Repasamos con nuestro Informe Semanal lo más destacado de la actualidad en una semana en la que la celebración del Día Mundial del Saneamiento nos invita a reflexionar sobre la importancia de los inodoros y las más de 3.600 millones de personas que no disponen de uno
La brecha entre las regiones desarrolladas y el tercer mundo cobra infinidad de dimensiones, pero tal vez es en el agua y en el saneamiento donde el reflejo de las desigualdades presenta un mayor calado. El motivo para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es sencillo: ambos factores se presentan como el pilar básico del desarrollo humano, así como un seguro que garantiza la vida humana. Sin ellos no habría progreso y mucho menos un horizonte claro para los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Por eso, con la celebración este viernes del Día Mundial del Saneamiento, la ONU nos invita a reflexionar sobre la importancia de los inodoros y las más de 3.600 millones de personas que no tienen a su alcance un sistema de saneamiento gestionado de forma segura. Un problema que tiene como consecuencia numerosos efectos adversos para la salud, como las enfermedades diarreicas, entre las que se encuentra el cólera, capaz de matar una persona en cuestión de horas. En este sentido, un saneamiento adecuado ayudaría a reducir las muertes por cólera hasta en un 90% para el 2030, evitando casi 150.000 fallecidos al año.
La ONU pone de relieve que el ritmo de progreso actual debería duplicarse para lograr servicios básicos de saneamiento para todos, y cuadriplicarse para alcanzar el acceso universal a servicios de saneamiento gestionados de manera segura para finales de esta década. Sin embargo, se trata de un desafío titánico dado los problemas crónicos del saneamiento, como la priorización insuficiente, la falta de liderazgo, la escasa inversión y la ausencia de capacidad.


Sin embargo, más allá de esta importante efeméride, la actualidad semanal ha estado copada por las análisis, reflexiones y valoraciones de diferente signo sobre lo ocurrido en la pasada cumbre climática COP26, que se cerró el pasado sábado con un acuerdo de mínimos que para algunos era decepcionante y para otros, lo mejor que se podía esperar dadas las circunstancias. En El Ágora hablamos también con expertos en diferentes materias ambientales para que nos dieran su opinión sobre lo ocurrido en Glasgow, también con un resultado ambivalente.
Y es que, aunque el acuerdo final, llamado Pacto Climático de Glasgow no contiene grandes avances vinculantes a nivel de lucha contra el cambio climático, sí supone el reconocimiento por parte de los países de que están fallando a la hora de recortar emisiones, además de la primera mención explícita a acabar con los combustibles fósiles, en concreto el carbón, que se encuentra en un acuerdo de este tipo. Además, se ha logrado cerrar por fin el artículo 6, uno de los últimos grandes flecos que quedaban por cerrar del Acuerdo de París con el que se busca regular los mercados de carbono. Pero, al mismo tiempo, no ha habido casi progresos en financiación climática, una de las grandes claves de la descarbonización global, ni se ha logrado un aumento explícito de la ambición en los planes de reducción de emisiones que los países deben presentar ante Naciones Unidas, conocidos como NDC.


Por otro lado, esta semana también ha dejado titulares en forma de nuevas cuentas europeas. El Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea, a propuesta de la Comisión, han alcanzado un acuerdo político informal sobre el presupuesto de la UE para 2022, el segundo en el marco financiero plurianual de la UE 2021-2027. El acuerdo contempla compromisos por valor de 169.500 millones de euros y pagos por 170.600 millones de euros, con la prioridad puesta en nuevas inversiones sostenibles para lograr una Europa más verde , más digital y más resiliente , al tiempo que se protege a los más vulnerables en su vecindario y en todo el mundo.
El presupuesto acordado dirigirá los fondos hacia donde puedan marcar la mayor diferencia, en consonancia con las necesidades de recuperación más cruciales de los Estados miembros de la UE y los socios de la UE en todo el mundo. Paralelamente al presupuesto anual para 2022, los países de la UE seguirán contando con el apoyo del instrumento de recuperación NextGenerationEU y el Mecanismo de recuperación y resiliencia.
Además, esta semana también se ha celebrado el I Foro de Gestión Ecoeficiente del Agua, un evento que ha dado cita a expertos del sector privado, el mundo académico y responsables del ámbito público para hablar de la importancia de las alianzas para hacer del agua un motor de transformación de las ciudades. Bajo el lema ‘Agua y ciudades contra el cambio climático’, diferentes actores han reflexionado sobre cómo las ciudades deben adaptarse a las nuevas reglas del juego que impone la crisis climática y cómo el agua puede actuar como palanca de cambio y desarrollar estrategias que benefician directamente a la población de estos núcleos urbanos.
Organizado por la Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica creada por la Universidad de Murcia (UMU) y la empresa Hidrogea, el evento incluyó una primera sesión con expertos que se centró en la eficiencia hídrica y en la que se habló de los beneficios de la colaboración público-privada en materia de gestión sostenible del agua para luchar contra el cambio climático. Por otra parte, tres municipios fueron los protagonistas de la segunda parte de la jornada que contó con la presencia de Joaquín Buendía Gómez, alcalde de Alcantarilla; José Miguel Luengo, alcalde de San Javier y Pascual Lucas Díaz, alcalde de Cieza, tres núcleos urbanos muy vinculados al agua.


Cerramos este repaso semanal con una invitación. El próximo lunes y martes se celebra en Alicante el “Diálogo sobre el Futuro del Agua”, un evento impulsado por el Gobierno de España para abrir un debate multisectorial sobre los retos y oportunidades de adaptar la gestión de los recursos hídricos al cambio climático que experimentamos ya. Allí, habrá mesas de debate y talleres abiertos a la ciudadanía que permitirán acercar a todo el mundo los importantes problemas que conciernen directamente al líquido elemento, una educación en agua imprescindible en el actual contexto de estrés hídrico impulsado por el calentamiento global.
En concreto, se celebrarán dos talleres ciudadanos diseñados para escuchar las ideas de la población, tomar nota de ellas e incorporarlas a los diferentes documentos y estrategias de futuro. En el primero de estos talleres se conversará sobre cómo impulsar un uso más sostenible del agua (22 de noviembre, 17 horas), mientras que el segundo reflexionará sobre qué estaríamos dispuestos a hacer para reducir el consumo de agua (23 de noviembre, a las 11.00 horas).
¡Buen fin de semana a todos!
