¿Sabías que en el mundo hay tantas personas con sobrepeso como hambrientas? Evitar la pérdida y el desperdicio de alimentos es uno de los ejes que plantea Naciones Unidas para lograr el cumplimiento del ‘ODS2: Objetivo hambre cero’ en 2030 en este Día Mundial de la Alimentación. 820 millones de personas sufren la falta de alimentos



La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) celebra el Día Mundial de la Alimentación con la vista puesta en la disminución de la pérdida de alimentos que ayuda a la sostenibilidad del medio ambiente y en la reducción de los desperdicios que beneficia la seguridad alimentaria
“Nuestras acciones son nuestro futuro. Una alimentación sana para un mundo Hambre Cero”, es la consigna de Naciones Unidas este 16 de octubre, con el objetivo de impulsar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2: acabar con el hambre en 2030.
Hoy en día hay tanta gente con sobrepeso y obesidad, como gente con hambre, en torno a los 820 millones de personas
Este año el Día Mundial de la Alimentación demanda acciones en todos los sectores para hacer que las dietas saludables y sostenibles sean asequibles y accesibles para todos, reclamando al mismo tiempo que empecemos a pensar en lo que comemos.
Más de 820 millones de personas siguen pasando hambre en el mundo cada día
La dieta poco saludable constituye el principal factor de riesgo de muertes por enfermedades no transmisibles, incluidas las cardiovasculares, la diabetes y ciertos tipos de cáncer y se estima una contribución a una quinta parte de las muertes a nivel mundial.
Hay que añadir a estos datos que el modo en que funcionan los sistemas alimentarios, con una producción de alimentos intensificada, combinada con el cambio climático, está causando una pérdida rápida de biodiversidad.
Hoy en día, solo nueve especies de plantas representan el 66% de la producción total de cultivos, a pesar del hecho de que a lo largo de la historia, más de 6000 especies se han cultivado para obtener alimentos.
Una variedad diversa de cultivos es crucial para proporcionar dietas saludables y salvaguardar el medio ambiente.
La disminución de la pérdida de alimentos ayuda a la sostenibilidad ambiental, mientras que la reducción de los desperdicios beneficia la seguridad alimentaria, según se desprende del informe sobre el Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2019 “Progresos en la lucha contra la pérdida y desperdicio de alimentos”, dado a conocer por la FAO con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación.
En América Latina y el Caribe se desperdicia de media unos 223 kilos de comida al año por habitante
La FAO afirma que para que las estrategias que buscan la reducción de la pérdida y el desperdicio de comida sean eficaces deben basarse en una comprensión clara y multidimensional del problema.
Definir qué es pérdida y qué es desperdicio
En términos generales, se consideran pérdidas las que se producen a lo largo de la cadena desde la cosecha, el sacrificio o la captura hasta el nivel minorista, aunque sin incluirlo.
A escala mundial, se pierden alrededor del 14% de los alimentos producidos desde la etapa posterior a la cosecha hasta la venta al por menor
En la actualidad, las pérdidas de alimentos a nivel mundial se estiman en 13,8%, lo que equivale a unos 400 millones de dólares.
El informe reconoce que disminuir la pérdida y el desperdicio de alimentos requiere inversiones de dinero o tiempo que algunos actores de la cadena de suministro podrían considerar superiores a los beneficios.
El mensaje de la FAO sin embargo es optimista en cuanto a la disponibilidad de soluciones y herramientas asequibles para reducir todas las formas de malnutrición.
La alimentación se encuentra también en el corazón de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la agenda de desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas para el siglo XXI .
El ODS2 de los 17 objetivos es «Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible».
Estos son algunos de los componentes de este objetivo:
- Poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas a una alimentación sana y nutritiva;
- Poner fin a las formas de malnutrición;
- Duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos en pequeña escala;
- Asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos;
- Aumentar las inversiones en la investigación agrícola;
- Corregir y prevenir las restricciones y distorsiones comerciales en los mercados agropecuarios mundiales;
- Adoptar medidas para asegurar el buen funcionamiento de los mercados de productos básicos alimentarios.