Repasamos con nuestro Informe Semanal lo más destacado de la actualidad en una semana en la que la empresa de gestión del agua Agbar ha mostrado su responsabilidad, compromiso y ambición con la reconstrucción inclusiva en España
Sin agua, no hay reconstrucción verde e inclusiva. Ante la importante tarea de modernizar las infraestructuras hídricas para garantizar la adaptación y mitigación del cambio climático, el Gobierno de España puede y debe contar con la colaboración de las empresas del sector del agua. Y es que, en un ejercicio de transparencia, Ángel Simón, presidente de Agbar, ha detallado en la Junta General de Grupos de Interés de la compañía, celebrado este miércoles, el ‘Pacto social’ sobre el que gira su proyecto de futuro, que pivota sobre tres ejes fundamentales: solidaridad, empleo y reconstrucción verde e inclusiva.
La Junta ha servido para poner sobre la mesa algunas de las principales cifras de la compañía, que ya atesora 154 años de historia, y que da servicio a más de 1.200 municipios, empleo a más de 16.000 profesionales de forma directa y 50.000 de forma indirecta, lo que supone una retribución al personal de 670 millones de euros, y cuya retribución financiera asciende hasta los 138 millones de euros, habiendo además recaudado más de 460 millones de euros para la Administración Pública.
“Agbar es un territorio amplio, con multiplicidad de marcas, operadoras, empresas tecnológicas y fundaciones que trabajan en la acción social, pero esencialmente Agbar son personas. Las que trabajan en la empresa y las que forman parte del ecosistema”, explicó Simón. Un ecosistema donde el pacto social, la innovación y la Agenda 2030 forman parte de la política transversal de la compañía.


La reconstrucción es vital para afrontar con seguridad la crisis climática, pero la escasez de agua no es, por supuesto, el único problema ambiental urgente que afronta la humanidad. Nuestra manera de producir y consumir está también aumentando la frecuencia y virulencia de los fenómenos meteorológicos extremos, como demuestran las inundaciones que está sufriendo esta semana India por culpa de un monzón especialmente virulento.
De hecho, justo esta semana, un trabajo científico, en el que se han analizado restos fósiles en sedimentos, apunta a que a medida que se han intensificado las emisiones de dióxido de carbono, los monzones en el sur de Asia se han vuelto más violentos.


Al menos, cada vez más países se preocupan por hacer los deberes para empezar a revertir esta situación. Es el caso de España, cuyo Gobierno esta semana ha aprobado la Estrategia Estatal por la Bicicleta, que apuesta por enseñar esta forma de movilidad sostenible en los colegios, construir más carriles segregados y multiplicar los espacios de aparcamiento para bicis, entre otras medidas.
En total, se destinarán cerca de 3.000 millones de euros del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia para el impulso de movilidad sostenible, una fuerte inversión que según el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, “ayudarán a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía” en pueblos y ciudades. Además, esta semana el Gobierno ha presentado también la Estrategia de Desarrollo Sostenible, una herramienta para que España cumpla con los objetivos de la Agenda 2030 y que apuesta por un nuevo modelo económico y productivo verde, digital y justo.


Sin embargo, el Ejecutivo tiene otros frentes abiertos en los que debería acelerar la respuesta. Uno de ellos es el últimatum que ha dado la Comisión Europea a España para que corrija cuanto antes el deficiente tratamiento de aguas residuales en más de 300 aglomeraciones urbanas.
Las autoridades nacionales tienen dos meses para dar una solución definitiva a un problema que viene arrastrando desde hace años antes de que Bruselas eleve el caso a la Justicia europea. Del mismo modo, la Comisión da otro margen de dos meses a España para que cumpla los requisitos de la Directiva sobre inundaciones (Directiva 2007/60/CE).
Cerramos la semana con una reflexión: el futuro de la humanidad se juega en las aguas marinas. Esta semana se ha celebrado el Día Mundial de los Océanos 2021, una jornada que llama a conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos y que inaugura el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible. Y es que este recurso tan valioso está siendo puesto peligro por la actividad humana, “una total imprudencia”, de acuerdo con la iniciativa Ocean Panel que está llevando el estado de salud de estas aguas a su extremo más insostenible.
La constante absorción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) antropogénico que llevan a cabo los océanos los ha conducido a un estado de acidificación sin precedentes que, entre otras cosas, está destruyendo ecosistemas tan hermosos e importantes como lo son los arrecifes de coral. Además, los océanos se han utilizado durante décadas como un vertedero que hemos llenado con aguas residuales, metales pesados, desechos nucleares tóxicos y, sobre todo, plásticos.
Sin embargo, esto es la punta del iceberg de la hecatombe que están sufriendo los océanos porque su inmensidad es sinónimo de desconocimiento y cada día salen a la luz nuevas consecuencias de nuestros excesos con los océanos. Los océanos, como indica la OMM, están más amenazados que nunca.


¡Buen fin de semana a todos!
