique el artículo 34.4 del decreto ley 8/2020, que tal como está redactado ahora niega el derecho al equilibrio económico a las empresas del sector, y pone en riesgo las condiciones laborales y la estabilidad en el empleo de miles de trabajadores y trabajadoras del sector. Y, por supuesto, también hemos pedido, junto a la modificación del artículo 34.4, que se excluya a las empresas del ciclo integral del agua de la posibilidad de hacer ERTEs por su condición de actividad esencial.
Nadie entendería ni la UGT podríamos permitir que trabajadores que están en primera línea de la lucha contra el covid-19, tengan en riesgo sus puestos de trabajo. Pero en ello estamos.
