Devolver el control a la sociedad - EL ÁGORA DIARIO

Devolver el control a la sociedad

Devolver el control a la sociedad

La vuelta la la normalidad ha de pasar, irremediablemente, por la realización masiva de tests a la población. Una ingente tarea para la que se necesita descentralizar el proceso y dotarlo de eficacia, contando con los centros de salud y los empresarios. Sin ellos, llegaremos tarde



LA HISTORIA

La única solución para una vuelta a la actividad rápida y segura es la realización masiva en un corto periodo de tiempo de test fiables. Esto ya no es una opinión sino el diagnóstico compartido y transversal de epidemiólogos, médicos y planificadores en general.

Una tarea de esas dimensiones -el universo entero de la población española- precisa necesariamente de su descentralización y de un grado de eficacia que el Ministerio de Sanidad, con el ministro Illa al frente, no tiene, como ha quedado lamentablemente acreditado.

Es urgente asumir el error de una centralización excesiva que no debió pasar de coordinación, supervisión y apoyo a las comunidades autónomas y a los municipios.

¿QUÉ PODEMOS HACER ENTONCES?

Pues para empezar, devolver a todos los laboratorios la capacidad de comprar y realizar tests sin limitaciones. A nadie se le escapa que las últimas prohibiciones a la gran industria que había planificado con éxito el análisis de sus plantillas se producen porque ponían en evidencia la incapacidad del Ministerio de proteger a sus sanitarios o a los miembros de las fuerzas de seguridad, en comparación con la capacidad de gestión del sector privado.

Si, por un lado, se liberaliza el acceso al material sanitario, y por otro, se devuelve a las comunidades autónomas la capacidad de gestionar los recursos materiales de sus redes sanitarias, estas podrán ocuparse de proteger a sus médicos y sanitarios, y las empresas podrán ocuparse de sus trabajadores a medida que se produzca la desescalada.

Los centros de salud podrían gestionar los análisis del resto de la población, empezando por los que muestren síntomas y sus entornos. Y desde luego habría que dotar a los hospitales para clasificar adecuadamente a los contagiados.

¿Y DESPUÉS? 

A continuación hay que decidir el orden de la vuelta a la actividad, asumiendo por supuesto que las cosas no son iguales en todos sitios. Y vincularla a la realización de los tests, que una vez fuera del monopolio de Sanidad funcionarán eficazmente.

La diferencia por territorios implicará un control de los accesos y quizás la petición de tests para viajar. En las islas el estricto control del pasaporte sanitario en los aeropuertos puede permitir una vuelta a la actividad este mismo verano. Todas estas cosas y muchas más se han de poner en marcha sectorialmente, contando con empresas y trabajadores, olvidándose de esas medidas centralizadoras y administrativistas que tanto gustan a Iglesias y los suyos. No hay más que ver el caos que ha significado la gestión de los ERTEs, lenta por un lado y cicatera por otro con miles de pequeñas empresas y autónomos.

¿HAY ALTERNATIVA?

No hay alternativa. Hay que ser claros, la centralización nunca fue una buena idea, y adicionalmente el Ministerio de Sanidad y su ministro han fracasado estrepitosamente en la gestión. Lo que Iglesias llama pomposamente “la jungla de los proveedores” es un ecosistema donde los profesionales se mueven con normalidad, y donde los Adanes recién llegados del Paraíso se estrellan irremediablemente.

Hay que devolver su autonomía a la sociedad española, mientras la administración controla y supervisa los procesos. No se puede volver a oír a la ministra de Trabajo tratar de presuntos culpables a los empresarios. Sin ellos incorporados activamente al proceso de reactivación llegaremos tarde.

Liberalicen los tests y dejen que empresas y autonomías se ocupen de realizarlos, y que sean obligatorios para la vuelta al trabajo presencial.


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