Sin nombrar al país más beneficiado en el reparto, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha criticado que este fondo de la UE se haya repartido de tal manera que se “remunere en mayor medida a países que a lo mejor tienen un menor compromiso con esta transición ecológica»



La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha señalado que el fondo diseñado por la Comisión Europea para apoyar a las regiones más dependientes del carbón en su transición climática debe «proteger el mercado interior» y dar los «incentivos adecuados», algo que no se ha respetado, según su criterio.
«Es muy importante proteger el buen funcionamiento del mercado interior y el hecho de que las empresas de nuestros países estén compitiendo en regímenes de igualdad. Y también es importante que los distintos mecanismos generen los incentivos adecuados. Es decir, que no se remunere a países que a lo mejor tienen un menor compromiso con esta transición ecológica», ha expresado.
El origen de sus declaraciones tiene que ver con el reparto de los 7.500 millones de los que está dotado el nuevo Fondo de Transición Justa. En este sentido, Polonia, único país de la Unión Europea que en la cumbre europea (COP25) del pasado diciembre rechazó apoyar que el club comunitario alcance la neutralidad climática en 2050, será el país más beneficiado, con 2.000 millones de euros, es decir, un 26,7 % del total.
Tras ella, el más beneficiado será Alemania con 876,6 millones, 11,7 % del total, y Rumanía, con 757,1 millones, un 10,1 %. España, por su parte solo recibirá un 4,1% de los 7.500 millones, es decir, unos 307,4 millones de euros que podrán utilizarse para ayudar a las regiones que tengan más dificultades para la transición ecológica.


Ante esta situación, y sin referirse a ningún país, Calviño ha comentado que “tendrá que ver cómo actuar, junto con el Parlamento Europeo y dentro del Consejo, para asegurarse de que los distintos mecanismos que se diseñen son justos, responden a las prioridades de nuestro país y remunera a aquellos Estados miembros que, como el nuestro, quieren ser ambiciosos, realistas y justos en todo este proceso de transición”.
Dentro de esta línea también se ha situado Arancha González Laya, la nueva ministra de Asuntos Exteriores, que ha cuestionado el reparto y las condiciones de uso planteados por la Comisión Europea.
«No es lo bastante justo, no solo sobre cómo se reparte, sino también por las condiciones detrás de ese fondo. Esperamos que haya respeto de las reglas de competencia leal», ha indicado.
En concreto, Arancha González ha reclamado que “los países que han hecho un esfuerzo para adaptarse al nuevo escenario no se deben ver penalizados por el uso de ese fondo”.
Asimismo, ha expresado que la estrategia de la UE en el exterior tiene que tener un componente relacionado sobre cambio climático y que este no sea una mera puntualidad cuando haya una COP.
En este sentido, la ministra española ha reclamado que la UE se dote de «músculo financiero» para promover los objetivos «verdes» en su acción exterior: “Que haya financiación y estrategias sobre descarbonización con países ambiciosos», ha concluido.
