LA HISTORIA
¿QUÉ CONSECUENCIAS TENDRÍA ESTO?
Fuera del artículo sobre el despido por bajas reiteradas, nadie que sepa cómo funciona la economía real y el mercado laboral puede alegrarse de introducir nuevas rigideces que sólo provocarán una contracción de las expectativas de empleo.Más grave resulta la desregulación de la deuda de ayuntamientos y autonomías. Porque lo que aparentemente es lógico, cubrir las necesidades sociales sobrevenidas, puede convertirse, como ha ocurrido en el pasado, en una herramienta para sustituir por deuda el rigor presupuestario.
¿QUÉ QUIERE DECIR?
Pues que una cosa es cubrir las necesidades de toda índole sobrevenidas a una parte de la población que, apenas en dos meses, se ha vuelto económicamente vulnerable, y otra es que los desequilibrios presupuestarios que se están produciendo en organismos y empresas municipales no se afronten desde el rigor sino desde un irracional incremento de la deuda. Organismos y empresas públicas deben enfrentar la crisis buscando el reequilibrio económico y no provocando el endeudamiento de sus ayuntamientos matrices, lo que enmascara el origen de los problemas y que acabarán traspasando el coste, corregido aumentado y de forma indiscriminada, a los ciudadanos.
Si se quiere aumentar la capacidad de reacción de las diferentes administraciones frente a la crisis económica y social de las familias hay que articular herramientas y mecanismos perfectamente definidos para ese fin, y que no puedan amparar otros comportamientos viciados, a los que abre la puerta una redacción tan superficial como la que se ha firmado.
Una mala puesta en escena de lo firmado sería mucho peor que lo que se quería evitar con este pacto de última hora (perder la votación de la prórroga).
Una vez más los riesgos asociados a una decisión son mucho más trascendentes que el beneficio buscado.
