LA HISTORIA
En la actualidad viven en La Tierra aproximadamente 7.700 millones de seres humanos y según las proyecciones de la ONU, esta cifra podría alcanzar los 9.800 millones para 2050 y superar ampliamente los 11.000 millones para final de siglo, poniendo en grave riesgo la viabilidad del planeta para sostenernos.
Pero según las investigaciones del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, publicadas en la revista científica The Lancet, las predicciones de Naciones Unidas podrían estar equivocadas, y la humanidad alcanzaría su pico de población en la década de 2060, con 9.700 millones. A partir de ese momento, el ciclo demográfico cambiará y el número de personas en el planeta se irá reduciendo lentamente hasta quedarse en los 8.800 millones en 2100.
¿Y ÁFRICA Y ASIA?
El estudio pronostica que la clave de este cambio de tendencia estará en la educación de la mujer, que será más generalizada y precoz, lo que acelerará la disminución de la fertilidad y el crecimiento demográfico lento incluso en países que actualmente tienen unas tasas de nacimientos gigantescas.
En África subsahariana, naciones como Níger, Burundi o Angola superan los seis hijos por mujer, un dato que a finales de siglo se reduciría hasta los dos según el estudio. A pesar de ello, Nigeria sería el único entre los 10 más poblados del mundo que aumentaría su fuerza laboral, al pasar de 86 millones de 2017 a 458 en 2100. China reduciría su población en edad de trabajar desde los 950 millones en 2017 a 357 millones en 2100. Igualmente, La India vería disminuir su número de habitantes.
¿Y ESPAÑA?
En España y el conjunto de Europa el impacto condicionará las políticas de inmigración y familia, porque el estudio habla de una reducción a la mitad de la población actual al llegar a final de siglo. En ese escenario, con solo 23 millones de habitantes, España perdería mucho de su actual peso económico si no se hicieran políticas activas de emigración. Y lo mismo sucede con países como Italia o Japón.
ESTO CAMBIARÍA LA REFLEXIÓN SOBRE EL FUTURO
Efectivamente, en ese contexto el planteamiento del futuro parece necesitar un nuevo punto de vista: “El continuo crecimiento de la población durante el siglo ya no es la trayectoria más probable. Este estudio ofrece a gobiernos de todos los países una oportunidad para que comiencen a repensar sus políticas en inmigración, fuerza laboral y desarrollo económico para afrontar los retos que presentan los cambios demográficos”, ha explicado en un comunicado el director del IHME, Christopher Murray.
En cualquier caso, el futuro que plantea este estudio es el de un planeta extraordinariamente envejecido en 2100, en el que los mayores de 65 años rondan los 2.300 millones, en comparación con tan solo 1.700 millones de menores de 20 años. Un cambio demográfico del que aún desconocemos todas las implicaciones.
