Por orden de una juez, un par de agentes de la Policía de Investigación (PDI) tiene que custodiar durante las 24 horas del día a un hombre sospechoso de padecer coronavirus Covid-19, los policías permanecen fuera y el sujeto dentro de su departamento, buscan evitar que escape pues está acusado de un delito menor.
Por ordenamiento médico, el sujeto debe permanecer aislado durante, al menos, dos semanas. Y, pese a ello, la juez Yolanda Rangel Balmaceda, ordenó custodiarlo en su domicilio.
La realidad, es que los policías no pueden acercarse por prevenir un contagio, y lo único que hacen es llamarle por teléfono cada dos horas para que se asome por la ventana, esto con el riesgo de que escape por algún lado mientras no lo ven.
Una tarjeta informativa que elaboraron para sus mandos detalla que existe la posibilidad de que el hombre pueda escaparse.
“Hago de su conocimiento que al imputado no se le tiene a la vista permanente, además de que puede sustraerse de la acción de la justicia ya que después de realizar una revisión del edificio me percato que el imputado puede subir un piso más del edificio y subir a la azotea del mismo y brincarse al inmueble aledaño”, se lee en el informe.
En plena contingencia por el coronavirus, disminuyó alrededor del 19% el suministro de agua potable en Ecatepec, el municipio mexiquense más grande de la conurbación de la capital mexicana, lo que afecta a más de 600 mil habitantes de la quinta zona de este municipio. El alcalde Fernando Vilchiz Contreras informó que la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM) y el Organismo de Cuenca de Aguas del Valle de Mexico (OCAVM) redujeron el suministro, sin informar las causas y en plena contingencia por el Covid-19.


La dependencia estatal redujo parcialmente el suministro e incluso dejó sin agua potable a colonias que históricamente han padecido la falta de este importante servicio, muchas de ellas en la denominada Quinta Zona.
Este jueves, un grupo de vecinos de la colonia Sierra de Santa Catarina, en la alcaldía Iztapalapa, de la Ciudad de México, se manifestaron para exigir el suministro de agua; aseguran que desde hace semanas no cuentan con el servicio y que las autoridades correspondientes no atienden a su llamado. Dicen que es imposible llevar a cabo las medidas de higiene que se requieren, ya que al no contar con el líquido no pueden lavarse las manos, bañarse o mantener el hogar limpio.
Comentan que el gobierno pide mantener la sana distancia, pero ahí mismo, muchas familias viven en pequeñas viviendas y sin las normas de higiene para mantenerse sanos, ante el creciente número de infectados por coronavirus.
El riesgo es latente, por los que todavía pueden salir a trabajar; como es el caso de sólo un miembro de la familia; a los demás, ya los mandaron a descansar. Por lo que la preocupación principal, no es el coronavirus, sino la falta de trabajo.
¿Y el Presidente Andrés Manuel López Obrador?
El Presidente no está calibrando el tamaño de la emergencia sanitaria ni el de la crisis económica. Incluso considera que su proyecto puede beneficiarse de ellas. Es por eso que, en un ataque de franqueza, afirmó que cayeron “como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación”. La situación del país es una contingencia transitoria y transitable, lo fundamental e indispensable para él es llevar a cabo la “Cuarta Transformación” frente a cualquier obstáculo.
En poco más de 14 meses, el Presidente López Obrador nos ha demostrado que no gobierna para todos los mexicanos. El lema primero los pobres, con el que la mayoría estamos de acuerdo, se ha transformado en “sólo los pobres”. El Presidente gobierna para su clientela electoral: los beneficiarios de los programas sociales.
«No es destruyendo la riqueza como va a vencer el problema de la pobreza»
Los empresarios, en su gran mayoría, tienen claro que no son de la simpatía del tabasqueño. Los considera, y lo ha repetido, “una minoría rapaz”. Fue sordo a sus planteamientos de una “tregua fiscal” que consistía en diferir el pago de impuestos por la parálisis económica provocada por el coronavirus, y no en condonarlos, como se dijo mañosamente.
López Obrador respondió con una clásica pregunta: ¿Y luego de dónde sacamos para los programas sociales?
No es destruyendo la riqueza como va a vencer el problema de la pobreza. A la clase media, donde podríamos ubicarlo, tampoco parece tenerla en sus prioridades. Se tardó en anunciar créditos para las muy pequeñas empresas. Les dará a cada una un crédito de 25 mil pesos a un millón de éstas. Hay cinco millones de micro, pequeñas y medianas empresas en el país. ¿Y el resto?
A partir de la detección del primer caso de coronavirus, el 28 de febrero pasado, se han perdido 346 mil 878 empleos formales en México. En otras palabras: en cinco semanas y media se perdieron más puestos de trabajo formales que los que se crearon en todo 2019.
López Obrador nos quiere hacer creer que en un escenario de recesión económica, como el que se perfila, se van a crear 2 millones de empleos en nueve meses. Ningún experto se lo cree. Incluso el Banco de México pronostica una recesión que puede significar una caída del 3.9 por ciento en el crecimiento. Y es optimista. El Bank Of America habla de menos ochos puntos del PIB.
Podemos adelantar que las cifras de empleo se verán afectadas negativamente por los estragos de la parálisis económica que vivimos, a la que nadie puede ponerle fecha de caducidad.


Ayer apretó en la mañanera. Dijo que va a “proceder” judicialmente en contra de los morosos si no se ponen al corriente. Apoyado en datos del Sistema de Administración Tributaria, dijo que 15 grandes empresas deben al fisco 50 mil millones de pesos, incluyendo multas y recargos. El Presidente dio a entender que son empresas que tienen solvencia para cubrir los adeudos. Desde su conferencia mañanera pidió al presidente del Consejo Coordinador Empresarial, que le ayude con los dueños de esas 15 empresas.
Ya anunció que dará a conocer una carta con los nombres de los “grandes contribuyentes” que no dan color con el pago de sus impuestos en estos tiempos difíciles para la recaudación. El gobierno está comprometido a entregar un millón de créditos a las micro, pequeñas y medianas empresas, pero López Obrador hizo notar que si se cobran los 50 mil millones de pesos, el gobierno podría entregar hasta tres millones de créditos.
“Si se llega a un acuerdo y pagan 25 mil millones de pesos, pues ya son dos millones créditos. Si cobráramos los 50 mil millones podríamos entregar tres millones de créditos”, puntualizó.