Y a pesar de todo creemos en un futuro mejor

Y a pesar de todo creemos en un futuro mejor

Y a pesar de todo creemos en un futuro mejor

El Índice de Confianza del Consumidor señala que los españoles tienen confianza en que habrá una recuperación futura, aunque su sensación sobre la situación actual es mala. Es decir, nos parece que las cosas van mal pero que van a mejorar. Los menores de 34 años y los mayores de 65 son los que tienen las opiniones menos optimistas



LA HISTORIA

Parece que no pocas personas están encontrando dificultades para adaptarse al paso del “confinamiento” a la “normalidad”, que no acaba de ser como la “vieja normalidad” pero tampoco acaba de ser “nueva”.
Todo apunta a que la tarea que la sociedad española tiene por delante es titánica. Pero, afortunadamente, los españoles enfocan el futuro con cierto optimismo: el Índice de Confianza del Consumidor recupera en mayo +3 puntos con respecto al mes de abril.

QUÉ INTERESANTE

Sí, es interesante observar que tal recuperación no se produce porque los españoles consideren que la situación actual ha mejorado, sino porque afrontan el futuro con más optimismo. De hecho, el índice que mide la situación actual continúa bajando (-4 puntos), pero el de las expectativas se recupera fuertemente (+10 puntos). Es decir, nos parece que las cosas van mal pero que van a mejorar.

¿Y ES UN SENTIMIENTO GENERAL?

Es un sentimiento mayoritario, pero no general. Y la verdad es que constatar que los pesimistas son los que podríamos resumir como los viejos y los jóvenes da que pensar. Porque efectivamente, los miembros de estos dos grupos –menores de 34 y mayores de 65– no creen que su vida vaya a mejorar. Y es preocupante, porque esos son de nuestros problemas más graves desde hace ya tiempo: que los mayores no afronten sus últimos años con tranquilidad, y que nuestros jóvenes no tengan esperanza en el futuro.

¿Y TIENEN MOTIVOS RACIONALES PARA PENSAR OTRA COSA?

Pues a lo mejor sí. Porque en Barcelona han desarrollado una aplicación y un observatorio del coronavirus en las aguas residuales, que parece que puede ser decisivo para evitar que si hay un rebrote, este tenga consecuencias graves. Porque el sistema Sentinel, que así se llama, avisa con bastante anticipación de que la carga viral está aumentando y permitiría tomar medidas sanitarias anticipatorias y evitar el confinamiento y muertes innecesarias.
Eso sería particularmente bueno para los dos colectivos que nos ocupan hoy. Para los viejos porque, sin duda, la anticipación sanitaria aumentaría drásticamente su esperanza de vida en caso de reactivación de la enfermedad. Y para los jóvenes porque evitar un nuevo confinamiento mejoraría sus expectativas laborales, bastante lamentables hoy en día.
Todo sea por ponernos optimistas.


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