LA HISTORIA
El Ayuntamiento de Madrid ha lanzado el concurso internacional de ideas para construir el Bosque Metropolitano, un proyecto a 10 años que pretende crear una enorme infraestructura verde de 75 kilómetros de longitud y 450.000 árboles alrededor de la capital.
VALE, PUES CUÉNTEME LO DEL BOSQUE METROPOLITANO
Pues que Madrid se suma a otras grandes ciudades –el otro día hablábamos de París– al proyecto de grandes infraestructuras verdes como herramientas para intentar mitigar en la medida de lo posible los impactos del cambio climático. Desarrollar amplias extensiones de bosque, prado o simples suelos naturales es una forma de apoyarse en la naturaleza para generar ventajas ecológicas, económicas y sociales, que van desde el control de inundaciones a la mejora de la calidad del aire.
Por eso las grandes ciudades, que son uno de los espacios más vulnerables a los efectos del calentamiento global, plantean cada vez más infraestructuras de este tipo. Y Madrid acaba de lanzar su mayor proyecto de soluciones basadas en la naturaleza: el Bosque Metropolitano.
¿UN BOSQUE EN LA CIUDAD?
Sí. El pasado jueves, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, presentó en el Palacio de Cibeles un concurso con el que buscan talento internacional para crear la que han calificado de “mayor infraestructura verde de Europa”. Más de 75 kilómetros de “anillo verde”, 450.000 árboles que rodearán la capital.
Este bosque, forma parte de los Acuerdos de la Villa para el Madrid postcovid impulsado por el gobierno de José Luis Martínez Almeida. Se plantea en cinco tramos distintos y un jurado internacional elegirá los mejores diseños. Villacís ha señalado que el Bosque Metropolitano hará que el Madrid del futuro sea “sostenible”, algo clave para la salud de los madrileños pero también para el reequilibrio territorial. Uno de los objetivos es paliar la desertización que vive ya la capital, donde el calor es mayor en el sur. Las plantaciones comenzarán en otoño en el cerro Almodóvar y serán de especies autóctonas como encinas, pinos, álamos o madroños.
La idea recoge el concepto de conectar zonas naturales importantes mediante corredores verdes, adaptándolo a las características físicas, urbanas y naturales de Madrid. Una positiva acción de reconstrucción fruto del consenso. Porque hay que cuidarse de los rebrotes del virus, pero la vida sigue.
