LA HISTORIA
El día 13 de febrero:
El ministro español de Sanidad, Salvador Illa ha coincidido con Calvo y Calviño y ha asegurado que «no hay ninguna razón de salud pública que aconseje tomar ninguna medida o que impida la celebración de eventos» como el MWC.
El ministro español de Sanidad, Salvador Illa ha coincidido con Calvo y Calviño y ha asegurado que «no hay ninguna razón de salud pública que aconseje tomar ninguna medida o que impida la celebración de eventos» como el MWC.
«Nosotros tenemos un sistema nacional de salud muy potente y estamos preparados para hacer frente a cualquier situación», subrayó Illa.
El día 15 de marzo:
290 muertos después, el Gobierno de Pedro Sánchez decreta el estado de alarma para poder limitar los movimientos de la población y poder coordinar todas las administraciones en la lucha contra el coronavirus.
290 muertos después, el Gobierno de Pedro Sánchez decreta el estado de alarma para poder limitar los movimientos de la población y poder coordinar todas las administraciones en la lucha contra el coronavirus.
MEJOR ASÍ, ¿NO?
Sí claro, mejor así que hace una semana cuando aún le discutían a Ayuso la necesidad de medidas drásticas. El numero de muertos se ha doblado cada día en los últimos 4. ¿Cuántos muertos se hubieran salvado tomando las medidas a tiempo? ¿Porqué íbamos a ser distintos y mejores que chinos e italianos? ¿Tener el ejemplo en Europa no era suficiente? “No hay ninguna razón de salud pública que aconseje tomar ninguna medida”. ¿De los productores vamos a superar a Italia en PIB, o España tiene el sistema financiero más sólido de la comunidad internacional?
En fin, sí, mejor así. Porque si por el socio hubiera sido aún estaríamos como el sábado o peor si le dejan a él.
O sea que sí, mejor. Y ahora a ver si salimos de esta todos juntos.
¿Y CÓMO LO VES?
Pues mira, es verdad que nuestros médicos y sanitarios están entre los mejores del mundo, el sistema público de salud está sin duda entre los mejores, el sistema privado también es bueno y se había puesto a disposición antes del decreto, todos los demás implicados en que el sistema general funcione están totalmente comprometidos. Todas las grandes empresas, pero particularmente las implicadas en la prestación de servicios públicos establecieron fuertes protocolos hace semanas para hacer imposible el colapso. Los ciudadanos no queremos que se nos mueran nuestros mayores y estamos convencidos del #yomequedoencasa siempre que sea posible. Irresponsables y energúmenos tienen su cuota en 47 millones de personas, pero está claro que son pocos y cada vez menos. O sea que de la pandemia saldremos, unos con más dolor que otros, pero saldremos.
PERO… ¡ESTÁ TODO PARADO!
Lamentablemente, lo que vendrá después, y al mismo tiempo, en forma de recesión, también tendrá consecuencias funestas. No podemos decir que peores porque no hay nada más importante que la vida y la salud, pero a nuestro alrededor muchos amigos, parientes, conocidos, muchas personas se han quedado temporalmente sin trabajo. Muchos ingresos se han perdido definitivamente, esperemos que los puestos de trabajo se recuperen cuando remita la crisis sanitaria. Pero para evitar el desastre económico hay que ser desde hoy más serios y rigurosos de lo que se fue al principio de la epidemia con la enfermedad. No podemos banalizar los efectos económicos de lo que estamos viviendo sin provocar una catástrofe económica. Hablamos de entre crecer casi un 2% a entrar en recesión.
Por favor, hagan honor a los ciudadanos de este país, que a pesar de los graves y manifiestos errores en la percepción del problema sanitario que han cometido ustedes nuestros gobernantes, no hacen sino arrimar el hombro sin dudar.
Hace falta un plan muy importante para minimizar los efectos económicos que estamos sufriendo y que vamos a sufrir en los próximos meses.
Los ciudadanos son tan comprensivos que, si hacen esto bien, les perdonarán las semanas del 13 de febrero en adelante. Pero, señor Presidente, aparte a los que han visto en la crisis una oportunidad política. Al menos hasta que se arregle todo.
#Yomequedoencasa, trabajando, y aunque estoy un poco enfermo, sin dar la tabarra, porque no parece que sea grave. Y si mi trabajo no me permite quedarme en casa, contento también, porque quiere decir que hago falta ahí fuera.