LA HISTORIA
Estudios realizados en Barcelona, Murcia y Valencia demuestran que analizando en tiempo real las aguas residuales se hubiera detectado la presencia del coronavirus con semanas de antelación. Esto hubiera permitido tomar más en serio la amenaza desde el primer momento. Estas evidencias convierten a las aguas residuales en un indicador que permitirá anticipar la detección de los posibles rebrotes de Covid-19 en el futuro.
Para ello el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) y el Ministerio de Sanidad impulsan una red de control de las aguas residuales como indicador epidemiológico de alerta temprana de propagación del Covid-19. Se hará a través de un grupo técnico entre el gobierno y las comunidades autónomas para coordinar las actuaciones y seleccionar las zonas de muestreo y las frecuencias en función de la evolución de la pandemia.
El desarrollo del protocolo de control del material genético del SARS-CoV-2 en las aguas residuales de depuradoras urbanas, a través de la medida y el análisis de las aguas residuales, ha contado con el apoyo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de algunas empresas y de administraciones locales y autonómicas.
¿REALMENTE PODÍAMOS HABER ANTICIPADO LA EPIDEMIA?
ENTONCES, ¿SE VA A HACER ALGO?
Ya se ha hecho. Vistas las evidencias, el MITECO y el Ministerio de Sanidad quieren aplicar de forma masiva la experiencia y conocimiento adquiridos entre empresas, CSIC y universidad.
El protocolo estandarizado desarrollado por el CSIC, y aplicado en Murcia, Valencia y Barcelona, permitirá que todas las ciudades puedan obtener, a través de sus gestores del ciclo urbano del agua, datos de la presencia de trazas del ADN del virus en depuradoras y colectores mucho antes de la aparición de enfermos, por lo que la observación anticipada del aumento de trazas en una zona puede permitir adoptar decisiones sanitarias rápidamente.
La red prevé la realización de más de 3.000 análisis de muestras de control del material genético del SARS-CoV-2 en las aguas residuales de depuradoras urbanas de todo el territorio nacional, y cuenta inicialmente con dos millones de euros, que se revisarán en función de la evolución de la pandemia.
