Rubén Ruiz, director de Operaciones de Suez Spain, atiende a El Ágora desde su domicilio, donde está confinado y teletrabajando.
PREGUNTA.- ¿Cuál es el planteamiento de Suez durante el estado de alarma?
RESPUESTA. -Tenemos muy claro que lo primero es garantizar la salud de nuestros trabajadores y continuar prestando el servicio de agua y saneamiento con normalidad. A partir de aquí nos organizamos para asegurar ambas cosas en diversos escenarios.
Creamos una unidad de bioseguridad, a partir de la experiencia de nuestros laboratorios de Labaqua, que nos permite desinfectar instalaciones que impliquen algún riesgo, establecer procedimientos de limpieza de herramientas, vehículos e instalaciones que van a ser utilizadas por más de una persona, y formar a nuestros trabajadores para dar cobertura a cualquier duda que al respecto de la seguridad sanitaria puedan tener. Esta unidad de la que disponemos desde el principio nos permite que ante la sospecha de cualquier contaminación de algún trabajador, se puedan desinfectar inmediatamente todas las instalaciones y objetos a los que haya tenido acceso.
Por otro lado decidimos realizar solo aquello estrictamente necesario para garantizar el servicio, y que el resto del personal estaría en casa en modo retén o en teletrabajo. Al mismo tiempo establecimos el turno de 12 horas para tener más gente disponible para asegurar el servicio y reducir la cantidad de personal en la calle.
P.- ¿Cuántos trabajadores de Suez han podido pasar a teletrabajo?
R.- En Suez somos unos 10.000 trabajadores de los cuales en la actualidad estamos en teletrabajo 4.500, es decir casi la mitad. Enviar a la gente a teletrabajar fue cuestión de pocos días. Era algo que a nivel global nunca habíamos testado y que supuso un esfuerzo espectacular desde el ámbito de sistemas, y que además se hizo sin problemas, sin caídas del sistema en ningún momento. Como he dicho somos más de 4.500 personas trabajando desde casa en teletrabajo, y solo tenemos en las calles operadores que sean estrictamente necesarios para garantizar el servicio. El resto estamos en modo de retén o en teletrabajo.
Hemos sido muy cuidadosos con la gente y a cualquier trabajador sensible que pudiera tener problemas con el virus lo hemos mandado a casa.
P.- ¿Todo esto ha sido algo nuevo para Suez en España?
R.- Nosotros teníamos un enfoque de trabajo descentralizado y de teletrabajo desde hace tiempo, así que el problema de acceso a sistemas e información no ha sido problema. La gente está accediendo a todos los archivos y documentación que necesita.
P.- ¿No hay pues ninguna perdida de eficiencia con el cambio?
R.-Hay alguna parte de eficiencia que puedes perder, pero no por el hecho de teletrabajar. Estar en casa con la familia, críos, etcétera, eso sí introduce alguna ineficiencia. El teletrabajo en sí mismo no es la situación actual. Cuando se hace ordenadamente, con los niños en el colegio, con tu espacio de trabajo, uno o dos días a la semana, con las tareas seleccionadas, no es una fuente de ineficiencia, sino al contrario.
P.- Han anunciado ustedes el confinamiento de los equipos en las principales plantas
R.- Sí, finalmente hicimos un análisis de nuestras instalaciones críticas, -según el Consejo Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas (CNPIC)- y después en las siguientes en importancia, que son las que sirven a más población. Vimos que era necesario pasar a presencia permanente de los trabajadores en estas instalaciones, para garantizar su salud al evitar el contacto con el exterior y así garantizar también el servicio de la planta, ya sea de potabilización o de depuración. Esto significa trabajar y dormir, y hacer vida en la misma planta. Llevamos haciéndolo algo más de dos semanas. El primer confinamiento fue en Avilés y después hemos sumado hasta una veintena de localidades. Hemos preparado toda la logística para que estos trabajadores estén en las mejores condiciones posibles, con autocaravanas de la máxima calidad, servicios de catering y lavandería, desinfecciones, soporte psicológico.
P.- ¿Y en relación con los usuarios?
R.-Lo primero que hicimos fue cerrar nuestras oficinas de atención al cliente porque eran un foco potencial de contagio, esto lo hicimos antes de la declaración del estado de alarma, y en algún caso encontramos resistencia por parte de los ayuntamientos. A partir de aquí trasladamos todo el proceso a la atención telefónica y online. Para ello nos pusimos en contacto con la empresa de nuestro call center, les pedimos que mandasen a su gente a teletrabajar, porque no tenía sentido proteger a nuestros trabajadores y desentendernos de los de las empresas colaboradoras. Esto no fue fácil, porque no todas las empresas tienen la misma capacidad. Implementamos un refuerzo local que permitía que una llamada sin respuesta salta y salta, hasta que un operador la coge y atiende al usuario, hasta conseguir un servicio lo más parecido al standard en condiciones normales.
P.- Y los damnificados de la crisis ¿tendrán agua?
R.- Ciertamente esta crisis va a tener unos efectos económicos no menores, por lo cual, de acuerdo siempre con cada uno de los reguladores y ayuntamientos, estamos tomando una serie de medidas para pymes y autónomos para minimizar los efectos inmediatos de la crisis, y hacer viable su actividad. Hablamos de aplazamiento y fraccionamiento de los pagos, y el estudio detallado de cada caso.
Nosotros nunca hemos cortado el agua a personas económicamente vulnerables o en riesgo de exclusión, pero ahora no se la estamos cortando absolutamente a nadie, ni industrias, ni comercios, ni a nadie, al margen de su perfil o condición económica.
Ahora, además de las medidas que desde hace años aplicamos a esas poblaciones vulnerables, estamos planteando otras que permitan a las familias y empresas particularmente afectados por esta crisis seguir disponiendo de agua sin más problemas, como siempre han hecho.
P.- ¿Van a cambiar las cosas después de esta crisis?
R.- Estamos empezando a pensar en la vuelta al trabajo, será de una forma escalonada, pensando primero en la seguridad de los trabajadores. Pero nada será igual después de esta crisis, hemos adelantado el futuro. No vamos a volver a trabajar de la misma manera.
Una de las cosas que se van a reforzar es el teletrabajo, en todo el sector. Ya lo habíamos empezado a recorrer tranquilamente hace tiempo, ahora hemos tenido que hacerlo a la fuerza, pero ya no tiene marcha atrás, nos estamos dando cuenta de que, bien organizadas, hay muchas cosas que se pueden hacer sin ir ocho horas diarias a la oficina, y permite mayor conciliación, y reduce transporte, reduce huella de carbono y las necesidades de espacio, y que, repito, bien organizado, puede ser tan eficiente o más que estar en una oficina.
Esta siendo duro, pero la respuesta de los trabajadores es espectacular. Han venido jubilados a ofrecerse. Déjame que les dé las gracias a todos. Hemos aprendido muchas cosas, y no solo como profesionales.
