LA HISTORIA
La semana próxima comenzará la temporada de recogida de las cosechas de fruta de primavera, desde los espárragos a los nísperos pasando por frutos rojos, melocotones, cerezas y nectarinas. Se requieren las manos de 85.000 jornaleros que, de forma excepcional, podrán emplearse en el campo al tiempo que cobran el paro hasta el 30 de junio, según ha anunciado el Ministro de Agricultura, Luis Planas, al término del Consejo de Ministros de ayer martes.
¿Y PODRÁN TRABAJAR Y COBRAR EL PARO?
Así es. Hasta el 30 de junio. En lo que significa un reconocimiento implícito de que el PER desincentiva la voluntad real de trabajar. La medida da por descontado que a pesar de que con el actual salario mínimo la percepción por trabajar es muy superior al PER, si hubiera que elegir, muchos se quedarían con el PER, lo que solo se entiende por compensaciones tipo economía sumergida. Y ante la eventualidad de perder las cosechas el ministro Planas ha decidido, con sinceridad y realismo político hacer lo necesario para reclutar las manos necesarias para salvar las cosechas.
CLARO, A FIN DE CUENTAS HAY QUE COMER TODOS LOS DÍAS
Desde luego. La agricultura es obviamente un servicio esencial. Ya hemos dicho que la nueva PAC debe dejarse de monsergas y pensar por un momento qué hubiera sucedido si el desabastecimiento y la dependencia del exterior de material sanitario, que ya ha sido un drama, hubiera ocurrido con los alimentos. La globalización nos ha mostrado sus límites y habrá que tenerlos en cuenta en el futuro.
¡Y AYER FUE EL DÍA MUNDIAL DE LA SALUD!
Es cierto, coincidiendo con la consolidación de la bajada de los contagios y de las muertes, ayer celebramos el Día Mundial de la Salud, que conmemora la creación el 7 de abril de 1948 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que este año , aprovechando que es además el Año Internacional de la Enfermería, está dedicado a ese colectivo al que en estos días tanta épica dedicación les debemos.
Medicina, agricultura, ganadería y pesca, alimentación, trabajadores y empresas de los servicios públicos (agua, energía, limpieza y tantos otros), los trabajadores todos en fin de los servicios esenciales, son la demostración de que no podemos detenernos. La agricultura reclama brazos para que sigamos comiendo y toma sus medidas igual que las están tomando los demás sectores esenciales que no han parado, y que nos marcan el camino a seguir.
QUEREMOS RECUPERAR NUESTRA VIDA Y LA DEL PAÍS
Eso queremos todos. Hacen falta ministros como Planas, que escuchen a los actores de cada sector económico, que saben lo que necesitan, para ayudar a su recuperación. Y sobran los predicadores mediáticos con alma de estrella de la tele y prensa rosa, desde ahí no se gobierna.
La bajada de contagios y muertes, el positivo encauzamiento de la cosecha de fruta y ver que estamos en casa tan ricamente porque funcionan todos los servicios esenciales en medio de la emergencia, debe de hacernos ver la botella medio llena, y recuperar la esperanza en que saldremos adelante y en que las lecciones tan dolorosamente aprendidas no caigan en saco roto. Eso sí, todos juntos, haciendo cada uno lo que sepa hacer mejor.