Repasamos con nuestro Informe Semanal lo más destacado de una semana en la que la invasión rusa de Ucrania está provocando cada vez más problemas humanitarios, incluyendo una falta absoluta de agua en muchas ciudades sitiadas
La invasión rusa de Ucrania se está convirtiendo ya en uno de los grandes conflictos de lo que llevamos de siglo XXI. La ofensiva de las tropas de Vladimir Putin por el este, sur y norte de Ucrania ha hecho caer varias ciudades y complica la situación de la capital Kiev, lo que está provocando un drama humano en forma de decenas de muertes civiles y millones de desplazados huyendo de la guerra. Sin embargo, las acciones indiscriminadas en forma de ataques aéreos, fuego de artillería y artefactos explosivos no solo están hierendo y matando a muchos civiles inocentes, sino que también están afectando cada vez más a las infraestructuras de agua y saneamiento, complicando aun más la situación de muchas ciudades.
Los problemas más urgentes están en Mariupol y otras ciudades del este y sur de Ucrania. Allí, los habitantes que no han podido escapar llevan más de una semana sin agua corriente, electricidad o saneamiento, por lo que la comida y el agua embotellada empiezan a escasear. Aunque a lo largo de la semana se han intentado restablecer corredores humanitarios para que civiles pudieran salir de allí, hasta el momento ha sido imposible llegar a un acuerdo de alto el fuego entre los contendientes. En total, unas 400.000 personas se encuentran atrapadas en estas ciudades, que han estado bajo fuerte bombardeo de las tropas rusas durante días.
Aunque el foco está ahora situado en la invasión rusa en Ucrania, el agua siempre es protagonista a su pesar en las guerras. Según un informe publicado por Unicef el año pasado, los recursos hídricos y los sistemas de suministro de agua son atacados en primera instancia en caso de conflicto. Cuando se corta el suministro de agua de una comunidad, los niños y las familias se ven obligados a depender de agua no potable o a abandonar sus hogares en busca de una nueva fuente. A veces esto puede significar que las familias tengan que reducir o racionar sus suministros de agua, otras veces significa beber agua que está claramente contaminada y es peligrosa.


Por otro lado, esta semana también ha presentado la ocasión de lanzar la primera edición de Dinapsis Digital Paper, una revista en formato on-line que recogerá las últimas tendencias tecnológicas y los proyectos más innovadores relacionados con la gestión del agua y el medio ambiente. Este primer número se ha centrado en la salud ambiental y en las claves para desarrollar ciudades más saludables para las personas que las habitan. Desde la digitalización de indicadores medioambientales, soluciones al efecto ‘isla de calor’ o utilización de nuevos materiales de construcción, hasta aprovechamiento del patrimonio, infraestructuras verdes y movilidad sostenible, la revista repasa experiencias y tecnologías a tener en cuenta para lograr ciudades cada vez más inteligentes y sostenibles.
Para presentar la publicación, Dinapsis ha organizado una jornada en el hub Dinapsis Región de Murcia en la que se han dado cita expertos y representantes de Ayuntamientos de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia para hablar de los proyectos emblemáticos que mejoran la habitabilidad de ciudades y municipios a través de soluciones verdes y sostenibles. Todo está articulado en torno a los cuatro ejes desde los que Dinapsis trabaja para aplicar la digitalización y la innovación en conseguir ciudades más saludables y habitables: la mitigación, la adaptación, la preservación del recurso hídrico a través de la economía circular y, por último, en la integración de la naturaleza en la ciudad.


No ha sido el único evento relacionado con el agua que ha sido protagonista esta semana. Este martes, el Observatorio de los Servicios Urbanos-OSUR y Cáritas han presentado un revelador estudio sobre el tratamiento que los operadores del servicio de abastecimiento de agua proporcionan a los usuarios vulnerables en 34 ciudades, seleccionadas entre las de mayor población de España, incluyendo capitales de provincia y otras de volumen poblacional elevado y, donde Barcelona aparece en el lugar más destacado por su nivel de atención a estas cuestiones. Se trata de la primera fase de un análisis fruto de la colaboración entre ambas entidades y que se extenderá en breve a otras 30 localidades significativas del país.
La presentación del estudio se llevó a cabo en la sede del Consejo General de la Abogacía en Madrid y contó con la presencia del ex ministro de Justicia Francisco Caamaño, presidente de OSUR, y Sonia Olea, directora de Derechos Humanos de Cáritas. En el estudio, se demuestra que, aunque hay diferencias entre localidades, en ninguna se ha cortado el agua a los ciudadanos que no pueden costearla en los dos años de pandemia. En opinión de los autores, «durante la pandemia se ha registrado un aumento significativo de la conciencia del problema y de las herramientas para su solución entre muchos operadores, a los que hay que reconocer su labor».


Más allá de los eventos y lanzamientos, el agua también ha sido protagonista esta semana por la celebración el 8-M del Día de la Mujer, que ha servido para recordar que hacen falta más mujeres en el sector del agua y más agua para las mujeres. Y es que, a pesar de realizar el 80% del trabajo informal relacionado con el suministro de este recurso, su acceso como empleada en el sector y su participación en la toma de decisiones sobre los recursos hídricos es algo minoritario en todo el mundo. Según el informe La mujer en las empresas de servicios de agua, elaborado por el Banco Mundial, el porcentaje de mujeres que trabajan en el sector a nivel global es considerablemente inferior al de los hombres: en promedio, las empresas de agua de la muestra señalaron que solo el 18% de sus trabajadoras son mujeres.
Para lograr el desarrollo sostenible y una mayor igualdad de género es esencial seguir explorando las oportunidades, así como las limitaciones, para permitir que las mujeres y las niñas tengan voz y participen en igualdad en la toma de decisiones relacionadas con el cambio climático. «Sin igualdad de género hoy, el futuro sostenible e igualitario seguirá estando fuera de nuestro alcance», insiste la ONU.
Cerramos este repaso semanal con una buena noticia: gracias a la firma de la “Declaración de Valencia”, se reforzará la cooperación hídrica en el Mediterráneo. Los países del la ribera occidental del Mare Nostrum España, Francia, Italia, Malta, Portugal, Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez, han adoptado este jueves un pacto en la ciudad levantina por la que se comprometen a impulsar un Plan de Acción conjunta para hacer frente a las consecuencias del cambio climático sobre los recursos hídricos de la región, que ya experimentan serias alteraciones
Asimismo, han acordado poner en marcha un Programa de formación, transferencia de conocimiento y desarrollo de capacidades para identificar conjuntamente aquellas acciones, experiencias y soluciones en ámbitos como la gestión integrada de cuencas hidrográficas, desalación y reutilización o mejora de infraestructuras. Esta reunión se produce en un contexto europeo e internacional en el que la unidad y la cooperación adquieren un especial valor. “Articular respuestas conjuntas es primordial para asegurar un futuro más sostenible, seguro y resiliente. Cooperar nos hace menos vulnerables”, ha manifestado Teresa Ribera.


¡Buen fin de semana a todos!
