Como pez en el agua, así nos hemos encontrado al Chef Ferrán Adriá entre los líderes mundiales de la digitalización y la trasformación tecnológica que se citaron en Madrid en el Digital Enterprise Show 2019.
No podía ser de otra manera tratándose del reinventor de la gastronomía española, el promotor de la deconstrucción de los grandes platos, un innovador nato que ha puesto su talento al servicio de la innovación para hacer de la gastronomía un placer para todos los sentidos.
«En el Bulli cada año teníamos dos millones de personas de demanda»
Además, tiene el honor de ser uno de los dos únicos ingredientes imprescindible en cualquier cocina que no es un ser vivo junto con la sal.
Consciente del reto del cambio climático y la lucha contra los microplásticos apuesta por el agua de grifo en bares y restaurantes y apela al equilibrio, al sentido común y a la innovación para encontrar el problema al reto del agua, que está al alcance de todos, y al cambio climático.
Ferran Adrià Acosta, barcelonés de l’Hospitalet de Llobregat, 40 años, es el mejor cocinero del planeta y, quizá el más creativo y revolucionario.
Durante el servicio militar en la Armada de Cartagena, aceptó la propuesta de un amigo para ingresar como pinche en El Bulli, un restaurante prestigioso del cual no había oído hablar hasta entonces y que él situó en primera fila mundial y lo convirtió en el establecimiento más mitificado de España.
Ungido con tres estrellas en la Guía Michelín, sus recetas rompen esquemas y construyen un universo de sabores, texturas y sensaciones insólitas, jugando con las combinaciones: crudo-cocido, dulce-salado, duro-blando, frío-caliente.
Durante años ha jugado con las materias primas y ha inventado la cocina de la deconstrucción que, según él, «consiste en utilizar y respetar armonías ya conocidas, transformando las texturas de los ingredientes, así como su forma y temperatura».
