El ecomomista y Premio Nacional de Medio Ambiente Ramón Tamames recuerda la importancia de la protección de la naturaleza en la agenda internacional. Desde 1974 la ONU conmemora el 5 de junio el Día Mundial del Medio Ambiente. Además, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, aprobados en 2015, consagran una visión global para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad
El Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio, se celebra en 2020 de manera distinta debido al impacto del célebre virus. Como en tantos otros casos telemáticamente, y bajo el lema La hora de la naturaleza, a fin de apreciar, subrayándolos, los vínculos que conectan a todos los seres vivos de la Tierra: los alimentos que comen, el aire que respiran, el agua que beben, etc.
Desde 1974, tras la Primera Conferencia sobre Desarrollo y Medio Ambiente de las Naciones Unidas de Estocolmo de 1972, el 5 de junio de cada año pasó a ser una plataforma global y anual, para reunir a gobernantes, empresarios, y ciudadanos en torno a un asunto ambiental concreto y apremiante, que este año de 2020 es la biodiversidad; teniendo en cuenta episodios recientes como los incendios forestales sin precedentes en Brasil, California y Australia, la invasión de langostas en los países del Cuerno de África (Eritrea, Etiopía, Somalia y Kenia) y los efectos de la pandemia del coronavirus en la relación de los humanos y los distintos ciclos de la vida.
«Este 2020 es un año de urgencia, ambición y acción para abordar la crisis que confrontan los ecosistemas»
En ese sentido, la ONU destaca, para tomar conciencia de qué es la biodiversidad, que ésta abarca aproximadamente a 10 millones de especies del planeta (una cifra no definitiva); un repertorio alterado en tantos aspectos por la mano del hombre en el Antropoceno, la nueva era geológica en la que los humanos somos un factor decisivo.
El Día Mundial del Medio Ambiente ya no es una fiesta aislada, sino que se liga estrechamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Con la Agenda 2030, que se aprobó el 25 de septiembre de 2015 por los líderes mundiales, para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos, como parte de una serie de compromisos de desarrollo sostenible; a fin de hacer de la Tierra un hábitat hospitalario para todos. Los 17 ODS son metas concretas para gobiernos, sector privado, sociedad civil y personas individuales.
«El Día Mundial del Medio Ambiente ya no es una fiesta aislada, sino que se liga estrechamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU»
Con un millón de especies de plantas y animales en peligro de extinción en todo el mundo (sobre los 10 millones antes mencionados), el momento es más que oportuno para enfocar la protección de la biodiversidad, según observa el ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Ricardo Lozano, que ha tenido a su cargo la preparación del Día Mundial del Medio Ambiente de este año, por ser Colombia el país anfitrión.
Este 2020 es un año de urgencia, ambición y acción para abordar la crisis que confrontan los ecosistemas, así como una oportunidad para incorporar soluciones basadas en la naturaleza en la acción climática global. En 2020, se evaluarán y renovarán los compromisos de la 15ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP-15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica, conforme a lo acordado en 2019 en Kunming, China, que fue anfitriona ese año.
También en 2020 se preconiza la Década de las Naciones Unidas sobre la Restauración de Ecosistemas (2021-2030), al objeto de ir masivamente a la recuperación de ecosistemas degradados por el cambio climático, con esfuerzos detallados en favor de la seguridad alimentaria, el suministro de agua y la biodiversidad.
Colombia ha trabajado en pro del 5 de junio desde su posición privilegiada, pues en ella se concentra una buena parte de la biodiversidad del planeta, sobre todo en especies de aves y orquídeas, siendo el segundo país en plantas, mariposas migrantes, peces de agua dulce, y anfibios.
En definitiva, en un ambiente tan acosado por la pandemia, el 5 de junio tendremos una buena convergencia universal en pro de la biodiversidad. ¡Aleluya!
