Repasamos con nuestro Informe Semanal lo más destacado de la actualidad en una semana en la que una ola de calor vuelve a ser protagonista mientras el IPCC nos confirma la relación entre acción humana, cambio climático y altas temperaturas, aunque éstas palidecerán en comparación con lo que está por venir si no actuamos
Ya no quedan dudas sobre el origen antropológico del cambio climático y el daño que está causando a nuestro planeta. En 1990, el Primer Informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) concluyó que el ser humano podría estar detrás de un inminente cambio climático que, hasta 1990, solo había aumentado la temperatura de nuestro planeta entre 0,3 grados Celsius y 0.6°C.
Sin embargo, mucho ha cambiado estas tres últimas décadas, sobre todo, los instrumentos a nuestra disposición para medir con exactitud cómo está cambiando nuestro mundo, qué factores están impulsando el cambio y qué escenarios nos deparan el futuro. Por eso mismo, las principales conclusiones del Grupo de trabajo I (WGI) del Sexto Informe de Evaluación (AR6) apuntan a una dirección: el cambio climático es una realidad y no hubiese sido posible sin la intervención humana.
Es más, el documento no solo despeja cualquier duda sobre la responsabilidad de la humanidad sino que advierten sobre un calentamiento de casi 3 grados este siglo si no se actúa ya, algo nunca visto en tres millones de años que provocará cambios “irreversibles”.


El cambio climático es por tanto una realidad que se traduce en fénomenos concreto, como las fuertes subidas en los térmometros que han llevado a todo el sur de Europa a batir récords. Y es que el aumento de las temperaturas esta semana han sido las protagonistas no solo en España, sino en otros países como Italia, Turquía y Grecia, que ya han visto como los incendios arrasaban miles de héctareas de bosque en una temporada infernal
La Aemet ha lanzado el primer aviso por ola de calor de este año que, según sus estimaciones, podría prologarse hasta el martes de la semana que viene. Durante el evento se esperan batir récords de temperatura en algunos puntos de la península, siendo este viernes y sábado los días estimados como más calurosos, por ahora.
No sólo en Europa: el calor al otro lado del mundo también está teniendo graves consecuencias. Un reciente estudio de investigadores de la Universidad de Santiago de Chile entregó preocupantes datos sobre la disminución irreversible de la nieve en la cordillera de la zona central de los Andes, lo cual implica definir medidas urgentes de adaptación ante la pérdida de agua que esto generará.
La Cordillera de los Andes se extiende por siete países y tiene una extensión estimada de casi nueve mil kilómetros de largo. En el caso puntual de la sección chilena, se trata de un cordón lleno de vida y biodiversidad, donde habita flora y fauna que va cambiando según la zona del país donde se encuentra, la cual ha sido golpeada no solo por acción humana, sino también por el cambio climático.
Bien lo saben los científicos de Antarctica, el Grupo de Investigación Antártica del Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile, quienes detectaron una baja significativa en la cobertura nival, entre la latitud 23°S (Calama) y la latitud 39°S (Talca) al mes de mayo de 2021, la cual presenta un déficit promedio de casi 60%, lo que indica que la Cordillera de los Andes se está quedando sin nieve.
Y es por ello, que el objetivo de las ciudades no debe ser otro que el de la adaptación a estos cambios que se generan. El Foro Económico Mundial explica en un artículo reciente cómo ciudades como Berlín y Londres han desarrollado proyectos de infraestructuras que demuestran que las características del agua urbana pueden ser una forma efectiva de crear disipadores de calor y controlar las inundaciones.
En concreto, el establecimiento de soluciones hídricas basadas en la naturaleza y la creación de más instalaciones de retención para el agua de lluvia ayudarán a que las ciudades sean más resistentes al clima extremo, como muestra un proyecto ya construido en Berlín. Y es que, en el centro de la capital de Alemania, en la famosa Potsdamer Platz donde solía estar la frontera entre el este y el oeste, se han creado una serie de depósitos y canales para evitar inundaciones, cumplir objetivos ecológicos y mejorar la vida urbana.


Las infraestructuras de agua serán una pieza clave en las ciudades como lo es también la digitalización en materia hídrica. Las soluciones digitales permiten gestionar de forma unificada y centralizada toda la información relativa a la red de alcantarillado, facilitando una mejor planificación de los trabajos de inspección al mismo tiempo que permiten que la limpieza sea objetiva y eficiente.
España es una de las pioneras en muchas de estas tecnologías, que permiten ya avances como la telelectura, la aplicación de sistemas de detección de fugas y la sensorización de las redes de abastecimiento y alcantarillado. Es más, gracias al empleo de técnicas basadas en algoritmos avanzados se ha podido reducir las pérdidas de agua y aumentar la vida de las infraestructuras que mejoran el rendimiento de los equipos de trabajo en campo.
Técnicas que se han puesto en marcha gracias a empresas como Hidraqua, que ha anunciado la implantación total en todos los municipios gestionados por la compañía y sus empresas participadas de una solución digital para la limpieza optimizada de las redes de saneamiento. De esta manera, varias decenas de localidades de la Comunitat Valenciana dispondrán de una herramienta que permite gestionar de forma unificada y centralizada toda la información relativa a la red de alcantarillado.


¡Buen fin de semana a todos!
