España ocupa el sexto puesto en el ranking europeo de reciclado de envases. Según Ecoembes, el año pasado los españoles depositaron más de 1.500.000 toneladas de envases en los contenedores, en especial en el amarillo, que se llenaron un 9,1% más que en 2018.
Para personas como Pablo García Serrano, director de Cada Lata Cuenta en España, estos datos son un reflejo de la enorme conciencia ciudadana que existe en nuestro país, ya que el 85% de los residuos que se reciclan proceden de cada uno de los contenedores que se encuentran en las calles a disposición ciudadana.
“Está comprobado que la mayor parte de los españoles reciclan. Solo hay que ver que año tras año las tasas de reciclaje no paran de aumentar”, señala Pablo García.
Su objetivo, que visibilizan hoy con el Día Mundial del Reciclaje, es hacer ver a la sociedad que se puede llegar al 100% del reciclaje, en especial en las latas de bebida. Un trabajo que no solo se debe hacer en nuestras casas, sino de la mano de las administraciones también.
«El reciclaje de envases y latas es una de las mejores armas que disponemos para combatir al cambio climático»
“Los españoles nos encontramos con un problema. Cerca de nuestras casas, gozamos de sistemas de cubos y contenedores que nos facilitan la tarea del reciclado. Sin embargo, una vez que salimos de nuestros hogares, no disponemos de herramientas para reciclar”, explica Pablo García.
“Es muy difícil que en una gran ciudad o en un evento multitudinario podamos tener a nuestra mano papeleras para depositar nuestros envases de forma adecuada. Y esto es importante porque la mayor parte de los desperdicios que generamos en la vía pública son envases”, añade.
Aquí es donde entra en escena Cada Lata Cuenta, un programa europeo con presencia en más de 14 países que tiene como objetivo educar y sensibilizar sobre el reciclaje de latas fuera del hogar.
Como nos comenta su director, ellos se movilizan en grandes festivales, eventos deportivos y playas para concienciar sobre el reciclaje de los envases, en especial las latas. En esos lugares, Cada Lata Cuenta suministra a los organizadores papeleras y contenedores amarillos para facilitar la recogida de envases y, además, sensibilizan a los participantes a través de acciones.
“Los dinamizadores recorren los espacios con bolsas para recoger los envases e informando a los asistentes sobre la importancia del reciclaje. También tenemos la ‘pixelata”, un mural formado con las latas recogidas que representa la cooperación necesaria para el reciclaje. Es una forma de hacer ver que se puede reciclar en cualquier lugar y sin excusas».


La ventaja de las latas
Ellos, aunque sensibilicen sobre la necesidad del reciclaje de envases en general, están enfocados en las latas, un producto elaborado con unos materiales 100% reciclables y que son sinónimo de economía circular.
Como detalla Pablo García, la mayoría de las latas están fabricadas con acero o aluminio, que, una vez que llegan a las plantas de reciclado, se separan con imanes y con corrientes de Foucault respectivamente. Después, a través de una función, se crean laminas con esos materiales que servirán como materia prima para futuros objetos.
«Las latas se pueden reciclar infinitas veces, lo que nos asegura la disponibilidad de sus materiales en el futuro»
“La ventaja es que en este proceso no se pierde nada de material, por lo que, cuando depositamos una lata en el contenedor amarillo, estamos asegurando que ese objeto se vaya a reciclar 100% y en 60 días”.
Sin embargo, esa es solo la primera ventaja del reciclado de latas. Como comenta Pablo García, reciclar este tipo de envases supone un ahorro de energía de más del 95% de la energía que se consumiría en la elaboración de una lata nueva.
Los metales han sido reciclados desde el origen de su uso, hace 10.000 años. Una vez extraídos de la tierra pueden ser refundidos infinitas veces. Hasta el 70% de ellos siguen en uso
“Las latas de acero y aluminio han reducido su peso en un 30% en los últimos 30 años sin perder resistencia. Esto presenta una ventaja en la logística, ya que podemos transportar más latas reduciendo las emisiones de dióxido de carbono”.
Dadas estas cualidades, preguntamos a Pablo si es posible que algún día el aluminio y el acero puedan sustituir al plástico como el material definitivo para los envases. Él nos contesta que es una pregunta compleja por la cantidad de matices que habría que tener en cuenta. Sin embargo, nos asegura una cosa:
“Actualmente 8 de cada diez latas son depositadas en los contenedores amarillos. Si esa tasa alcanzase el 100%, lograríamos una completa economía circular en este campo y un futuro mejor para nuestro planeta”.
