Isabel Barreto, primera almirante española de la historia

Isabel Barreto, primera almirante española de la historia

Isabel Barreto, primera almirante española de la historia

En el siglo XVI, una mujer, Isabel Barreto, se puso al mando de las expediciones que recorrían el Pacífico descubriendo las Salomón o las Marquesas para el Reino de España. Su historia permaneció durante siglos oculta a la historia. La recuperamos hoy para El Ágora, con motivo de la celebración del 8-M, el Día de la Mujer


Ana Alemany | Especial para El Ágora
Madrid | 5 marzo, 2021

Tiempo de lectura: 6 min



Un personaje se convierte en histórico cuando, con el paso del tiempo, a veces de mucho tiempo, se comprueba que sus hazañas eran de una relevancia considerable. Este es el caso de nuestra protagonista, Isabel Barreto, la primera mujer que ostentó el cargo de almirante en la historia de la navegación, bajo las órdenes del Reino de España, y cuya biografía no es de todos conocida, aunque mereciera estar cerca de la de Magallanes o Elcano, conocidos por su la primera circunvalación al mundo, o Cristóbal Colón con el descubrimiento de América.

En el Día Internacional de la Mujer, merece la pena saber un poco más de la primera almirante o adelantada de la historia de España.

Isabel Barreto de Castro (Pontevedra 1567 -1612) encabezó una expedición que, en el siglo XVI, navegó 3.600 leguas (unos 20.000 kilómetros), la mayor distancia recorrida entonces por naves españolas (confirmando la existencia de Australia quinto continente, entre muchas de las hazañas llevadas a cabo), donde su almirantazgo, pese a ser por casualidad, fue respetado por sus subordinados. El respeto al mando era absoluto en aquellos tiempos, aunque no eximía de rencor, gracias al cual conocemos la historia de esta valerosa mujer.

Comienzos de una pionera

De padre incierto (unas fuentes señalan a un marino portugués gobernador de la India portuguesa; otras, que fue el conquistador en Perú Nuño Rodríguez Barreto), su madre fue Mariana de Castro, natural de Lisboa. Isabel nació en Pontevedra y tuvo tres hermanos y tres hermanas.  Pronto la familia se trasladó al Virreinato de Perú, donde se instalarían cuando ella era tan solo una niña. Allí conoció a Álvaro de Mendaña, con quien contraería matrimonio cuando contaba 19 años (1586).

Ilustración de época que muestra un desembarco durante el tiempo que Isabel Barreto fue capitana de las naves de Felipe II.

Expediciones por todos los mares

A pesar de los casi 25 años de diferencia de edad entre ellos, la pareja tenía buena sintonía, por lo que compartieron muchas vivencias. Mendaña, explorador experto en el Océano Pacífico, descubrió en 1568 las islas que bautizó como Archipiélago de las islas Salomón. Con la intención de regresar e instalar un asentamiento permanente, el adelantado tardó 25 años en preparar un nuevo viaje a las islas.

El navegante español Álvaro de Mendaña.
El navegante español Álvaro de Mendaña.

En 1595 partieron de El Callao, el puerto de la recién fundada Lima, cuatro barcos con 368 personas de tripulación. Entre las mujeres que se hallaban a bordo se encontraba Isabel, tres hermanos suyos y el cronista portugués Pedro Fernández de Quirós.

Una desviación de unos 400 kilómetros en la carta náutica impidió a la flota regresar a las citadas islas Salomón, descubriendo, en cambio, las islas Marquesas. Iniciado el viaje de vuelta, Álvaro de Mendaña enfermó de malaria en la isla de Santa Cruz.

Consciente de la gravedad de su estado, y de la mala relación entre Quirós, el piloto mayor, y Pedro Marino Manrique, que mandaba a los soldados, Mendaña nombró a su cuñado Lorenzo Barreto, almirante de la expedición, y a su mujer, heredera universal y gobernadora en tierra, ya que ostentaba una cédula particular de Su Majestad con poder para nombrar a la persona que él quisiese.

Pero Lorenzo moriría también al poco tiempo, quedando encargada Isabel del mando de la expedición como adelantada de las islas Salomón y del Poniente, siendo gobernadora de la Colonia de Santa Cruz, capitana general y almirante de la flota de su Majestad Felipe II, incluyendo la autoridad sobre los marinos, la población civil y los militares.

«Nombro a doña Isabel Barreto, mi legítima esposa, gobernadora y heredera universal y señora del título del Marquesado que del Rey, Nuestro Señor, tengo», escribió el difunto Mendaña.

Moneda de 10 dólares de las Islas Salomón, archipiélago del Pacífico descubierto por navegantes españoles
Moneda de 10 dólares de las Islas Salomón, archipiélago del Pacífico descubierto por navegantes españoles

Isabel, adelantada o almirante

El carácter fuerte de Isabel y su temple al acumular todo el poder de la expedición hicieron más visibles los enfrentamientos entre ella y Quirós, fruto de la envidia, ya que Isabel debía acudir constantemente a hacer uso de sus conocimientos sobre navegación.

Quirós consideraba injusto que fuese ella la que dirigiera la expedición, pero, a pesar de ello, el piloto mayor obedeció. Sin embargo, esas inquinas, reflejadas en las crónicas de Luis Belmonte Bermúdez, poeta sevillano y secretario de Quirós, son el motivo por el que nos ha llegado hasta nuestras fechas el conocimiento de la existencia de Isabel Barreto y sus andaduras por tierras del Pacífico. Eso sí, siempre con un tono despectivo o negativo.

Tras abandonar la isla de Santa Cruz de forma precipitada a causa de una rebelión de los indígenas originada por el asesinato de su jefe Malope por soldados españoles, Barreto dirigió la expedición hacia las islas Filipinas. Llegó al puerto de Manila el 11 de febrero de 1596, prácticamente un año después de su partida de Lima, sorteando todo tipo de inconvenientes, incluso llegando a condenar a un marinero a la horca por haber contravenido sus órdenes. En la travesía pereció más de la mitad de la tripulación que había partido desde el puerto peruano de El Callao.

Retrato de época de la primera almirante española, Isabel Barreto
Retrato de época de la primera almirante española, Isabel Barreto

Ese mismo año, Isabel Barreto contrajo de nuevo matrimonio con el general Fernando de Castro, caballero de la Orden de Santiago. De hecho, ambos organizaron, en 1597, una expedición al Virreinato de Nueva España, Acapulco (actualmente México), y posteriormente a la Capitanía General de Chile, Guañacos (hoy Argentina), donde Isabel era dueña de una encomienda, para revisar que todo se hallaba bajo control.

Un final incierto

Posteriormente, regresó a Perú. Y aquí, su final se vuelve a difuminar, ya que, algunas crónicas apuntan que murió y fue enterrada en 1612 en Castrovirreyna, pero otras indican que regresó a España para reclamar sus derechos sobre las islas Salomón, muriendo en Galicia.

Lo que sí es cierto es que Quirós, con su rencor latente, consiguió que el rey Felipe III le otorgara el derecho a regresar a las islas Salomón para cristianizarlas, mediante una cédula que anulaba el título que Álvaro de Mendaña, su primer marido difunto, le había otorgado.

Barco hundido en la bahía de Roderick, en las islas Salomón, en una imagen actual FOTO Romaine W
Barco hundido en la bahía de Roderick, en las islas Salomón, en una imagen actual FOTO Romaine W

Por su relación con las citadas islas Salomón, y en referencia al personaje bíblico, también fue conocida como la Reina de Saba, pues los colonizadores tenían la creencia que en esas islas se hallaba escondido el tesoro de las minas del rey Salomón.

Otras mujeres del Imperio español

Otras mujeres dignas de mención en la historia del Imperio Español fueron María de Toledo, virreina de las Indias Occidentales; Mencía Calderón, quien junto con otras 50 mujeres se embarcó en una expedición de más de seis años, atravesando más de 1.600 kilómetros de selva amazónica, o Beatriz de la Cueva, gobernadora de Guatemala.

Firma de Isabel Barreto en un documento histórico.
Firma de Isabel Barreto en un documento histórico.

Otro dato a tener en cuenta es que, en el siglo XVI, entre los 45.327 viajeros que se registraron en el Archivo de Indias a América, hubo 10.118 mujeres.

Respecto a Isabel Barreto, en el año 2013 la editorial Planeta publicaba el libro titulado Serás reina del mundo, obra de Alexandra Lapierre, que ficcionaba la historia de la primera almirante de la historia de España.


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