Experiencias concretas de adaptación al cambio climático

Experiencias concretas de adaptación al cambio climático

Por Jorge Olcina

El cambio climático ya está aquí. A partir de ahora van a ir a más sus manifestaciones. Comienza el tiempo de la acción. Experiencias concretas de adaptación al cambio climático en la escala local, como el de la ciudad de Benidorm, han iniciado su andadura y son un ejemplo a seguir por muchos municipios españoles

Es tiempo de acción en materia climática. Hemos pasado años recopilando datos, preparando estudios e informes sobre el comportamiento anómalo que ya están registrando los principales elementos del clima (temperatura y precipitación) y ha quedado demostrado que el clima, también en nuestro país, está experimentando alteraciones notables.

Se confirman las proyecciones que nos indican los informes oficiales a nivel internacional (IPCC) y español (AEMET). E incluso, en los últimos años se han disparado las alertas ante la velocidad y magnitud que están adquiriendo algunos fenómenos y procesos atmosféricos. No conseguimos reducir la presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre. El proceso de transformación del balance de energía del planeta sigue su curso. Nos espera cambio climático para décadas.

Ante esta situación, las medidas urgen, las acciones concretas ya no pueden esperar mucho más. España, en el contexto europeo, está avanzando en la transformación de su modelo energético. Los acontecimientos bélicos en Europa van a retrasar, seguramente, los objetivos previstos para esta década.  Necesitamos acelerar, por el contrario, las acciones de adaptación de los territorios y las actividades económicas a los efectos del cambio climático.

“El proceso de transformación del balance de energía del planeta sigue su curso. Nos espera cambio climático para décadas”

Y, afortunadamente, comienzan a desarrollarse acciones concretas de adaptación en la escala local. El marco jurídico creado por la Ley de Cambio Climático estatal de 2021 y por normativas y planes de cambio climático de algunas comunidades autónomas está permitiendo la puesta en marcha de actuaciones que se plasman en obras de infraestructura o equipamiento urbanos.

A finales de septiembre, la Dirección General de Cambio Climático de la Generalitat Valenciana organizó una jornada de experiencias prácticas de adaptación al cambio climático en municipios. La Comunidad Valenciana es una de las regiones españolas que más está trabajando en los últimos años en la puesta en marcha de acciones de mitigación y adaptación ante el cambio climático. Y está pendiente de tramitación parlamentaria la Ley de cambio climático, como marco normativo global en este tema.

En estos momentos están proyectadas 35 actuaciones concretas de adaptación al cambio climático en el conjunto de la Comunidad Valenciana, de las cuales 13 desarrolladas directamente por ayuntamientos. Todas ellas se pueden consultar en la página web de la Emergencia Climática y Transición Energética de la Generalitat Valenciana. Se trata básicamente de acciones de drenaje sostenible (depósitos pluviales, parques inundables, pavimentos filtrantes), de construcción de nuevas zonas verdes urbanas, de reutilización de aguas depuradas para usos industriales y urbanos, junto a la instalación de energía solar en edificios públicos.

Destaca el caso del Ayuntamiento de Benidorm, que es el primero en la Comunidad Valenciana que ha elaborado y aprobado un Plan de adaptación al cambio climático, con 86 medidas a desarrollar en el municipio en los próximos años.

Benidorm se ha convertido en un modelo de ciudad con agenda ambiental y climática.

“El turista va a exigir seguridad, salubridad y adaptación al cambio climático como aspectos básicos a cubrir por todo municipio”

Es una hoja de ruta de acciones de mitigación y adaptación en el municipio turístico más importante del litoral mediterráneo español. Es un primer paso que deberán seguir el resto de municipios valencianos en los próximos años. A partir de ahora las acciones de lucha contra el cambio climático van a ser también una imagen de marca para los destinos turísticos. El turista va a exigir seguridad, salubridad y adaptación al cambio climático como aspectos básicos a cubrir por todo municipio. Las tres exigencias hacen referencia a la garantía de mantenimiento, en condiciones idóneas, de la vida humana, bien por protección ante agentes que violenten su integridad, ante eventos que pongan en riesgo su salud y ante circunstancias ambientales que puedan menoscabar el confort y disfrute de su tiempo de ocio.

Queda mucho por hacer para que los municipios españoles se adapten al cambio climático. El proceso acaba de iniciarse, pero no tiene vuelta atrás. En alguna ocasión hemos señalado que el cambio climático va a ser el gran eje de políticas públicas y acciones privadas de los próximos años en todo el mundo. Y es necesaria la cooperación de todas las administraciones, todos los sectores económicos y todos los agentes sociales. El reto es tan grande que una única administración, especialmente en la escala local, no va a poder desarrollarlo en toda su integridad sin contar con el apoyo de todos los protagonistas implicados, que son todos. Y nos queda impulsar la educación y la comunicación del cambio climático a toda la sociedad.

Vamos transitando un camino que va a estar lleno de dificultades. Cambiar el modelo económico y social que hasta ahora hemos disfrutado no es un proceso inmediato. Y en ese camino habrá pérdidas, ganancias y renuncias. El cambio climático ya está aquí. A partir de ahora van a ir a más sus manifestaciones, porque no conseguimos atajar su causa directa -emisiones-. La teoría está clara. Comienza el tiempo de la acción. Experiencias concretas de adaptación al cambio climático en la escala local han iniciado su andadura y son un ejemplo a seguir por muchos municipios españoles.


Jorge Olcina es catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante.




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