LA HISTORIA
¿ESTO NO ES BUENO, VERDAD?
Pues depende. La energía es el marcador del metabolismo de la economía global. Y este bajón indica sin duda el grado de desaceleración de la actividad que hemos padecido por el coronavirus. Sin embargo, el tratamiento de choque al que el Covid-19 ha sometido al sector mundial puede tener efectos beneficiosos que se prolonguen por largo plazo. Uno de ellos es que ha acelerado de golpe la transición energética hacia fuentes más limpias que ya estaba en marcha. Hasta el punto de que algunos expertos afirman que hemos dado un salto de 10 años.
Según la IEA el coronavirus está acelerando ya el cierre por falta de rentabilidad de antiguas centrales eléctricas y refinerías alimentadas con combustibles fósiles. El efecto se nota sobre todo en las plantas que funcionan con carbón, petróleo o gas, que han sufrido cierres que afectan hasta un 5% de la producción mundial.
¿SERÁ TODO MÁS VERDE DESDE AHORA?
Sí, empieza serlo, lo estamos viendo. Pero no hay que alzar las campanas al vuelo demasiado deprisa. En el mundo de la energía y de los mercados no todo es negro, como el carbón, ni blanco, como la luz del sol. Nos encontramos ante un panorama de grises.
Por lo general, las tecnologías de reemplazo serán más más limpias y eficientes. Pero la IEA advierte del riesgo de que algunos gobiernos, sobre todo en países con menor capacidad económica, respondan a la pandemia continuando con su dependencia de tecnologías ineficientes y antiguas como el carbón. Para evitar este escenario, los responsables políticos deberían “combinar la recuperación económica con los objetivos energéticos y climáticos”, dice el organismo internacional.
HACEN FALTA NORMAS DE JUEGO CLARAS
En España, por el momento, empiezan a darse los pasos adecuados. El Ministerio para la Transición Ecológica acaba de presentar el proyecto de Ley de Cambio Climático. Hemos tardado años, pero por fin el país tiene una hoja de ruta que envía señales claras a los mercados sobre hacia dónde dirigir la inversión. Es una senda que permite alinearse con el Green Deal de la UE y su apuesta por la innovación y que ayudará a generar una potente industria creadora de valor añadido y centrada en las renovables y el almacenamiento energético.La ministra Ribera ha sabido emplear dos herramientas esenciales. En primer lugar, el argumento técnico frente al dogma y la ideología. En segundo lugar, la capacidad de llegar a acuerdos con los grandes actores energéticos para pactar un plan de transición ordenada que les permita reposicionar sus negocios a largo plazo en la dirección correcta.
¿Y YO QUÉ PINTO EN TODO ESTO?
