Repasamos con nuestro Informe Semanal lo más destacado de la actualidad, en una semana en la que varias agencias de la ONU han reclamado medidas urgentes orientadas a mejorar la gestión cooperativa de los recursos hídricos y a incrementar las inversiones en agua
La crisis del agua está cada vez más cerca de pasar de ser un desafío futuro a un problema inmediato. Uno de los efectos del cambio climático que más sufrirá la población en las próximas décadas está relacionado con el agua. Crecidas, inundaciones, sequías y escasez hídrica ya se están viendo intensificadas a consecuencia del calentamiento global. E irán a más. Es un hecho confirmado por el último informe del IPCC que no deja lugar a dudas de la influencia antropogénica sobre el clima.
Se prevé que el número de personas afectadas por el estrés hídrico se elevará considerablemente, lo que se verá exacerbado por el crecimiento de la población y la disminución de los recursos hídricos disponibles. No obstante, de acuerdo con un nuevo informe elaborado por diversos organismos de Naciones Unidas, los sistemas de gestión, vigilancia, predicción y alerta temprana son fragmentados e inadecuados, y los esfuerzos desplegados a escala mundial en materia de financiación climática e hídrica resultan insuficientes.
En concreto, en el informe se destaca la necesidad de tomar medidas urgentes orientadas a mejorar la gestión cooperativa de los recursos hídricos, adoptar políticas integradas sobre el agua y el clima, e incrementar las inversiones en este preciado bien que sustenta todos los objetivos en materia de desarrollo sostenible, adaptación al cambio climático y reducción de riesgos de desastre. “Debemos tomar conciencia de la inminente crisis del agua”, alertó el profesor Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).


Teniendo en cuenta esta situación, sorprende que a a menos de un mes del comienzo de la COP26, la cumbre del clima de la que deben salir compromisos concretos para contener el aumento de temperaturas en 1,5º en cumplimiento del Acuerdo de París, y lograr la carbononeutralidad en 2050, aún no se sabe el peso que tendrá el agua en las negociaciones a las que están llamados más de 190 países.
Por ello, el Foro Económico Mundial ha hecho un llamamiento para que el agua sea uno de los temas centrales en la cumbre climática de Glasgow. La organización señala el coste humano que ya supone que una de cada dos personas no tenga acceso al agua potable administrada de manera segura en su hogar y alerta de que, “en solo unos pocos años, aproximadamente dos tercio de la población mundial se enfrentarán a la escasez de agua“.
Además de la crisis humanitaria que supone esta situación, el Foro recuerda que la escasez de agua será la mayor amenaza relacionada con el clima para los activos corporativos como las fábricas en las próximas décadas, según un informe reciente. Sin embargo, apenas se tiene en cuenta por los inversores.
En este conexto, las alianzas entre diferentes actores se antojan imprescindibles. Y ese ha sido precisamente uno de los mensajes principales de la segunda edición de la Barcelona New Economy Week (BNEW), una cita organizada por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) que se ha clausurado este viernes con gran éxito de prensa y público: más de 12.000 empresas de todo el planeta, además de asistentes de 145 países, 240 horas de contenidos y 800 speakers. Un evento en el que el agua ha vuelto a ser protagonista como base imprescindible para construir la economía del futuro.
A lo largo de los cuatro días del evento se han abordado cuestiones como la digitalización de sectores como el agua, el impacto del teletrabajo, la irrupción de las proptech, la logística de última milla, las criptomonedas, el impacto del 5G en la industria, la importancia de la colaboración público-privada, el potencial cultural de Barcelona, el avance de la movilidad eléctrica o el reto de la sostenibilidad.


No ha sido el único evento de la semana centrado en la importante conexión entre sostenibilidad y agua. En una jornada sobre los retos económicos de la provincia de Alicante se ha resaltado la suma de los esfuerzos públicos y privados como clave para la recuperación, especialmente en un sector hídrico que se está convirtiendo en uno de los mayores ejemplos nacionales de digitalización, eficiencia, productividad y resiliencia.
En concreto, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, destacó el programa ‘vertido cero’ de Aguas de Alicante, empresa mixta gestionada por Hidraqua, que “ha conseguido la reutilización y el aprovechamiento de toda el agua de la ciudad gracias a la eficiencia en el uso y a la eficacia de los procesos”. También subrayó el logro para la ciudad que ha supuesto el parque inundable de La Marjal, ejemplo internacional de resiliencia urbana frente a las inundaciones gestionado por Aguas de Alicante.


Por último, esta semana también ha sido protagonista la crisis del agua que ha provocado la erupción del volcán de Cumbre Vieja, que ha sepultado la última tubería de agua dulce para el regadío de las plataneras del sur de La Palma. Para garantizar la hidratación de las plantas Mitecto y el Gobierno Canario han enviado dos desaladoras portátiles y un buque cisterna para evitar que se pierdan las cosechas de las que depende el 50% de la economía de la isla.
Para poder salvar la cosecha de plátano de la isla, de la que depende casi el 50% de la economía palmera, desde el Ministerio de Transición Ecológica y el Gobierno Canario han enviado dos desaladoras portátiles y un buque cisterna, procedente de la península, que proporcionarán 5.600 hectómetros cúbicos de agua diarios para regadío. Una solución express que llegará a la isla mañana martes pero que tardará unos días en estar operativa mientras se instalan las infraestructuras necesarias para su puesta en funcionamiento y distribución.


¡Buen fin de semana todos!
