Necesitamos otro compromiso histórico, otros Pactos de la Moncloa - EL ÁGORA DIARIO

Necesitamos otro compromiso histórico, otros Pactos de la Moncloa

Necesitamos otro compromiso histórico, otros Pactos de la Moncloa

Para salir victoriosos de esta batalla será imprescindible sumar a todas las fuerzas vivas del país. Un consenso que permita unos presupuestos de reconstrucción rápida y que evite, cuando pase la crisis sanitaria, el enquistamiento de la situación por culpa de la división



LA HISTORIA

La historia es hoy terrible. El presidente Sánchez está deprimido, frustrado porque sus intentos por encauzar la epidemia no fructifican. No digiere bien los errores y no tiene paciencia. En su círculo inmediato están más preocupados por desprestigiar la gestión de Ayuso y Almeida en Madrid que en gestionar una situación enormemente compleja, que no da ninguna satisfacción a corto plazo. A su lado, físicamente -que no emocional ni políticamente- tiene a Iglesias, un personaje más resiliente que Sánchez quien, aunque es un resistente, sufre francamente con la crisis. Iglesias no sufre, porque ve en la crisis una oportunidad. Y ahí está susurrándole en la oreja al presidente, con el mismo tono empalagoso y falso con el que recitaba la Constitución en los debates, esa Constitución que quiere deconstruir y reescribir a su conveniencia, a imagen y semejanza de sus referentes políticos.

(EL LECTOR DE APOYO NO QUIERE PREGUNTAR, ESTÁ PREOCUPADO, SE SIENTA CONMIGO Y ESCRIBE EL RESTO DE ESTA CARTA AL PRESIDENTE)

Sánchez no se ha dado cuenta que sus ministr@s buen@s habían conectado bien con los ciudadanos, con las empresas y con las organizaciones, y estaban consiguiendo esa unidad que él reclamaba en torno al drama que estamos viviendo. También la oposición, la normal, la que no espera rendimientos de la crisis más allá de ayudar a resolverla, se ha sumado a apoyar las medidas necesarias.
Pero en la soledad de la Moncloa, Sánchez ha sucumbido a la persistencia de Iglesias, quien no podía soportar que los empresarios dejaran de ser presuntos delincuentes y enemigos del pueblo, y que fueran de la mano con el gobierno y con los demás ciudadanos contra el virus. No lo soportaba porque eso le desmontaba el discurso mediante el cual quiere dividir a España entre buenos y malos, para convertirla en esa caricatura de país que él sueña. Unos sueños en los que Cuba es un modelo de consumo y bienestar, y Venezuela el paraíso de la justicia social.

Pero en estos 40 años de democracia, los servicios más relevantes que el PSOE, el partido del presidente Sánchez, ha prestado a España han sido precisamente los dirigidos a encontrar un proyecto transversal, en el que cupiesen todos, perfectamente alineado con las democracias liberales europeas y nuestra historia común. Felipe González renunció al marxismo porque sabía, probablemente desde antes de la muerte del dictador, que era un obstáculo para construir el futuro de España. Sánchez puede tener momentos de debilidad frente a la montaña, pero el presidente Sánchez no puede olvidar de donde viene, y lo que los españoles hemos querido y construido en estos 40 años.

También en el nacimiento de nuestra democracia actual una crisis monstruosa amenazaba nuestra ilusión por un futuro en democracia y libertad. Entonces con una inteligencia y generosidad extraordinarias, todos los actores políticos y sociales suscribieron Los Pactos de la Moncloa, que fueron la base consensuada que permitió a España salir del marasmo económico en el que estaba. Evidentemente, el Partido Comunista de entonces tenía un compromiso y sentido de Estado que en Podemos ni está ni se espera. Por supuesto, el PSOE se sumó sin fisuras a los pactos.

El presidente Sánchez debe buscar sus pactos de la Moncloa, sumando todas las fuerzas vivas del país, integrando a todos, en busca de un consenso que permita unos presupuestos de reconstrucción rápida, que evite, cuando pase la crisis sanitaria, el enquistamiento de la situación por culpa de la división y por la generación de enfrentamiento social que pretende Iglesias.El enemigo no es el PP, presidente Sánchez, el enemigo es una pandemia que está llenando de miedo y dolor nuestro país y todos los del mundo. Tenemos que estar unidos, queremos estar unidos, no escuche los susurros de la discordia.

Los pactos se llamaron de la Moncloa porque desde la sede presidencial se lidera el país. Súmenos a todos en unos nuevos pactos. Necesitamos un consenso por un breve tiempo. Pero es urgente. Es usted el Presidente. Por favor, no tarde.

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